Evangelistas y Umbral
Por segunda vez, no he podido por menos de dirigirme a usted para rogarle aconseje al se?or Francisco Umbral que se informe antes de escribir, y se asegure antes de poner etiquetas a las personas.Primeramente -hace cosa de tres o cuatro a?os- escribi¨® acerca de nuestra iglesia diciendo que era frecuentada por "marquesas" y "duquesas". Naturalmente, me sent¨ª obligado a escribirle a usted comunic¨¢ndole dos cosas: una, que el se?or Umbral jam¨¢s hab¨ªa estado en ninguno de nuestros servicios religiosos; dos, que entre nuestra feligres¨ªa y simpatizantes no cont¨¢bamos con ning¨²n miembro de la nobleza, cosa bastante natural para la zona de Madrid donde estamos ubicados. Aquella carta jam¨¢s fue publicada por usted.
El se?or Umbral vuelve a la carga en su "Spleen de Madrid", titulado "Virgen de Vallecas", del d¨ªa 9 de septiembre de 1981, hablando de la carpa que hemos instalado las dos iglesias cristiano-evang¨¦licas de la villa de Vallecas, con el prop¨®sito de celebrar una campa?a de evangehzaci¨®n, y que el se?or Umbral tampoco ha pisado, aunque se permite escribir al respecto, etiquetando sin probar el contenido... El que tiene boca se equivoca; el que habla de "o¨ªdas", m¨¢s. La experiencia anterior me hace dudar que esta carta sea publicada. Sin embargo, me creo en la obligaci¨®n de escribirle puntualizando varios aspectos:
Primero, que la carpa no es de un cura falangista", sino de los cristianos evang¨¦licos d¨¦ la villa de Vallecas.
Segundo que lo s milagros de Cristo a los que alude el se?or Umbral ya se han patentizado en sanidades y j¨®venes rescatados de esas "jeringas" acerca de las cuales s¨®lo un ¨ªrresponsable pu¨¦de escribir tan jocosa y superficialmente, desconociendo el drama que se halla tras ellas.
Tercero, que todos los d¨ªas la carpa se llena, y damos gracias a Dios por ello./
pastor de la Comunidad Cristiana Evang¨¦lica.
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