La poblaci¨®n v¨ªctima de una guerra nuclear no podr¨ªa recibir asistencia m¨¦dica

S¨®lo existe una medida eficaz contra la guerra at¨®mica: el desarme total. Esta es la conclusi¨®n a la que han llegado los participantes en el congreso "M¨¦dicos contra la guerra", celebrado en la ciudad de Hamburgo (Rep¨²blica Federal de Alemania) el pasado fin de semana.Organizado en el casco antiguo de la ciudad por el llamado Grupo de Iniciativa de M¨¦dicos de Hamburgo, unos 1.600 m¨¦dicos, expertos internacionales y ex oficiales de los ej¨¦rcitos de la Rep¨²blica Federal de Alermania, Estados Unidos, Holanda, el Reino Unido, Suiza y la Uni¨®n Sovi¨¦tica asistieron a sus sesiones.

Tras expresar abiertamente su respaldo a los movimientos pacifistas "del Oeste y del Este", los participantes -incluido el jefe de la delegaci¨®n sovi¨¦tica, Anatoli Tcharsov, y el de la norteamericana, el ex almirante John Lee- concluyeron que "no existe ninguna protecci¨®n v¨¢lida para las poblaciones civiles en caso de conflicto nuclear" y que el "cuerpo m¨¦dico quedar¨ªa completamente aniquilado".

Para dos de los principales organizadores, los alemanes Eberhard Weber y Karl Rainer-Fabig, todo lo que constituye actualmente un intento de preparaci¨®n de las poblaciones civiles ante un conflicto nuclear -construcci¨®n de refugios, ejercicios de protecci¨®n civil, entrenamiento de los ciudadanos- es ineficaz y su principal objetivo consiste en mentalizar a la poblaci¨®n ante el posible estallido de una guerra at¨®mica.

Las consecuencias de un conflicto nuclear en Europa, continente fuertemente poblado, ser¨ªan desproporcionadas a los medios m¨¦dicos de los que se dispone.

La explosi¨®n de una sola bomba at¨®mica en una gran ciudad alemana como Hamburgo o Bremen causar¨ªa un n¨²mero incalculable de v¨ªctimas y problemas insuperables para un cuerpo m¨¦dico totalmente desbordado. En un radio de 1,5 kil¨®metros, los refugios no podr¨ªan resistir a las ondas expansivas y al calor.

R¨¢pidamente se propagar¨ªan los incendios a los dep¨®sitos de gasolina, a los bosques y a las cosechas, consumiendo el ox¨ªgeno del aire y asfixiando a las personas o provocando la muerte por exceso de anh¨ªdrido carb¨®nico.

Varios cientos de miles de personas resultar¨ªan gravemente heridas y sufrir¨ªan hemorragias internas; las infecciones se propagar¨ªan con gran rapidez, mientras la mayor parte de los hospitales habr¨ªan sido destruidos o no estar¨ªan en condiciones de funcionar, y la mayor¨ªa de los m¨¦dicos habr¨ªan muerto.

Por esto, a las personas que perecer¨ªan instant¨¢neamente hay que a?adir varios millones de heridos irradiados, a los que resultar¨ªa imposible prestar asistencia m¨¦dica y acabar¨ªan muri¨¦ndose.

Algunas cifras recordadas durante el congreso son reveladoras de las deficiencias m¨¦dicas: en toda Alemania Occidental, pa¨ªs que se convertir¨ªa en el principal escenario de batalla en caso de conflicto, s¨®lo existen varias decenas de camas para personas que han sufrido graves quemaduras y s¨®lo diez para tratar los casos de intensa irradiaci¨®n.

Los expertos de defensa civil de la OTAN y los pacifistas est¨¢n de acuerdo en que la actual estrategia de la Alianza Atl¨¢ntica (Stay put policy, consistente en mantener en tiempo de guerra a la poblaci¨®n en su lugar habitual de residencia) desembocar¨ªa -como su desplazamiento masivo hacia zonas fuera de peligro- en un enorme caos, y que los esfuerzos realizados en materia de protecci¨®n civil resultar¨ªan completamente in¨²tiles.