El error de concentrar lo disperso

La energ¨ªa solar ha sido acusada de dispersi¨®n, es decir, de falta de concentraci¨®n. Ello, a juicio de ciertos t¨¦cnicos, la invalida como fuente de energ¨ªa eficaz en un mundo industrializado que requiere enormes centrales (t¨¦rmicas, nucleares) y no peque?as fuentes energ¨¦ticas inaprovechables en la pr¨¢ctica.Sin entrar en el fondo del tema, que nos llevar¨ªa a plantearnos qu¨¦ tipo de sociedad ser¨ªa m¨¢s conveniente aqu¨ª y ahora, en plena crisis econ¨®mico- energ¨¦tica, para nuestro pa¨ªs, lo cierto es que tales argumentaciones son perfectamente rebatibles. Precisamente, la ventaja fundamental de la energ¨ªa solar es su dispersi¨®n, una dispersi¨®n que permite una utilizaci¨®n in situ por peque?os consumidores (granjas, casas, n¨²cleos reducidos de poblaci¨®n, f¨¢bricas, etc¨¦tera), sin necesidad de intermediarios. Porque aqu¨ª, Sancho, hemos topado con la Iglesia energ¨¦tica del siglo XX: los intermediarios, es decir, las grandes empresas productoras de energ¨ªa. Cuando la energ¨ªa solar nos sea vendida a trav¨¦s de un contador el¨¦ctrico podremos afirmar, sin dogmatismos, que una gran parte de sus virtudes habr¨¢n desaparecido. Y a eso nos conducen los grandes proyectos para obtener energ¨ªa el¨¦ctrica directamente del Sol, a trav¨¦s de la producci¨®n de vapor de agua que, a su vez, mueve unas turbinas, al modo cl¨¢sico de las centrales termoel¨¦ctricas (¨¦ste es el caso de las centrales de Almer¨ªa).

En cambio, la producci¨®n directa de electricidad mediante peque?as centrales fotovoltaicas permitir¨¢ aprovechar la dispersi¨®n de la radiaci¨®n solar, y ese camino parece mucho m¨¢s razonable, aunque, desde luego, menos ventajoso para los concentradores de energ¨ªa, l¨¦ase las grandes empresas energ¨¦ticas. Sin hablar de las utilizaciones puramente dom¨¦sticas de la energ¨ªa solar, mediante paneles en los tejados de las casas, para calefacci¨®n y agua caliente. Por estas dos v¨ªas (fotoelectricidad y paneles) seguro que ese 4% del a?o 2000 a que alude el ministro de Energ¨ªa se queda rid¨ªculamente peque?o frente a las posibilidades reales de la energ¨ªa solar.

El futuro de la energ¨ªa solar no pasa por las grandes centrales de torre, sino por un aprovechamiento m¨¢s pedestre, m¨¢s dom¨¦stico, y por la utilizaci¨®n de peque?as centrales fotovoltaicas, que ser¨¢n sumamente rentables en cuanto se consigan c¨¦lulas solares de silicio m¨¢s baratas.