Un proyecto regresivo con el apoyo del PSOE
El se?or Vi?as por el Ministerio de Educaci¨®n y el se?or Peces-Barba por el PSOE han hecho un pobre y bald¨ªo esfuerzo para que comprendamos y admitamos lo bueno que ha resultado el consenso y la concertaci¨®n postejeriana en torno a la LAU.Es l¨®gico que UCD, despu¨¦s de defenestrar a Gonz¨¢lez Seara y poner las cosas en su sitio (eclesi¨¢stico) con Ambrona, defienda la LAU que en el reparto les ha toca do a los democristianos, despu¨¦s de lo del divorcio. Pero que Peces-Barba, en nombre del partido mayoritario de la oposici¨®n, p¨²blicamente, quiera hacernos tragar como progresista tama?o desaguisado, lo consideramos inadmisible para un partido que se dice socialista y no socialdem¨®crata, y m¨¢xime cuando partidos social dem¨®cratas y de centro en Europa aprobaron leyes universitarias much¨ªsimo m¨¢s progresistas, a a?os luz del ¨²ltimo proyecto de LAU, que no cambia casi nada para dejarlo todo igual: la gesti¨®n y gobierno sigue pr¨¢cticamente igual, en las manos de los numerarios, con el resto de comparsas o convidados de piedra; las oposiciones contin¨²an con nombre diferente; la autonom¨ªa sigue completamente vaciada, al depender la contrataci¨®n del profesorado de Madrid; la docencia e investigaci¨®n, sin variar un ¨¢pice, mantienen la misma mi seria, mediocridad y procedimientos de anta?o (examen-apuntes-lecci¨®n magistral, la misma concepci¨®n en compartimientos estanco de las carreras: ciencias-letras, etc¨¦tera); los servicios y las becas siguen siendo completamente insuficientes, y los pocos que hay, como los colegios mayores, son destinados a las clases altas; la infraestructura, con unos presupuestos de miseria, con bibliotecas, personal administrativo y especializado y material cient¨ªfico infradotados, etc¨¦tera. Y para colmo, se siguen manteniendo en el proyecto de LAU, en sus disposiciones transitorias, unos privilegios medievales y franquistas para la Iglesia y el Ej¨¦rcito. Si a esto a?adimos la implantaci¨®n del modelo ex¨®tico americano o bananero, que no europeo, de las universidades privadas, tenemos cerrado el c¨ªrculo de mocristiano-integrista en torno a la educaci¨®n.
?Por qu¨¦ en Espa?a no es posible poner en pr¨¢ctica una ley de reestructuraci¨®n de la universidad como las desarrolladas en los a?os sesenta y setenta por el mundo occidental en respuesta al estallido estudiantil y a las transformaciones econ¨®micas, culturales, pol¨ªticas y sociales de la d¨¦cada de los sesenta? ?Por qu¨¦ el Gobierno actual no ha sido capaz ni siquiera de asumir el dictamen Seara sobre la LAU, que supone un muy timorato remozamiento de una universidad burocr¨¢tica, depauperada y mediocre, cuya organizaci¨®n, estructura y funcionamiento sigue siendo el mismo que el del r¨¦gimen anterior? Pues porque en Espa?a, sectores como los catedr¨¢ticos, la Iglesia, el Ej¨¦rcito... no quieren renunciar a parte de los exorbitantes privilegios que la legitimaci¨®n autoritaria les garantizaba.
La universidad de los mandarines
El se?or Peces-Barba sabe muy bien que en el mundo occidental y especialmente Francia en el mayo de 1968, se llevaron a cabo importantes reformas universitarias para acabar con la universidad de los mandarines, del autoritarismo y la mediocridad basados en la lecci¨®n magistral, los apuntes y el examen; en la marginaci¨®n de la gesti¨®n y gobierno de los estudiantes, profesores no titulares y personal no docente; en la concepci¨®n tradicional y r¨ªgida del saber, la cultura y la ense?anza. En Francia, ?en l968!, se aprob¨® una ley, con la derecha en el poder, basada en los principios de interdisciplinariedad, participaci¨®n y autonom¨ªa que cambiaba, en parte, la concepci¨®n de universidad, al entenderla como servicio p¨²blico, financiada suficientemente por el Estado; al dar plena participaci¨®n a todos los niveles, desde los claustros de facultad y universidad hasta el Consejo Regional y Nacional de Ense?anza Superior e Investigaci¨®n, a los estudiantes, profesores no titulares y personal no docente (m¨¢s del 30% reservado a los estudiantes y hasta un profesor no titular pod¨ªa ser presidente de universidad); al sustituir el examen y la relaci¨®n pedag¨®gica autoritaria por el control continuo de conocimientos y la posibilidad de tesis colectivas y por trabajos o publicaciones; al fomentar la interrelaci¨®n entre las artes, las ciencias y las letras y acabar con la concepci¨®n constre?ida y limitativa del tipo de carreras vigentes hasta la fecha; al incrementar sustancialmente los servicios universitarios y garantizar con recursos las libertades democr¨¢ticas en la universidad; al facilitar un tipo de contrataci¨®n del profesorado que, si no era el que propon¨ªa la izquierda, no se basaba en oposiciones o habilitaciones ni en el humillante control por catedr¨¢ticos del enfoque metodol¨®gico o de la indumentaria, sino en el control y valoraci¨®n de la investigaci¨®n, publicaciones y trabajos por personas que, al menos, pose¨ªan por sus investigaciones y publicaciones una autoridad reconocida; al fomentar el acceso a la universidad a personas que no poseen la titulaci¨®n requerida, en especial a los trabajadores; al fomentar la formaci¨®n permanente y continua y al posibilitar universidades experimentales, como la de Vincennes (a la que he tenido la suerte de asistir y donde el deseo de aprender y conocer se convert¨ªa en una palpable realidad), etc¨¦tera.
Posteriormente, la derecha en el poder, con diversas leyes y medidas, fue restando contenido progresista a la ley de 1968, hasta llegar a la apoteosis autoritaria del ministro de Universidades de Giscard, Alice Saunier-Seit¨¦, que volvi¨® a darles el poder a los mandarines (pero incluso en una proporci¨®n para los estudiantes m¨¢s favorable que el actual proyecto consensuado por el PSOE), suprimi¨® las ramas universitarias m¨¢s cr¨ªticas, intent¨® expulsar a los profesores no titulares, redujo dr¨¢sticamente la entrada de estudiantes extranjeros y arranc¨® de cuajo la experiencia de Vincennes. Sin embargo, Mitterrand volver¨ªa a poner, las cosas en su sitio, y entre las prioridades establecidas por su Gobierno destaca que el mayor incremento en los presupuestos se da en investigaci¨®n y cultura, prestando una atenci¨®n especial a la universidad. El ministro de Educaci¨®n suprimi¨®, o est¨¢ en tr¨¢mites de suprimir, las leyes regresivas de A. Saunier-Seit¨¦, garantizando el empleo a los profesores no titulares y anunciando leyes inmediatas que establecer¨¢n la regulaci¨®n y estabilidad de los mismos y mantendr¨¢n y reforzar¨¢n la presencia de los estudiantes, profesores no titulares y personal no docente en los claustros y en el resto de instituciones universitarias. El se?or Vi?as sabe muy bien que en Alemania los lander gozan de plena autonom¨ªa en lo que se refiere a la contrataci¨®n del profesorado, que se hace por concurso p¨²blico, a la elaboraci¨®n de los proyectos de investigaci¨®n y programas acad¨¦micos y pedag¨®gicos, y a la gesti¨®n y Gobierno. Al se?or Vi?as es necesario recordarle que desde 1970 los profesores no numerarios, que suponen m¨¢s del 70% del total del profesorado, vienen sosteniendo con grandes esfuerzos y salarios de miseria (entre 40.000 y 50.000 pesetas la mayor parte de ellos) lo que queda de la universidad espa?ola, mientras que una buena parte de los abnegados y sufridos catedr¨¢ticos se preocupan de alcanzar el cielo madrile?o, donde les esperan m¨²ltiples ocupaciones. El se?or Vi?as debe saber que en buena parte de las universidades de provincias un porcentaje sustancial de facultades, y pr¨¢cticamente todos los colegios mayores, no alcanzan, en el mejor de los casos, un 20% de profesorado numerario y un 5% a 10% de catedr¨¢ticos.
Aumento de tasas
Por otra parte, es significativo el olvido por el se?or Peces-Barba del reciente aumento de las tasas (figura en el BOE con la frase tendentes a cubrir los costes reales, lo que se contradice fiagrantemente con las posiciones p¨²blicas del anterior ministro de Universidades) de la creaci¨®n de universidades privadas y que no haga ninguna referencia a los servicios universitarios (residencias, alojamiento y manutenci¨®n; becas, ayudas y cr¨¦ditos; seguridad social, guarder¨ªas y planificaci¨®n familiar; asesoramiento para el empleo, intercambios, actividades culturales, deportivas y recreativas, etc¨¦tera) y a la necesaria transformaci¨®n del actual tipo de pedagog¨ªa y docencia, todo lo cual incide de forma manifiesta en las familias escasas de recursos econ¨®micos y en las condiciones de vida y trabajo de los estudiantes menos pudientes, cuya carencia de capital econ¨®mico, cultural y social incide de forma negativa en el rendimiento escolar.
Universidades privadas
La creaci¨®n de universidades privadas posibilita un doble tipo de circuito universitario: la v¨ªa noble, con recursos y financiaci¨®n suficiente, tecnocr¨¢tica, selectiva y clasista, con un profesorado controlado, destinada al personal altamente cualificado, y la v¨ªa plebeya o parking de las universidades p¨²blicas, claramente degradadas y desprestigiadas. No podemos olvidar que actualmente en Navarra, en Deusto, en el CEU, etc¨¦tera, las tasas alcanzan ya alrededor de 100.000 pesetas. Ahora s¨®lo les resta esperar las subvenciones del Estado. Hace unos d¨ªas Felipe Gonz¨¢lez, al hablar de la creaci¨®n de televisiones privadas, dec¨ªa que generalmente en Europa no se hab¨ªa implantado este sistema privatizador. Pues bien, si eso era as¨ª para la televisi¨®n, lo es mucho m¨¢s para las universidades. La comisi¨®n Freville, encargada por el ex primer ministro franc¨¦s, Raimond Barre, de estudiar la reforma de financiaci¨®n de las universidades europeas, presentaba el 26 de marzo de 1981 los resultados, en los que establec¨ªa: ?En los pa¨ªses occidentales la financiaci¨®n de los establecimientos de ense?anza superior es total o casi totalmente p¨²blica? (supera en todos los casos el 75%, y las tasas en ning¨²n caso sobrepasan el 20% de la misma. En Francia las tasas suponen el 5%. La matr¨ªcula en este pa¨ªs cuesta cien francos - 1.700 pesetas- En Alemania las tasas no superan el 10% y en Inglaterra el 17%, en Espa?a ya vamos por el 30%).De los argumentos del se?or Peces-Barba, siempre gen¨¦ricos (?aumenta, orienta, potencia, garantiza, abre ... ?, sin dar datos concretos del articulado que se volver¨ªan contra ¨¦l), conviene resaltar el que, de alguna manera, podr¨ªa ser paradigm¨¢tico y sintetizar hasta d¨®nde est¨¢ dispuesto a llegar Peces-Barba en la transformaci¨®n (y no el PSOE, esperemos). Me refiero al punto 11 de su art¨ªculo, en el que dice: ?Se exige un control a todos los profesores permanentes sobre sus actividades docentes e investigadoras cada cinco a?os, situaci¨®n nueva, y me atrever¨ªa a decir que revolucionaria ... ?. Si exigir a un trabajador, a un profesional, control de su actividad cada cinco a?os es revolucionario, ya sabemos lo que nos espera. Se?or Peces-Barba, para esta revoluci¨®n no necesit¨¢bamos tantas alforjas. La fuerza tranquila de Mitterrand, que intenta ser una tercera v¨ªa frente a la socialdemocracia (portuguesa, alemana, inglesa, italiana y me temo que espa?ola) y al marxismo-leninismo, ha defendido en la oposici¨®n y empieza a defender en el poder, con leyes y medidas, una universidad entendida como servicio p¨²blico, financiada suficientemente con cargo a los presupuestos del Estado, democr¨¢tica, no selectiva, investigativa y pedag¨®gicamente participativa e interdisciplinaria, vinculada activamente con la realidad social, profundamente cr¨ªtica y concebida como un espacio de an¨¢lisis riguroso y profundo de confrontaci¨®n y debate de las teor¨ªas y pr¨¢cticas, experiencias e ideas que preocupan al mundo contempor¨¢neo.
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