Dimensi¨®n empresarial y empleo
Los numerosos estudios realizados sobre el proceso de transformaci¨®n de la estructura, ocupaci¨®n de la poblaci¨®n, tanto referidos a la fase de crecimiento econ¨®mico de los sesenta corno a los m¨¢s recientes per¨ªodos que marca la crisis econ¨®mica, han puesto de manifiesto, bajo la presi¨®n ¨²ltima del deterioro del mercado de trabajo, el complejo entramado de elementos econ¨®micos, sociol¨®gicos e institucionales que inciden sobre el tema.El sector industrial de la econom¨ªa. espa?ola, con un 1,6%, de desempleo al inicio de la crisis pod¨ªa considerarse en situaci¨®n de pleno empleo, tras haber contribuido durante el per¨ªodo 1964-1973 a la creaci¨®n de 270.000 puestos de trabajo en la industria y cerca de 650.000, en todo el sector secundario. Esta tendencia cambia de signo con la crisis, dando lugar a una ca¨ªda de la ocupaci¨®n de 350.000 puestos en la industria y de 580.000 puestos, caso de incluir la construcci¨®n. El desempleo del sector secundario pas¨® de 100.000 trabajadores, a finales de 1973, hasta los casi 600.000 al t¨¦rmino de J980, correspondiendo a la lndustria 275.000 trabajadores en situaci¨®n de desempleo.
No merece la pena insistir en los factores que hicieron posible la generaci¨®n de empleo en el per¨ªodo de expansi¨®n (salarios y energ¨ªa baratos, financiaci¨®n privilegiada, acciones concertadas, demanda exterior sostenida, etc¨¦tera), por cuanto que han sido reiteradamente expuestos y analizados, sino tan s¨®lo, para se?alar que el modelo de industrializaci¨®n que fue posible al amparo de los mismos encuentra precisamente su quiebra en la nueva estructura de precios relativos de los factores que impone la crisis, en los cambios de la demanda mundial como consecuencia de la misma y por la aparici¨®n de nuevos pa¨ªses competidores en el escenario del comercio internacional.
El cambio exigido a la industria espa?ola por las nuevas coordenadas de la econom¨ªa mundial pone de manifiesto la necesidad de analizar, entre otros aspectos, el relativo a la dimensi¨®n empresarial definida por su estructura ocupacional, con objeto de a?adir una informaci¨®n imprescindible al dise?o de la pol¨ªtica industrial global.
Elemento constante del an¨¢lisisLa dimensi¨®n empresarial y el empleo viene apareciendo en el marco del debate sobre la reestructuraci¨®n industrial como uno de los elementos constantes del an¨¢lisis, sin que la informaci¨®n disponible aparezca como concluyente al respecto. El papel de las peque?as y medianas industrias (PMI) en el mantenimiento, y la generaci¨®n de empleo en tiempos de crisis, aparece como un argumento permanente en esta discusi¨®n, que apunta, en ¨²ltimo t¨¦rmino, hacia el desarrollo de pol¨ªticas de apoyo a las industrias de esta dimensi¨®n, tanto en Espa?a como en, el ¨¢mbito de los pa¨ªses de nuestro entornoecon¨®mico.
De acuerdo con los estudios realizados por la CEE, las PMI constituyen, en la industria manufacturera, un tejido industrial de enorme peso espec¨ªfico en el conjunto empresarial de la totalidad de los pa¨ªses, que representa desde el 97,5% del total de las empresas industriales en el Reino Unido hasta el 99,9% del conjunto empresarial de la industria italiana. En Espa?a, de acuerdo con el ¨²ltimo censo industrial, el 99,7% de los establecimientos industridfes manufactureros en 1978 responder¨ªan al tama?o de las PMI (v¨¦ase cuadro 1).
La importancia de la PYME en el conjunto empresarial de la industria manufacturera cobra asimismo gran relieve con lo relativo al empleo que proporcionan estas empresas. Es Espa?a el pa¨ªs con mayor volumen de empleo en las PMI, de acuerdo con los datos proporcionados por la CEE (cuadro 1), al absorber el 99,7% de las empresas el 76,8% de la ocupaci¨®n del sector. El contraste con otros pa¨ªses de la CEE es aqu¨ª significativo.
El caso espa?ol resulta pues especialmente significativo, toda vez que en relaci¨®n con Italia el mismo porcentaje de empresas peque?as y medianas sobre el total da lugar en nuesiro pa¨ªs a casi diez puntos m¨¢s de las personas ocupadas por este colectivo sobre el empleo total del sector.
Este dato es tanto m¨¢s relevante al desagregar los establec¨ªmientos que configuran el censo industrial de 1978 por su tama?o, lo cual pone de relieve que el 97,5% de los establecimientos de la industria manufacturera corresponde a aquellas que emplean menos de cien trabajadores y en las que se concentra el 50,1% del empleo total. Por otra parte, las empresas consideradas como medianas, con m¨¢s de cien y menos de quinientos trabajadores, representar¨ªan el 2,1 % del total de establecimientos censados, dando ocupaci¨®n al 26,7% del empleo total d¨¦l sector.
La evoluci¨®n del porcentaje de personas ocupadas en las PYME, en distintos per¨ªodos pone d¨¦ man¨ªciesto que el porcentaje del empleo suministrado por las empresas de esta dimensi¨®n sobre el total de empleo disponible viene ajust¨¢ndose de forma regular a favor de una mayor ocupaci¨®n en la mediana y gran empresa. frente a la de p¨¦quei¨ªa dimensi¨®n, lo cual, en el caso espa?ol, puede tener entre otras explicaciones, la propia din¨¢mica de mortalidad, natalidad y concentraci¨®n empresarial, que en el per¨ªodo 1969-1978 favorece el mayor peso espec¨ªfico de la peque?a unidad empresarial con menos de diez empleos, y el de las empresas con m¨¢s de cien trabajadores, perdiendo importancia en la estructura de empresas manufactureras industri¨¢les el conjunto de unidades empleadoras entre diez y cien trabajadores.
La base estad¨ªstica comentada hasta aqu¨ª se ha utilizado para dilucidar el papel de las peque?as empresas frente a las grandes en el generaci¨®n de empleo. Sin embargo, ni la distribuci¨®n del empleo seg¨²n el tama?o de los establecimentos ni la evoluci¨®n de ¨¦sta a lo largo del tiempo permite obtener resultados concluyentes. Con respecto a esta ¨²ltima, es obvio que la definici¨®n misma de ambos tipos de empresas en funci¨®n del n¨²mero de trabajadores, com¨²nmente aceptada para fines estad¨ªsticos, hace posible que peque?as empresas que generan empleo en un per¨ªodo determinado sean consideradas como grandes empresas en el per¨ªodo siguiente, al rebasar el l¨ªmite de empleo que la defin¨ªan como peque?a.
Fichero de empresas
La informaci¨®n estad¨ªstica necesaria para alcanzar conclusiones v¨¢lidas al respecto pasa por la elaboraci¨®n de un fichero de empresas que contenga una serie temporal del volumen de empleo para cada una de las empresas. Bas¨¢ndose en esta informaci¨®n, D. Birch (1979), del Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts, concluye que s¨®lo el 13,3% de los empleos creados en EE UU entre 1969 y 1976 se debe a empresas de m¨¢s de quinientos trabajadores y que el 66% de los nuevos puestos de trabajo fueron creados por empresas de menos de veinte trabajadores.
La ausencia de informaci¨®n estad¨ªstica suficiente para avalar la importancia de la PMI en la generaci¨®n de empleo impide la obtenci¨®n je conclusiones definitivas, validadas por los datos emp¨ªricos.
Sin embargo, se puede utilizar otro tipo de argumentos para apoyar la mayor capacidad de la peque?a empresa para generar empleo. Es com¨²nmente aceptado que la peque?a empresa utiliza productivas m¨¢s intensivas en trabajo. Por otro lado, y en consonancia con esta precisi¨®n, el factor trabajo es m¨¢s barato para la pequena empresa. Seg¨²n la encuesta de salarios, en 1979, la relaci¨®n de salarios entre las empresas grandes y peque?as est¨¢ en torno al
Por ¨²ltimo, resulta importante ,se?alar que la ¨²ltima informaci¨®n proporcionada por censo industrial,de 1978 se refiere al momento previo al ajuste general del mercado de trabajo, que desde ese a?o comienza a producirse tanto por la v¨ªa del ajuste econ¨®mico de las empresas como por el cambio institucional que conoce la legislaci¨®n laboral; pero en cualquier caso un primer apunte sobre una cuesti¨®n que invita a reflexionar sobre la necesidad de conjugar en el seno de la pol¨ªtica industrial dos elementos claves para nuestro futuro econ¨®mico: el empleo y la dimensi¨®n de las empresas en el marco de la innovaci¨®n tecnol¨®gica global a que nos obliga la crisis.
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