El juego de ataque de la Real Sociedad no mereci¨® la eliminaci¨®n
La Real lo intent¨® todo, pero se estrell¨® contra un buen portero, Velinov, en el que el equipo b¨²lgaro cont¨® con su mejor argumento para pasar la eliminatoria. En la puerta de enfrente, Arconada apenas intervino. El CSKA jug¨® muy echado atr¨¢s, ofreciendo en algunas zonas facilidades a la Real, pero el equipo donostiarra puso m¨¢s entusiasmo que talento, le falt¨® calma y serenidad y consumi¨® todo el partido en ataques atropellados. No obstante, lleg¨® a puerta con la bastante frecuencia como para merecer ese par de goles que le hubieran dado la clasificaci¨®n.El CSKA s¨®lo lo pas¨® verdaderamente mal durante el primer cuarto de hora, en el que la Real fue una tormenta. Su salida en tromba estuvo principalmente conducida por Zamora y L¨®pez Ufarte y dio como resultado vari¨¢s llepad¨¢s atropelladas al ¨¢rea, con centros peligrosos que Velinov despej¨® con oficio, y algunos remates forzados que rechaz¨® como pudo. Un buen portero este Velinov, titular de la selecci¨®n b¨²lgara, pero poco blocador. Resuelve los centros altos con seguros despejes de pu?o, y los disparos comprometidos, con rechaces que dejan viva la amenaza de peligro sobre su puerta. En cualquier caso, fue el h¨¦roe del encuentro, el hombre que m¨¢s parte acapara en la clasificaci¨®n de los b¨²lgaros.
Pasado el chaparr¨®n de la salida en tromba de la Real. saldado sin goles para fortuna de los b¨²lgaros gracias a la falta de serenidad de los donostiarras en los ¨²ltimos metros, se pudo ver m¨¢s claro el partido. Y se vio, por ejemplo, que pese a la debilidad del tosco y duro lateral izquierdo b¨²lgaro Kalbourov, la Real apenas cargaba juego por ese lado. Y tampoco por el izquierdo, porque L¨®pez Ufarte no se decid¨ªa a pelear directamente contra su lateral, Verzlnsky, sino que se iba al centro en busca de combinaciones con Zamora y Alonso, sin encontrar casi nunca la mejor forma de ser ¨²til. A Zamora, Illiev le tomaba a demasiada distancia y el armador del juego de la Real pod¨ªa desenvolverse bastante bien.
Alonso ten¨ªa como rival a Zdrakov, un jugador creativo con poca vocaci¨®n defensiva, y por ah¨ª pudo encontrar la Real su victorl a, pero el l¨ªbero D. D¨ªmitrov estuvo atento varias veces en las que Alonso se plantaba solo, y en otras ocasiones el disparo del buen centrocampista se escap¨® fuera por poco. Larra?aga no aportaba m¨¢s que fuerza, y Satr¨²stegui, envuelto entre una mara?a de compa?eros y rivales, apenas entraba en juego.
Lo que parec¨ªa claro era que el CSKA muy dif¨ªcilmente pod¨ªa marcar gol, aunque el delantero centro Djerizov demostraba una gran calidad cada vez que entraba en jueao y se m¨®straba absolutamente superior a G¨®rriz. Pero el CSKA rara vez pod¨ªa salir del medio campo y cuando lo hac¨ªa era con pocos hombres. Alg¨²n disparo potente desde fuera del ¨¢rea fue todo lo que dejaron ver los b¨²lgaros hasta los ¨²ltimos minutos.
En la segunda mitad, la Real se decidi¨® a cargar mas juego por la derecha, y Bakero dej¨® varias veces en evidencia a Kalbourov, a quien debi¨® expulsar el ¨¢rbitro, pues, ya amonestado se permiti¨® un par de entradas terror¨ªficas. Pero no lo hizo y en el minuto 62 Bakero se marchaba lesioriado despu¨¦s de una entrada por detr¨¢s del l¨ªbero b¨²lqaro, represalia quiz¨¢ por las dos veces en que el joven extremo realista hab¨ªa entrado con demasiada dureza al portero visitante. Con Uralde en el ataque, la Real per d¨ª¨® algo de peso ofensivo v aun que al final del partido L¨®pez Ufarte renaci¨® e hizo sus mejores cosas, el resto del equipo fue poni¨¦ndose progresivamente nervioso.
El final del partido fue verdaderamente emocionante. La Real se fue echando m¨¢s y m¨¢s arriba, con Celayeta y Olaizola decididamente volcados en el atitque. El CSKA apenas pod¨ªa salir de su ¨¢rea, en la que se produc¨ªa un sinf¨ªn de rebotes, y cuando al fin un donostiarra consegu¨ªa meter el pie o la cabeza para enviar el bal¨®n a puerta, all¨ª apareci¨® Velinov. En los ¨²ltimos cinco minutos de ataque obsesivo de la Real, el CSKA se anot¨® dos contrataques claros, que fracasaron uno por fuera de jueco, y el otro porque Celayeta salv¨® el gol bajo los palos. La Real luch¨® a muerte hasta el ¨²ltimo minuto, sin proteger sus espaldas, pero su generosa entrega no tuvo el premio del gol que hubiera dado paso a una pr¨®rroga en la que cab¨ªa considerarla como favorita. Su paso por la Copa de Europa ha sido bien breve, pero su ca¨ªda se produjo con toda dignidad y ante un equipo muy serio.
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