El homenaje a Joan Fuster, un alegato contra el "falso argumento" de la violencia

?Una bomba no es un argumento, sino una demostraci¨®n de la falta de argumentos?, y ?sin la libertad de expresi¨®n todas las dem¨¢s libertades son precarias?. Estas fueron algunas afirmaciones del escritor Joan Fuster en su intervenci¨®n en el paraninfo de la Universidad de Valencia, con la que cerr¨® la rueda de parlamentos de ilustres hombres de la cultura nacional e internacional que le rindieron homenaje la ma?ana del s¨¢bado, a ra¨ªz de un reciente atentado.

La representaci¨®n pol¨ªtica, cultural y c¨ªvica fue muy numerosa, y la concurrencia de p¨²blico, enorme, que se situ¨® en torno a altavoces ubicados en el claustro fuera del paraninfo. Se encontraban en la presidencia el alcalde, P¨¦rez Casado; el presidente de la Diputaci¨®n, Girona, y el consejero de Cultura, Ciscar, todos ellos cargos p¨²blicos del PSOE, y el rector de la universidad.Fuster record¨® la ¨¦poca amarga de los a?os cuarenta, cuando estudi¨® en la Universidad de Valencia, en aquellos tiempos de ?la segunda dictadura o de la en¨¦sima dictadura?. Evoc¨® tambi¨¦n el giro universitario de los a?os sesenta, que supuso una renovaci¨®n cr¨ªtica de la docencia y reivindicaci¨®n del idioma, apuntando hacia ?un Pa¨ªs Valenciano renovado y un futuro libre?.

Consider¨® obvio referirse a la lengua, motivo de ira entre sus detractores, porque ?necesitamos como el pan de cada d¨ªa que la discriminaci¨®n ling¨¹¨ªstica de los valencianos catalanohablantes se acabe? y que el catal¨¢n ?no sea s¨®lo una asignatura, sino veh¨ªculo normal de comunicaci¨®n en las aulas?.

Para el historiador de la Sorbona Pierre Vilar, el escritor de Sueca re¨²ne las cualidades de sus amigos: inteligencia, sinceridad y humor, y piensa que es provocativo porque ?pocas veces se puede formular una verdad que no sea una insolencia?. Maravall hizo historia del librepensamiento: ?A un pueblo no se le da fuerza moral vaci¨¢ndole de su historia?, dijo.

M¨¢s de tres horas

Unas 20.000 personas asistieron por la tarde al acto que se celebr¨® durante m¨¢s de tres horas en la plaza de toros de Valencia. La plaza estaba coronada por setenta banderas cuatribarradas y hab¨ªa dos grandes pancartas de la Asociaci¨®n Acci¨® Cultural del Pa¨ªs Valenci¨¢ con la inscripci¨®n ?Por la libertad de expresi¨®n?. Entre el p¨²blico, numerosas cuatribarradas y algunas banderas rojas y republicanas. El acto transcurri¨® sin incidentes.

?En una sociedad sana y estable, o m¨¢s sana y m¨¢s estable, dijo Fuster durante su intervenci¨®n, ?la convocatoria que nos ha reunido, los hechos y la r¨¦plica de protesta quiz¨¢ resultar¨ªan ins¨®litos. No es este el caso, por desgracia. Y si alguna cosa hemos de demostrar aqu¨ª, es la clara voluntad de mantenernos fieles a unos principios y a un trabajo sobre los que aspiramos a edificar el futuro?.

Precedieron a Fuster en el uso de la palabra el director del Instituto de Filolog¨ªa Valenciana, Manuel Sanchis Guarner; el ex consejero de Educaci¨®n del Consejo del Pa¨ªs Valenciano Josep Llu¨ªs Barcel¨®; el pintor Josep Renau, el cantante Raimon, que ley¨® un manifiesto de Acci¨® Cultural, y el fil¨®sofo Jos¨¦ Luis Aranguren.

Renau, quien dijo que ?Fuster es una categor¨ªa de nuestro pa¨ªs?, insisti¨® en la defensa de la libertad de expresi¨®n. Barcel¨® indic¨® que ?el valenciano es nuestra manera de hablar la lengua catalana?. Por su parte, Sanch¨ªs Guarner, entre otras cosas, dijo: ?El libro sagrado del valencianismo contempor¨¢neo vio la luz en 1962. Se titulaba Nosaltres els valencians, y su autor es Joan Fuster?.

Hubo actuaciones de los grupos Al Tall, Els Tornejants d'Algemes¨ª y la Escola de Dolgainers d'Algemes¨ª y de los cantantes Ovidi Montllor y Llu¨ªs Llach.

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