Dimiten el presidente y un miembro de la comisi¨®n liquidadora de Fidecaya por la complejidad de su labor

El presidente y uno de los cinco miembros restantes de la comisi¨®n nombrada por el Gobierno para liquidar la entidad de ahorro Fidecaya han presentado d¨ªas pasados su dimisi¨®n. Aunque no han trascendido los motivos, parecen relacionados directamente con la complejidad de la labor encomendada, que ha provocado retrasos en el inicio de la devoluci¨®n de ahorros garantizados por el Estado (unos 15.000 millones de pesetas).

Los dos dimisionarios, Luis Reija Guedea, presidente de la comisi¨®n, y Fernando Sales Gargallo hab¨ªan sido nombrados en representaci¨®n del Ministerio de Hacienda. Contin¨²an en sus cargos el otro representante de Hacienda, Emilio Cano, subdirector general de inspecci¨®n de Seguros: el del Ministerio de Econom¨ªa, Ferm¨ªn Molina, jefe del servicio de Inspecci¨®n Financiera; el del Banco de Espa?a, Manuel Zamanillo, inspector jefe, y el representante del Consejo de Administraci¨®n de Fidecaya, suspendido en sus funciones hace un mes, Ram¨ªrez Pomata.Poco despu¨¦s de recibir las dimisiones, el ministro de Hacienda, Jaime Garc¨ªa A?overos, elev¨® el pasado viernes al Consejo de Ministros la propuesta de nombramiento de otros dos representantes, que son Jaime Isac Aguilar y Jos¨¦ P¨¦rez P¨¦rez. La designaci¨®n de ambos fue publicada ayer mismo en el Bolet¨ªn Oficial del Estado, para que el plan ordenado de pagos a los ahorradores (v¨¦ase EL PAIS de 1 de octubre de 1981) pueda empezar lo m¨¢s r¨¢pidamente posible. Sin embargo, hoy, domingo, cumple el plazo de un mes fijado por el Gobierno el 4 de septiembre y, seg¨²n fuentes de Fidecaya, no es previsible que comiencen las devoluciones en toda Espa?a hasta dentro de varias semanas.

Dificultades de la comisi¨®n

Las distintas versiones parciales recogidas por este peri¨®dico coinciden en que la tarea de la comisi¨®n es dif¨ªcil. Adem¨¢s de pagar los citados 15.000 millones en un a?o a los ahorradores, el 25% al menos en los tres primeros meses, debe hacer inventarlo de los bienes de Fidecaya y su grupo de empresas participadas (diez financieras y treinta inmobiliarias), con el fin de realizarlos o venderlos.Pese a que la Direcci¨®n General de Seguros tuvo intervenida Fidecaya desde junio de 1965 a julio de 1971 y realiz¨® despu¨¦s cuatro inspecciones (enero de 1974, febrero de 1977, febrero de 1980 y agosto de 1981), nunca hasta ahora se ha podido investigar entre las filiales. La citada direcci¨®n no ten¨ªa las competencias dadas a este respecto a la comisi¨®n liquidadora. No obstante el ¨²ltimo balance de Fidecaya refleja, con datos a 30 de junio, que gran parte de las inversiones estaban en las empresas de su grupo.

En efecto, de un activo total o destino de los fondos pr¨®ximo a los 20.000 millones de pesetas, aquel balance atribu¨ªa 4.200 millones a p¨¦rdidas acumuladas y ajustes (una auditor¨ªa realizada en 1980 cifraba el desequilibrio patrimonial en 5.000 millones de pesetas). Del resto, excepto unos 4.500 millones realizables (1.800 en efectos y pr¨¦stamos, otros mil en inmuebles y mobiliario, etc¨¦tera), todo estaba destinado a sociedades filiales. La contabilidad de estas inversiones hablaba de 9.700 millones de pesetas en pr¨¦stamos e intereses y, 571 millones en acciones.

Por otra parte, la situaci¨®n de alguna de las filiales parece no estar clara, a juzgar por palabras atribuidas al presidente dimisionario de la comisi¨®n, Luis Reija, en relaci¨®n con la empresa de artes gr¨¢ficas Cosol, ubicada en el poligono industrial de Guadalajara, seg¨²n noticias recogidas por EL PAIS. Un centenar de trabajadores de esta empresa, que se est¨¢n incorporando a sus puestos tras varias regulaciones de empleo, tratan estos d¨ªas de saber si est¨¢n en manos de la comisi¨®n liquidadora (varios representantes les han dicho que no son Fidecaya), de Cemesa (el presidente de esta empresa es el actual propietario de Fidecava) o de Miguel Soriano, quien vendi¨® en mayo pasado Fidecaya al presidente de Cemesa a cambio de una peseta por acci¨®n y de que ¨¦ste, Vicente Edmundo Alfaro, asumiera todos sus compromisos frente a Promobanc y Fidecaya (v¨¦ase EL PAIS de 19 de septiembre de 198 l).

Cosol, propiedad hace a?os delempresario de Prensa Rodrigo (editor del diario SP), fue embargada por el Banco Coca, a quien la compr¨® Miguel Soriano. Despu¨¦s de editar diversas publicaciones, entre ellas el diario El Alc¨¢zar y m¨¢s tarde Mundo Obrero, y publicaciones de la cadena Eusebio Su¨¢rez, la empresa qued¨® semiabandonada, coincidiendo con los problemas financieros de Soriano.

Vicente Edmundo Alfaro y sus representantes en Fidecaya, uno de los cuales es miembro de la comisi¨®n, no se opusieron al expediente de liquidaci¨®n instruido el 21 de agosto pasado por la Direcci¨®n General de Seguros, despu¨¦s de que se registrara una notable retirada de dep¨®sitos en Fidecaya a ra¨ªz de las noticias sobre el embargo de los derechos de Cemesa en los terrenos ganados al mar por la construcci¨®n del puerto deportivo de Benalm¨¢dena. En su opini¨®n, si no hubiera sido por esta alarma, la empresa podr¨ªa haber sido reflotada, o, en todo caso, transformada en una entidad operante en el mercado hipotecario.