Jameini, presidente de un Ir¨¢n roto
EL 96%, caracter¨ªstico de toda elecci¨®n ama?ada, ha dado la presidencia de la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n al hojatoleslam Al¨ª Jamenei, el "candidato de Dios", el "m¨¢rtir viviente" -herido y medio paralizado en un atentado- que representa la corriente integrista, de la que es uno de los principales cerebros. Es la primera vez que un hombre de religi¨®n ocupa la Presidencia de la Rep¨²blica. El significado que se puede dar a esta elecci¨®n-designaci¨®n es el de que el poder emanado del im¨¢n Jomeini no est¨¢ dispuesto a la menor concesi¨®n, al m¨¢s leve pacto con las distintas fuerzas que combaten en el pa¨ªs. Quince mil mollahs -depositarios de la doctrina pura- 30.000 milicianos, tratan de sostener este poder, continuamente vulnerado por los atentados de una extra?a eficacia -tanta que s¨®lo pueden estar realizados desde el interior mismo del aparato del r¨¦gimen-, mientras los militares se concentran en la zona fronteriza de Irak, donde se realiza una lenta guerra de posiciones -como si los dos adversarios evitasen emplearse a fondo- y en la zona del Kurdist¨¢n, donde hay guerrillas tribales.La elecci¨®n de Jamenei para la Presidencia de la Rep¨²bl¨ªca no tiene m¨¢s importancia, como queda dicho, que la afirmaci¨®n de una l¨ªnea teocr¨¢tica intransigente y el cumplimiento de un tr¨¢mite constitucional, pero no modifica el terrible cuadro del pa¨ªs. Este cuadro se descompone en una acumulaci¨®n de situaciones negativas: una guerra exterior, un fuerte terrorismo interior, un terrorismo de Estado, una oposici¨®n de numerosas cabezas en el exilio, un mundo occidental hostil, un mundo isl¨¢mico que teme el contagio del revolucionarismo despertado por el im¨¢n, unas guerrillas tribales o raciales, una paralizaci¨®n casi absoluta del trabajo, una disminuci¨®n grave en la producci¨®n de la riqueza del pa¨ªs -el petr¨®leo- y una tensi¨®n pendiente de la vida de un hombre de 81 a?os, el im¨¢n Jomeini, que cree firmemente que es el int¨¦rprete ¨²nico de Al¨¢. Con este inventario de tragedias se puede dif¨ªcilmente pronosticar un buen futuro; ni siquiera cualquier forma de futuro.
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