Karl Carstens,

presidente de la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA), est¨¢ "agradecido y avergonzado" despu¨¦s de la aver¨ªa sufrida por el avi¨®n que deb¨ªa transportarlo desde Santiago de Compostela a su pa¨ªs. Agradecido, al Rey de Espa?a, quien prest¨® su avi¨®n; avergonzado, por el fallo t¨¦cnico. El asunto ha merecido los honores de un editorial del peri¨®dico Bild Zeitung, que cita una palabras de Carstens en Santiago: "Mi pa¨ªs tuvo en el pasado fama por su buena t¨¦cnica pero hoy parece que las cosas han cambiado". En el asunto de la aver¨ªa del aparato de la Aviaci¨®n Federal llueve sobre mojado. Hace d¨ªas, el ministro de Asuntos Exteriores de la RFA, Hans-Dietrich Genscher, se qued¨® colgado en Nueva York por otra aver¨ªa de un aparato de la Aviaci¨®n Federal, a los que se llama ir¨®nicamente "Apel Air Lines" (Apel, Hans Apel, es el ministro de Defensa). Para el comentarista del Bild Zeitung, se trata de una cuesti¨®n casi de honor nacional, cuando escribe: "El presidente federal, el canciller y los ministros viajan, como embajadores de la capacidad alemana, t¨¦cnica de primera y garant¨ªa para todo el mundo, desgraciadamente en viejas cafeteras. Esperamos que las cosas no sigan as¨ª mucho tiempo".