El presidente del Gobierno hace campana entre citas cultas y profesi¨®n de galleguismo
?Fui yo quien propuse la noche de la dimisi¨®n de Adolfo Su¨¢rez que se separaran la presidencia del Gobierno y la del partido centrista. No ser¨¦ yo quien combata ahora esa situaci¨®n. No comparto la opini¨®n de quienes me aconsejan intervenir en sentido contrario. La existencia de dos presidencias puede dar origen a que surjan diferencias, pero para salvarlas hay un sistema de consulta permanente entre el Gobierno y el partido?.
?No hay discrepancias fundamentales?, se?al¨® el presidente del Gobierno en la conferencia de Prensa que mantuvo ayer tarde en Pontevedra. Calvo Sotelo recorri¨® ayer esta provincia y la de La Coru?a en medio de referencias a gallegos ilustres y de reiteraciones en el sentido de que tres cuartas partes de su sangre son de esta tierra.?Al presidente del Gobierno?, a?adi¨®, ?le importa cuanto sucede en el seno del partido. Y entiendo que, de aqu¨ª a las elecciones de 1983, Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico debe hacer un esfuerzo por lograr una imagen renovada, fiel a sus or¨ªgenes, definida en el mismo centro y sacando las consecuencias del tiempo transcurrido. Desde la presidencia del Gobierno estimular¨¦ ese necesario esfuerzo de acomodaci¨®n?.
En el ¨¢mbito pol¨ªtico nacional, el presidente Calvo Sotelo hizo tambi¨¦n referencia al debate sobre la OTAN y a las coaliciones poselectorales. Sobre la primera cuesti¨®n insisti¨® en que la entrada de Espa?a en el pacto atl¨¢ntico restituir¨¢ a nuestro pa¨ªs la posici¨®n que hubiera tenido de no hab¨¦rselo impedido durante largos a?os el r¨¦gimen anterior. ?La adhesi¨®n a la OTAN supone?, subray¨®, ?la salida del aislamiento y la recuperaci¨®n del lugar que nos corresponde entre las democracias occidentales?.
Respecto a las condiciones en que gobernar¨ªa con los socialistas, el presidente Calvo Sotelo precis¨® que del resultado de las elecciones gallegas, cualquiera que sea, no se deducir¨¢n consecuencias que permitan discutir esa hip¨®tesis. Adem¨¢s, se?al¨® su convicci¨®n de no adelantar la convocatoria de elecciones generales hasta el cumplimiento del plazo de la actual legislatura. S¨®lo se estudiar¨ªa, a su juicio, la f¨®rmula de una coalici¨®n centristas-socialistas si el resultado de las elecciones de 1983 no ofreciera otra mayor¨ªa capaz de apoyar un Gobierno estable.
M¨¢s all¨¢ de estas referencias a la pol¨ªtica nacional, el presidente Calvo Sotelo dedic¨® la jornada, distribuida en cuatro etapas -Betanzos, La Coru?a, Pontevedra y Vigo-, a sostener y apoyar a los candidatos de su partido, pero insisti¨® en que su presencia f¨ªsica no deb¨ªa interpretarse en el sentido de una participaci¨®n en la campa?a electoral, cuyo protagonismo corresponde por entero a los candidatos centristas.
Las cuatro escalas cumplidas por el presidente Leopoldo Calvo Sotelo se han desarrollado dentro de las pautas de un estilo ya conocido, que sus asesores han preferido respetar en sus comparecencias p¨²blicas.
A bordo de un Mercedes blindado, como dictan las normas de seguridad, Calvo Sotelo hizo su llegada a un Betanzos inundado de propaganda aliancista, e hizo un recorrido pie a tierra, desde la plaza principal hasta la iglesia de Santa Mar¨ªa de Azogue, joya del siglo XV. Luego visit¨®, en la iglesia cercana de San Francisco, el enterramiento del pr¨®cer Fern¨¢n P¨¦rez de Andrade, fechado en piedra en 1378. Regres¨® a la plaza aprovechando esta vez el favor de la pendiente, y estrech¨® all¨ª las primeras manos de pensionistas, que buscaban ¨¢vidas las del presidente. Primeras sonrisas, pero pocas.
Las monjas y UCD
Salida para visitar las obras, a punto de concluirse, de la nueva residencia de ancianos de la localidad. La cuadrilla de peones prosigui¨® impert¨¦rrita el acarreo de materiales, como si cada ma?ana Calvo Sotelo se acercara a inspeccionar aquellas obras. Llegaron las hermanitas presurosas por un pasillo para acompa?ar la visita del presidente y de su esposa, Pilar Ib¨¢?ez. Informe sucinto de las caracter¨ªsticas del establecimiento. Y unos periodistas malevolentes que comentan con las hermanas:
-?Votar¨¢n ustedes a la UCID, hermanitas?
-Ya saben ustedes que nosotras siempre lo hacemos.
Nueva salida en caravana hacia el aeropuerto del Albedro. Explicaciones de rutina sobre las limitaciones del aer¨®dromo, cuyas exiguas pistas s¨®lo son capaces de acoger peque?os aparatos de h¨¦lice, como el arcaico Focker. Rogativas para que se construyan instalaciones capaces de ver aterrizar aviones a reacci¨®n.
Y del Albedro al hotel Finisterre, en La Coru?a capital. Conferencia de Prensa. Introducci¨®n algo jerogl¨ªfica de Calvo Sotelo, que insiste en distinguir su presencia en Galicia de cualquier participaci¨®n en la campa?a electoral. Propagac¨ª¨®n de galleguismo, hasta tres cuartas partes de su propia sangre. Cita culta para p¨²blicos sensibles, tomada de Celso Emilio Ferreiro, con quien proclama coincidir en la esperanza de que esta tierra ?despierte de su larga noche de piedra?, pero mucho m¨¢r efectista la cita, porque fue dicha de corrido y en gallego. Al PSOE, que hab¨ªa calificado de tibia la campa?a electoral gallega de UCD, le reproch¨® su tibieza por el eslulgan ?OTAN, de entrada, no?. Defensa de la LOAPA (ley org¨¢nica de Armonizaci¨®n del Proceso Auton¨®mico) y varapalo al diputado Mell¨¢n por su abstenci¨®n en el Pleno del Congreso, que recientemente estim¨® la necesidad de esta norma.
Referencia elogiosa para Domingo Garc¨ªa Sabell, reciente delegado del Gobierno en la comunidad aut¨®noma gallega, que prosigue tan orgulloso de no pertenecer al centrismo y no ha hecho hasta el momento acto de presencia delante de Calvo Sotelo. Declaraci¨®n tajante s¨®bre su principal preocupaci¨®n: el porcentaje de abstenciones que se teme. Cautela sobre la mayor¨ªa que saldr¨¢ de los comicios gallegos y las posibles coaliciones poselectorales. Evaluaci¨®n positiva de la actual temperatura militar, que estima claramente en descenso. Aceptaci¨®n de que una nueva campa?a terrorista, sumada a las previsibles actividades de la extrema derecha en v¨ªsperas de la celebraci¨®n del juicio del 23-F, pueda disparar otra vez el term¨®metro de la tensi¨®n castrense. Referencia a la verja de Gibraltar, cerrada en su d¨ªa por decisi¨®n de Castiella, que el presidente considera arcaica en el momento presente.
Almuerzo multitudinarlo en el hotel coru?¨¦s. Contacto con los candidatos. Foto para la Prensa local en el preciso momento de ingerir unos mejillones. El delegado de Sanidad de la Junta aclara a EL PA?S que se trata de moluscos en conserva, enlatados con fecha anterior a las alteraciones del planeton marino que causaron efectos de disenter¨ªa en los consumidores.
La campa?a electoral gallega est¨¢ presidida por la obsesi¨®n de restarle puntos a los abstencionistas, cuyo n¨²mero y proporci¨®n todos se?alan como el principal peligro. Las calles gallegas reflejan una superioridad propagand¨ªstica de Alianza Popular. Como se?alaba el cronista pol¨ªtico de Abc Carlos D¨¢vila, el despliegue aliancista, basado en la reiteraci¨®n de la imagen de Fraga, resulta obsceno, siendo as¨ª que el encartelado no concurre a los comicios.
El alcalde de Mi?o, bajo cuya jurisdicci¨®n se encuentra la parroquia de Perbes, solar veraniego de Fraga declaraba a EL PA?S que el l¨ªder aliancista quiere hacer de Galicia su Baviera y construir el partido a la imagen y semejanza de la CSU de Strauss.
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