Los Reyes, en la Complutense

LA PRESENCIA de los Reyes y el discurso de don Juan Carlos en la inauguraci¨®n del curso acad¨¦mico en la Universidad Complutense ilustran de nuevo la voluntad de la Corona, ampl¨ªamente demostrada ya en otras ocasiones, de reconocer al mundo de la cultura, la investigaci¨®n y la ense?anza superior el lugar preferente y ejemplar que le corresponde en una sociedad pluralista y en un sistema de libertades. El poeta Jos¨¦ Hierro tuvo oportunidad de resaltar, en la entrega de los premios Pr¨ªncipe de Asturias, ante los Reyes y el pr¨ªncipe Felipe, que el aire de la libertad, sin el cual la aut¨¦ntica cultura muere por asfixia, lo ha hecho posible en nuestro pa¨ªs la Monarqu¨ªa parlamentaria. El autor de Cuanto s¨¦ de m¨ª, con la autoridad de sus propias experiencias, record¨® que la cultura v¨ªve en las dictaduras al servicio de la tiran¨ªa, aludi¨® a la muerte de Federico Garc¨ªa Lorca como tr¨¢gico s¨ªmbolo de la intolerancia y puso fecha -el 24 de febrero de 1981 - a esa garant¨ªa dada por el Rey de "este aire de libertad que respiramos y que nos permitir¨¢ continuar adelante en la tarea de lograr esa Espa?a que anhelamos".Tras el acto del teatro Campoamor, que sell¨® el entendimiento y el respeto mutuo entre la Corona y el mundo de la cultura, las palabras del Rey en el paraninfo de la Complutense han tenido un calor que rebasa el tono meramente protocolario del saludo de un Jefe del Estado a los claustros universitarios. Don Juan Carlos ha reiterado esa vieja certidumbre humanista de que la sabidur¨ªa es el camino para que los seres humanos sean mejores, ha subrayado el car¨¢cter prioritario de la investigaci¨®n y de la transmisi¨®n de los conocimientos y ha recordado la necesidad de una estrecha vinculaci¨®n entre la sociedad y la universidad. La rnenci¨®n a las dificultades para asignar los recursos econ¨®micos que la ense?anza superior precisa, y la alusi¨®n a los "necesarios cambios legislativos" que se hacen esperar pueden servir de est¨ªmulo a las Cortes Generales para un r¨¢pido debate de la demorada ley de Autonom¨ªa Universitaria y una justa valoraci¨®n de las prioridades presupuestarias en curso de discusi¨®n.

De estos ¨²ltimos aspectos se ha ocupado tambi¨¦n el ministro de Educaci¨®n, al se?alar que la universidad precisa m¨¢s recursos y una mejor utilizaci¨®n de los existentes, y al comprometerse a que la LAU termine su larga marcha y emprenda, dentro de pocos d¨ªas, su tramo final hasta el Bolet¨ªn Oficial del Estado. El discurso de Juan Antonio Ortega no se limit¨® a cumplir con una formalidad acad¨¦mica, sino que traz¨®, de forma sucinta e inteligente, un inventario bastante completo de las transformaciones de la vida univers¨ªtaria en el medio siglo que ha transcurrido desde que Jos¨¦ Ortega y Gasset escribiera Misi¨®n de la universidad. El an¨¢lisis de las transformaciones que los cambios econ¨®micos, sociales y pol¨ªticos imponen a la triple funci¨®n orteguiana -la transmisi¨®n de la cultura, la ense?anza de las profesiones y la investigaci¨®n cient¨ªfica- puede servir de marco adecuado para ese debate sobre la ense?anza superior, que concierne no s¨®lo al personal docente y al alumnado, sino a la sociedad entera. A nadie se le escapa, por lo dem¨¢s, el mensaje que llev¨® consigo la menci¨®n de Juan Antonio Ortega al papel arbitral y superior de la Corona como "mantenedora esencial de nuestras libertades p¨²blicas", as¨ª como su homenaje a las sucesivas generaciones de estudiantes que salieron de la Complutense desde hace veinte o treinta a?os "con arraigadas convicciones democr¨¢ticas de respeto mutuo, de convivenc¨ªa en la diversidad y en la discrepancia".

Esas palabras del ministro de Educaci¨®n fueron confirmadas, por lo dem¨¢s, por Francisco Bustelo, quien expres¨® "la satisfacci¨®n y el alto honor" que representaba la presencia de los Reyes en la Complutense y su acepta ci¨®n de "la invitaci¨®n de un rectorado que es fundamentalmente acad¨¦mico", pero que tiene, aunque s¨®lo sea por la condici¨®n de senador socialista del rector, "una proyecci¨®n pol¨ªtica inevitable". La imagen . p¨²blica del Rey inaugurando el curso acad¨¦mico en una universidad cuyo rector es un veterano dirigente del PSOE ense?a m¨¢s que mil palabras sobre los enormes avances realizados por la sociedad espa?ola hacia la convivencia. Y las palabras de Francisco Bustelo al recordar que don Juan Carlos "supo cumplir con inteligencia y energ¨ªa su papel de Jefe de Estado constitucional en momentos diriciles a¨²n no lejanos", y al saludar a "unos Monarcas preocu pados por el mundo de la ciencia y de la cultura" mues tran tambi¨¦n la madurez de la izquierda parlamentaria espa?ola.