Leves hallazgos

La compa?¨ªa de teatro barcelonesa Dagoll Dagom vino a Madrid hace un par de a?os con Antaviana: una escenificaci¨®n de cuentos de Pere Calders. Era un espect¨¢culo deslumbrante, repleto de hallazgos teatrales, de direcci¨®n y de interpretaci¨®n. Trae ahora otro espect¨¢culo, Noche de San Juan. Esta vez el texto es del propio colectivo. No parece dotado para este trabajo.El gui¨®n consiste en los milagros atribuidos a la noche de San Juan como pretexto para algunas fantas¨ªas l¨ªricas, a la manera de las antiguas revistas (que, finalmente, lo que son las cosas, y los tiempos y las costumbres, terminan ech¨¢ndose de menos). Donde brota la iron¨ªa y la parodia hay cuadros salvables: el de los macari, el de los progres, que caen en el vicio. tan frecuente, de recrearse

en su propia gracia y alargarse en ella, hasta dejarla perder.

Son sus mejores hallazgos. Como alg¨²n figur¨ªn -de Isidre Prunes Montse Amen¨®s-, como las parodias de Sisa y alguna de sus canciones: como el talento de int¨¦rprete c¨®mica de Ana Rosa Cisquella -y un viejo contemplador de revista no puede menos que admirarse de sus bellas piernas-; siguen, en general, siendo buenos actores, pero se comprueba otra vez m¨¢s que un buen actor, como un buen director, cuando no tiene un texto con di¨¢logos agudos y con situaciones bien inventadas, puede hacer muy, poco para sacar adelante el espect¨¢culo.

Gana este espect¨¢culo cuando tiene iron¨ªa y cr¨ªtica -muy, pocas veces-, lo pierde todo cuando se sentimentaliza enternece (y si en esas ocasiones hay quiz¨¢ tambi¨¦n intento de parodia o s¨¢tira, quedan tan ocultas que s¨®lo se ve la parte que llamar¨ªamos hortera, el aspecto de mal gusto).

Trabajo de coreograf¨ªa

Aparece siempre un buen trabajo de coreograf¨ªa, de expresi¨®n corporal; pero apenas apuntan, y r¨¢pidamente dejan de estar. Quiz¨¢ en catal¨¢n y no solamente por el idioma propio del grupo, sino por sus rasgos de sainete que se pierden con el trasplante -pese a tan ilustres traductores como Juan Mars¨¦ para la prosa y Jaime Gil de Biedma para las canciones, lo cual, por lo menos, nos da una buena impresi¨®n idiom¨¢tica- parece perderse.Los peque?os hallazgos, los breves momentos de acierto nos permiten cerciorarnos que por debajo de todo esto sigue habiendo una buena compa?¨ªa teatral: capaz de despertar respeto, sobre todo por el recuerdo de su Antaviana, que no sali¨® por casualidad. Pero todo ello est¨¢ anegado Pero este desacierto del gui¨®n, de las situaciones y del texto. Puede resumirse diciendo que se ve que son unos buenos profesionales, una excelente gente de teatro, a los que este espect¨¢culo, les ha salido mal. Pasa mucho.

El p¨²blico del estreno pareci¨®, sin embargo muy complacido, aplaudi¨® muchas veces en el curso de la representaci¨®n, sinti¨® el atractivo personal de Sisa, y prolong¨® sus ovaciones al final. Se hab¨ªan divertido. Tuvieron suerte.