Bela Bartok y el pasado espa?ol

Cuarteto Hisp¨¢nico -Numen. Obras de Manuel Canales, Carlos Ord¨®?ez y Bela Bartok. Teatro Real, 6 de octubre.

Un programa cuartet¨ªstico como el interpretado en el Real por el Cuarteto Hisp¨¢nico-Nurnen revela una sensibilidad muy alta y un querer hacer m¨²sica no s¨®lo con belleza, sino con utilidad. Si recordar el sexto y dificil¨ªsimo cuarteto de Bela Bartok puede servir para medir la capacidad de un cuarteto, dedicar la primera parte a p¨¢ginas apenas escuchadas, de autores espa?oles plenamente o de origen, otorg¨® dimensiones informativas al concierto.Es conocido el trasiego de m¨²sicos que registra el siglo XVIII. Un centro como Viena puede acoger a Vicente Martin y Soler, a Mariana Mart¨ªnez -austriaca, hija de espa?ol-, de la que habla Burney en sus c¨¦lebres Viajes; a Carlos Ord¨®?ez, cuartetista; o Antonio Martorell, que escribiera una cantata para el santo de Francisco I.

Como contrapartida, los italianos se establec¨ªan entre nosotros y, sin recurrir a los consabidos Bocherini y Brunetti, un Manuel Cabazza, plenamente espa?olizado; un Felipe Lib¨®n, gaditano de origen franc¨¦s, o un Rufino Lacy, bilba¨ªno de familia inglesa, son protagonistas de nuestra incipiente m¨²sica de c¨¢mara (tr¨ªos, cuartetos, quintetos, a veces con guitarra), en an¨¢loga medida que Esteban Araciel, D¨¢maso Ca?ada, Almeida, Cabalt de Atayde y el toledano Manuel Canales.

Si la amabilidad de Mariana Mart¨ªnez en su m¨²sica no basta -en uni¨®n de su correcta escritura- para situarla demasiado alto, Carlos Ord¨®?ez aparece como autor de mayor solidez, tal y como pudimos comprobar en el cuarteto n¨²mero 6, excelentemente tocado por Polina Kotliarskaia, Francisco Javier Comesa?a, Juan Krankenburger y Jos¨¦ Mar¨ªa Redondo. Para m¨ª encierra mayor atractivo la obra de Manuel Canales, pues, aun dentro de su sencillez y fidelidad a las normas. imperantes, nos ofrece algunos atractivos de especial significaci¨®n: la concisi¨®n de formas que parece producto de una voluntad de s¨ªntesis, la brevedad de los dise?os, la contenci¨®n de los desarrollos y ciertas alusiones -quiz¨¢ inconscientes- t¨ªpicamente espa?olas.

Desde 1971, la obra de Canales va incorpor¨¢ndose, poco a poco, al repertorio, y ser¨ªa hora de una reedici¨®n. Tambi¨¦n el Cuarteto de Par¨ªs program¨® el mismo cuarteto escuchado ahora, quiz¨¢ el de m¨¢s rotunda gracia de cuantos conocemos de Canales.