Barcelona, puerto franco para la entrada clandestina de colza
El puerto de Barcelona era la entrada de aceite de colza apto para el consumo humano, que se introduc¨ªa en Espa?a ilegalmente por L¨ªpidos Ib¨¦ricos y luego se distribu¨ªa por todo el territorio nacional para efectuar mezclas con otros aceites y venderlo al consumo dom¨¦stico. La corrupci¨®n de miembros de la Administraci¨®n facilitaba este tr¨¢fico.
Desde noviembre de 1980, el traficante de colza comestible no hab¨ªa tenido ning¨²n problema con sus clientes habituales. Los camiones cisternas cargaban aquel producto inofensivo en los dep¨®sitos de Relisa (Receptora de L¨ªquidos, SA) en el puerto de Barcelona y lo transportaban directamente a la refinadora o al envasador. El traficante en aceites compraba a 87,50 pesetas el kilo de colza a Sociedad Mediterr¨¢nea y lo vend¨ªa a 88,75. Sociedad Mediterr¨¢nea lo compraba a su vez a L¨ªpidos Ib¨¦ricos, SA, que lo importaba clandestinamente bajo licencia falsificada, a trav¨¦s de una organizaci¨®n perfecta, que inclu¨ªa contactos con funcionarios de la Administraci¨®n, en puertos y aduanas.A principios de mayo, sin embargo, el habitual traficante de colza ofreci¨®, como de costumbre, sus cisternas cargadas a 88,75 pesetas el kilo. La respuesta del asiduo cliente fue cortante y casi burlona: ?Ni hablar. Tengo colza hasta en la sopa, y adem¨¢s mucho m¨¢s barata. A 82 pesetas el kilo. Alguien no identificado todav¨ªa hab¨ªa conseguido penetrar en el circuito clandestino de colza, utilizando otras v¨ªas que daban un mejor precio. No pod¨ªa proceder de L¨ªpidos Ib¨¦ricos, ya que su precio de venta era de 87,50. El vendedor habitual localiz¨® por fin al advenedizo comerciante en colza que se cruzaba en su camino con mejor oferta, y result¨® llamarse Ferrero -?un hombre listo, r¨¢pido y osado, ? que te convence, ?oye!, a la primera?- y era propietario de Raelca.
Posteriormente comprob¨® que aquel Ferrero, que ofrec¨ªa aceite tan barato, era procesado y encarcelado por cometer un delito contra la salud p¨²blica -que ya cuenta con 160 muertos y unos 15.000 afectados-, por distribuir para el consumo humano la colza desnaturalizada que entraba legalmente en Espa?a para uso industrial.
El aceitero decide entonces penetrar tambi¨¦n en el circuito de importaci¨®n y env¨ªa al Ministerio de Comercio una solicitud de licencia de importaci¨®n para 500.000 kilos de colza. En mayo hab¨ªa colza abundante en el mercado -en el circuito clandestino comestible, en el circuito t¨®xico mortal y en un tercero t¨®xico no mortal, debido al peque?o contenido del desnaturalizado en la mezcla-. Los clientes pagaban en met¨¢lico y liquidaban mediante documentos sin membrete.
Ante la avalancha, los que conocen el negocio empiezan a sospechar y a comentar que la colza natural cruda, tan abundante en un mercado nacional que s¨®lo produce 3.000 toneladas al a?o, entra en Espa?a ilegalmente bajo licencia falsa de colza desnaturalizada. Las importaciones de colza comestible est¨¢n prohibidas y s¨®lo pueden realizarse bajo comercio de Estado, mientras que las de colza desnaturalizada para uso industrial est¨¢n liberalizadas, pero precisan licencia.
El Ministerio de Comercio responde negativamente a la petici¨®n del aceitero. No hay licencia. Poco tiempo despu¨¦s recibe, sin embargo, una llamada telef¨®nica no identificada, en la que le proponen garantizarle la concesi¨®n de una licencia falsa, mediante el pago de un mill¨®n de pesetas y 0,50 pesetas por kilo para gastos de aduana. Ellos se encargar¨ªan de cambiar la posici¨®n estad¨ªstica de la petici¨®n de licencia y la presentar¨ªan en un registro de provincias donde carecen de ordenador.
Una aduana paralela de traficantes de colza
El d¨ªa 28 de mayo, el vendedor de una parte de la colza importada por L¨ªpidos Ib¨¦ricos se present¨® en Par¨ªs en las oficinas de la compa?¨ªa francesa OIeagri dispuesto a comprar un mill¨®n de kilos, pero la suculenta operaci¨®n resulta imposible sin la correspondiente licencia. Se le escapa de las manos una importaci¨®n de colza que podr¨ªa haber comprado a Oleagri por 2,75 francos el kilo, m¨¢s un arancel del 22%, es decir, a unas 55 pesetas kilo.
El proyecto es imposible sin pasar por la aduana paralela establecida en Espa?a por una banda de traficantes especializados en la importaci¨®n de colza bajo licencias falsas; operaci¨®n que realizan con la complicidad de algunos funcionarios de la Administraci¨®n que cometen irreguiaridades y/o hacen la vista gorda. Quince d¨ªas despu¨¦s de su regreso de Par¨ªs, en v¨ªsperas del Corpus, todos abjuran de la colza como si del diablo se tratara. Los clientes de toda la vida llaman a los vendedores para que retiren las existencias de colza comestible, pese a que los an¨¢lisis demuestran que no contiene t¨®xico alguno. Es un tema que electrocuta. Oficialmente se ha reconocido que los afectados por la hasta entonces llamada neumon¨ªa at¨ªpica deben su extra?a enfermedad al envenenamiento por consumir aceite de colza desnaturalizado para uso industrial.
Comienza la quema de documentos
La primera reacci¨®n consiste en quemar los documentos que puedan comprometer a los implicados, tanto en el circuito clandestino de colza comestible como en el de colza t¨®xica. En algunos puntos de Espa?a ambos circuitos se han cruzado. Sin embargo, los datos que obran en poder de este peri¨®dico no se van a hacer p¨²blicos, por el momento, para no entorpecer la labor de la polic¨ªa, que contin¨²a investigando en diversas zonas de Espa?a.
Pero el aceite pesa y ocupa un espacio considerable. Los dep¨®sitos, las b¨¢sculas y los camiones cisterna son testigos del fraude y del crimen, seg¨²n se trate de uno u otro circuito, ambos ilegales. Por tanto, la investigaci¨®n de EL PA?S, realizada por un amplio equipo de redactores y corresponsales durante m¨¢s de dos semanas, se ha encaminado hacia dos vertientes distintas, que confluyen en el puerto de Barcelona y en RAPSA.
Siguiendo el camino inverso de las cisternas de colza comestible, llegamos desde los refinadores de varias regiones espa?olas a los dep¨®sitos de Relisa, en el puerto de Barcelona. Y detectando los embarques en el puerto de Rotterdam (Holanda) de colza comestible, y siguiendo la ruta del ¨²ltimo buque holand¨¦s, llamado Toltek, observamos que ambos caminos coinciden en un punto: el tanque n¨²mero 54 de los que Relisa tiene en el puerto de Barcelona. El otro circuito de aceite t¨®xico desnaturalizado es el que viene de las compa?¨ªas francesas. Huilierie de la Palisse y Compagnie Oleagineaux Robbe a Rapsa (San Sebasti¨¢n), y de all¨ª a Raelca, Salom¨® y Jorpi.
Tambi¨¦n nos encontramos en el camino con aventuras semejantes, aunque de menor tama?o, realizadas por novatos no pertenecientes a la banda de traficantes establecida, y que caen f¨¢cilmente en manos de los inspectores de aduanas. Es el caso de los que importan colza por carretera en r¨¦gimen de TIR y son descubiertos y multados por infracci¨®n o fraude tributario o contrabando.
En cuanto al descubrimiento de la banda de traficantes -adelantado ayer por EL PA?S-, los funcionarios de Aduanas contin¨²an a¨²n investigando la naturaleza del cargamento del buque Toltek, descargado en el tanque n¨²mero 54 de Relisa en Barcelona, y la polic¨ªa hace lo propio con los camiones que cargaron en Relisa y distribuyeron la colza por Espa?a.
Debido a la estrecha colaboraci¨®n existente entre las aduanas de todo el mundo ha sido posible detectar que una parte del cargamento del buque Toltek recibida en Rotterdam era aceite de colza comestible adquirido por un intermediario a Oleagri, y destinado a L¨ªpidos Ib¨¦ricos. Sin embargo, el manifiesto del buque y la licencia de importaci¨®n presentada en el puerto de Barcelona no coinciden ni con la carga en origen, ni con el cargamento que los camiones-cisterna recogieron en Relisa del dep¨®sito donde descarg¨® el buque un mill¨®n de kilos de colza, aproximadamente.
Nuestra delegaci¨®n en Barcelona ha confirmado que una parte del cargamento del Toltek desembarcado el 19 de mayo de 1981 era, seg¨²n consta en el manifiesto del citado buque, acid oil (conocido como aceite ¨¢cido, u olefinas vegetales por extracci¨®n f¨ªsica). Iba destinado a la empresa L¨ªpidos Ib¨¦ricos, SA, actualmente en suspensi¨®n de pagos. Un empleado y el director gerente de esta empresa se encuentran detenidos acusados de estar relacionados con la venta de aceite t¨®xico a la empresa Jap, de Badajoz.
Seg¨²n fuentes oficiales del puerto de Barcelona, informa nuestro delegado Alfons Quint¨¢, el d¨ªa 19 de mayo, el buque Toltek, de bandera holandesa, desembarc¨® en el puerto de Barcelona un car
Barcelona, puerto franco para la entrada clandestina de colza
gamento de 1.007 toneladas de ?aceite ¨¢cido purificado?, seg¨²n consta en la documentaci¨®n oficial del comisario de aver¨ªas que supervis¨® la descarga. En el manifiesto del buque, la carga de referencia resultaba ser 1.011 toneladas, y era calificada de acid oil. En el mismo documento se indica que hab¨ªa sido embarcada siete d¨ªas antes en Rotterdam por una persona a una empresa que recibe el nombre de Big John (El Gran John).
Posteriormente, el agregado de la Embajada espa?ola en Holanda se person¨® en la empresa para obtener informaci¨®n sobre este tema, objeto de investigaci¨®n aduanera, pero fracas¨® en el intento.
En el mismo viaje, el buque transport¨®, siempre seg¨²n su propio manifiesto, 1.172 toneladas de sebo-dos. La carga acid oil iba destinada a L¨ªpidos Ib¨¦ricos, SA, el consignatario de la misma era Ib¨¦rica Mar¨ªtima, y el agente de Aduanas que utiliz¨® L¨ªpidos Ib¨¦ricos para despachar la mercanc¨ªa fue Coma y Ribas, Sociedad Limitada.
La carga de acid oil fue descargada entre las 10.15 y las 17.50 horas del d¨ªa 19 de mayo. La descarga fue efectuada en un muelle pr¨®ximo a la zona arrendada por la empresa Relisa (Receptora de L¨ªquidos, SA), y depositada en el tanque 54, uno de los que posee esta empresa portuaria. El comisario de aver¨ªas Estiarte procedi¨® a su pesaje y rese?¨® la mercanc¨ªa como ?aceite ¨¢cido purificado?.
Al parecer, en fuentes pr¨®ximas a la aduana se atribuy¨® a la empresa SCS Espa?ola de Control, SA, la obtenci¨®n de las muestras del cargamento por cuenta de L¨ªpidos Ib¨¦ricos, para entregar a la aduana y comprobar que corresponde tal muestra de la carga con lo que dice la licencia.
La compa?¨ªa SCS Espa?ola de Control, SA, una de las m¨¢s grandes del mundo en la especialidad, ha desmentido a EL PA?S su supuesta participaci¨®n en la obtenci¨®n de muestras de la citada carga, y ha manifestado tambi¨¦n que es casi imposible enga?ar a sus inspectores en los puertos cambiando unas muestras por otras.
No obstante, la polic¨ªa sigue la pista de numerosos camiones-cisterna que cargaron de aquel tanque la consabida colza comestible. He aqu¨ª algunas de las matr¨ªculas de estos camiones del tr¨¢fico de colza comestible, entre los que destacan las empresas Andani y Roca: V-4178-AU, V-6665-AK, V-6666-AK, V-7177-RL, V-0988-AL, NA-51.519, B-761.744, MU-6464-L, V-2629-AC, M-5645-1, T-29 450, T-5441-1; de estos camiones, algunos, como el NA-51 519, de Roca, realizaron varios viajes al mismo tanque (el 3, el 5 y el 9 de junio).
Un papel comprometedor para Comercio
Con anteriorid ad al 19 de mayo, fecha de la descarga del ¨²ltimo buque, algunos de estos mismos camiones, como es el caso de los de V icente Andani Barber¨¢, era ya expertos en el transporte de colza comestible, como prueba el documento del Ministerio de Comercio que reproducimos en estas p¨¢ginas. Por este documento, nos consta que el cami¨®n matr¨ªcula V-4178-AU, de Andani Barbera hab¨ªa descargado en Brenes (Sevilla) para Manuel de Pablo e Hijos (clave telegr¨¢fica Garcipablos) cuyos due?os est¨¢n emparentados con el abogado Antonio Garc¨ªa Pablos, presunto defensor de los consumidores espa?oles y que dimiti¨® recientemente como presidente de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU). El contenido de aquella cisterna era, seg¨²n reza oficialmente en el documento que copiamos a continuaci¨®n, ?aceite de colza crudo?. El documento tiene su fecha oficial de salida en el 20 de agosto, con el n¨²mero 734, y dice lo siguiente:
?Don Luis Ruiz Llanos, subdirector general de Informaci¨®n e Inspecci¨®n de la Direcci¨®n General de Competencia y Consumo del Ministerio de Econom¨ªa y Comercio.
Certifica: Que por el Centro de Investigaci¨®n y Control de Calidad de esta subdirecci¨®n, han sido analizadas seis muestras de aceite crudo de colza intervenidas por la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Valencia, a don Vicente Andani Barber¨¢, vecino de Villanueva de Castell¨®n (Valencia), y que seg¨²n dicha jefatura se corresponden con seis cisternas de este mismo aceite descargadas por el se?or Andani en Brenes (Sevilla) a don Manuel de Pablo e Hijos.
Dichas muestras fueron remitidas por escrito n¨²mero 5.731, de fecha 18 de julio del presente a?o, de la citada jefatura superior y contestado por oficio n¨²mero 2.285, de fecha 29 de julio, del Centro de Investigaci¨®n y Control de Calidad, en el que se daba cuenta de que los an¨¢lisis realizados y que dieron lugar a los boletines de an¨¢lisis n¨²meros 57.091, 57.092, 57.093, 57.094, 57.095 y 57.096, correspond¨ªan a un aceite de colza crudo, sin que contuviera ninguna sustancia extra?a de tipo aminas arom¨¢ticas o anilina, y para la debida aclaraci¨®n se hace constar que el bolet¨ªn de an¨¢lisis n¨²mero 57.091 corresponde a la muestra primera, en fecha 16 de mayo de 1981, matr¨ªcula V-4178-AU, kilos 24.830.
El n¨²mero 57.092, a la segunda, en fecha 19 de mayo de 1981, matr¨ªcula V-5551-AH, kilos 24.615.
El n¨²mero 57.093, a la tercera, en fecha de 20 de mayo de 1981, matr¨ªcula V-4178-AU, kilos 24.765.
El n¨²mero 57.094, a la cuarta, en fecha 21 de mayo de 1981, matr¨ªcula V-6665-AK, kilos 24.135.
El n¨²mero 57.095, a la quinta, en fecha 21 de. mayo de 1981, matr¨ªcula V-3066-AF, kilos 25.035.
El n¨²mero 57.096, a la sexta, en fecha 25 de mayo de 1981, matr¨ªcula V-5551-AH, kilos 24.710.
Y para que conste y a petici¨®n del se?or Andani se firma el presente en Madrid a 20 de agosto de 1981?.
En este tr¨¢fico de contrabando de colza podr¨ªan estar implicados, seg¨²n fuentes pr¨®ximas al Ministerio de Hacienda, donde se siguen las investigaciones sobre la banda de traficantes, el consignatario de la mercanc¨ªa en Barcelona, el agente de Aduanas -colaborador de la Administraci¨®n que despacha por cuenta de terceros-, el capit¨¢n del barco, empresas exportadora e importadora, el funcionario de Aduanas que debe estar presente en el momento de la obtenci¨®n de la muestra de la bodega del buque y que firma el precinto de la muestra y, posiblemente, alg¨²n contacto tambi¨¦n en el Ministerio de Comercio que dirija a los solicitantes de licencia de colza hacia la red de importadores.
Uno de los problemas que plantea la importaci¨®n bajo licencia falsa es la diferencia de precio existente entre el producto real (colza cruda) que hay que pagar en origen, es decir, a Oleagri en Francia, y el producto falso cuyo nombre aparece en la licencia (acid oil) y que es m¨¢s barato. La diferencia de precio hay que exportarla en divisas, pero clandestinamente, ya que oficialmente s¨®lo permiten la salida al exterior del montante del prec¨ªo que aparece en la licencia falsa. Por ello, la red tiene contactos con intermediarios extranjeros, especialmente con una empresa suiza, que es quien compra a Oleagri en nombre de L¨ªpidos Ib¨¦ricos.
Adem¨¢s de la red de importaci¨®n de colza a gran escala, a trav¨¦s del puerto de Barcelona, se han producido otros casos delictivos que han sido descubiertos ya por la Direcci¨®n General de Aduanas, relacionados tambi¨¦n con la importaci¨®n clandestina del mismo producto durante el per¨ªodo de abundancia de la colza. Uno de ellos fue descubierto cuando la empresa Derivan trat¨® de introducir en Espa?a una cisterna de colza comestible en mayo pasado, que fue despachada por el agente de Aduanas Martorell. Errores en la obtenci¨®n y canje de las muestras permitieron descubrir el enga?o, y el agente de Aduanas fue expedientado por el Ministerio de Hacienda.
Tambi¨¦n han sido expedientados, por si hubiera responsabilidad, los funcionarios implicados en la entrada de colza en dos camiones TIR despachados en Barcelona por el agente de Aduanas Buenaventura Barba, con destino a Industria T¨¢rrega. La documentaci¨®n incompleta permiti¨® descubrir la trampa y la colza. Hab¨ªa sido cargada en Burdeos y descargada en Valencia y proced¨ªa de la empresa francesa Oleagri, la misma que vende al intermediario de L¨ªpidos Ib¨¦ricos.
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