Una bomba del IRA hiere muy gravemente a un teniente general del Ej¨¦rcito brit¨¢nico
El teniente general sir Steward Pringle, comandante de los marines reales brit¨¢nicos, fue herido muy gravemente ayer al estallarle una bomba en su coche, en Londres. En un comunicado difundido desde Dubl¨ªn, el IRA (Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s) provisional ha reivindicado el atentado, a consecuencia del cual ha tenido que serie amputada una pierna al general Pringle. Este grupo parece decidido a incrementar sus operaciones fuera del Ulster, una vez finalizadas las huelgas de hambre de sus militantes en la prisi¨®n de Maze, en la capital de Irlanda del Norte.
La primera ministra brit¨¢nica ha hecho un llamamiento a la "vigilancia general" tras el atentado Thatcher dijo que es "absolutamente vital que todo el mundo est¨¦ vigilante e informe de cualquier cosa inhabitual observada". La l¨ªder conservadora se mostr¨® "profundamente inquieta".Sir Steward Pringle, miembro de la nobleza brit¨¢nica en una l¨ªnea que se remontaba m¨¢s de tres siglos en la historia, tiene 53 a?os de edad y una brillante carrera militar tras ¨¦l. En la actualidad estaba al mando de la Infanter¨ªa de Marina y a principios de la d¨¦cada de los setenta hab¨ªa servido por dos veces en Irlanda del Norte.Hacia las 11.30-hdras de ayer, el teniente general sali¨® de su casa, el el barrio de Dulwich, al sur de Londres. Pocos metros despu¨¦s de arrancar, su Volkswagen rojo hizo explosi¨®n, hiriendo asimismo, sin gravedad, a una mujer. Al principio, un portavoz de la polic¨ªa dio a Pringle por muerto, pero la noticia result¨® ser falsa. El general estaba a¨²n consciente.
Curiosamente, su perro labrador, que le acompa?aba, sali¨® ileso. Los bomberos lograron sacar a Pringle de su veh¨ªculo, a¨²n humeante, y una ambulancia lo traslad¨® al hospital King's College, donde fue intervenido quir¨²rgicamente a causa de heridas graves. El ¨²ltimo parte m¨¦dico describ¨ªa su estado cl¨ªnico como estable, tras haber perdido mucha sangre.
El atentado de ayer recuerda al que en marzo de 1979, semanas antes de las ¨²ltimas elecciones generales, le cost¨® la vida a Alrey Neave, estrecho colaborador de Margaret Thatcher y portavoz conservador para asuntos de Irlanda del Norte. El coche de Neave qued¨® destruido al salir de la C¨¢mara de los Comunes por una bomba plantada por el INLA, el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Irlanda del Norte, una facci¨®n rival del IRA.
El intento de asesinato del general Pringle es el primero, en la historia reciente, contra un alto mando militar brit¨¢nico en el Reino Unido. El s¨¢bado pasado, un comando de provisionales del IRA hizo explosionar una camioneta cuando pasaba un autob¨²s de soldados de la guardia irlandesa frente a un cuartel del barrio londinense de Chelsea. Dos personas resultaron muertas y cuarenta heridas.
La brigada antiterrorista de Scotland Yard tem¨ªa una ola de atentados en la capital brit¨¢nica, obra de los paramilitares republicanos norirlandeses, y sus temores parecen confirmarse con el atentado de ayer. Una vez terminadas las huelgas de hambre en el Ulster, estos grupos est¨¢n decididos a romper su relativa tregua en el Reino Unido.
En Irlanda del Norte, por otra parte, los asesinatos intersectarios se han multiplicado esta pasada semana. En seis d¨ªas ha habido cuatro atentados contra cat¨®licos y uno contra un miembro del UDA (Asociaci¨®n para. la Defensa del Ulster, protestante). Ayer una bomba hizo explosi¨®n en un club de golf de la ciudad de Newcastle, en el condado de Down (Ulster), sin causar v¨ªctimas.
Las organizaciones paramilitares -republicanas y lealistas- parecen entrar en un per¨ªodo de ajuste de cuentas, hasta hace poco contenido por la tensi¨®n provocada por las huelgas de hambre.
Estos ¨²ltimos acontecimientos alejan, por el momento, las esperanzas de una distensi¨®n en el Ulster.
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