Dinero , banca y Tercer Mundo / 1
A pocos d¨ªas del comienzo de la minicumbre Norte-Sur en Canc¨²n (M¨¦xico), los resultados de la ¨²ltima asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) no han podido ser m¨¢s decepcionantes para la comunidad mundial, en general, y para los pa¨ªses del Tercer Mundo, en particular. Si alguien esperaba que el FMI iba a decidir incrementar su ayuda a las fuertemente deterioradas econom¨ªas de los pa¨ªses menos desarrollados, o que de alguna manera el BM iba a canalizar nuevos y mayores fondos para el desarrollo de proyectos de inversi¨®n, se ha equivocado completamente, al menos a corto y medio plazo. De momento, todo se ha quedado en promesas.El FMI no va a proceder "por ahora" a la emisi¨®n de nuevos derechos especiales de giro (1), es, decir, a incrementar sus posibilidades de financiar los crecientes d¨¦ficit de la mayor¨ªa de los pa¨ªses, ya que el poner en circulaci¨®n esta liquidez suplementaria arrastrar¨ªa una nueva ola inflacionista, al menos en la decisiva opini¨®n del secretario del Tesoro norteamericano, Donald Regan (2), apoyado, c¨®mo no, por el canciller del Exchequer, sir Geoffrey Howe, y ante el silencio o la indiferencia del resto del mundo industrializado. El no conceder ayudas suplementarias significativas al Tercer Mundo ayudar¨¢, en opini¨®n del presidente Reagan, "a poner orden dentro de la casa" a esta pl¨¦yade de pa¨ªses menos afortunados, pero si lo que sucede, corno algunos especialistas opinan, es precisamente lo contrario, tal inhibici¨®n puede provocar fuertes conmociones pol¨ªticas y sociales en muchos pa¨ªses, que a largo plazo puede ser enormemente,perjudicial para la comunidad mundial.
Por su parte, el nuevo presidente del BM, Alden Clausen, antiguo presidente del Bank of Am¨¦rica, en vez de proponer un, incremento sustancial en la ayuda a la financiaci¨®n de proyectos de inversi¨®n, lo que sugiere es el incentivar a la iniciativa privada a realizarlo, lo que no deja de ser una manera de salirse por la tangente, ya que la iniciativa privada no puede, ni de lejos, prestar a los ipos de inter¨¦s y con los per¨ªodos de amortizaci¨®n que otorga el BM (3). En definitiva, el mensaje del FMI y del BN a los pa¨ªses menos desarrollados ha sido: apri¨¦tense ustedes el cintur¨®n, porque de nosotros no pueden esperar de momento ninguna ayuda adicional.
La falta de medios de los organismos internacionales
Esta conclusi¨®n echa bajo las espaldas de. la gran banca internacional la tarea que estos organismos internacionales no pueden hacer por falta de medios, lo cual, desde luego, no es ninguna novedad, pues lo viene haciendo desde 1974; lo que tal vez es nuevo es la crudeza con la que esta realidad se ha puesto sobre la mesa. La primra, y en mayor medida la segunda crisis petrolera, ha producido un notable desequilibrio en las finanzas internacionales. En concreto, en 1980 el valor de las exportaciones de petr¨®leo alcanz¨® la cifra de 293.000 millones de d¨®lares, mientras que las importaciones del grupo de pa¨ªses exportadores s¨®lo totaliz¨® 136.000 millones de d¨®lares, a lo que habr¨ªa que a?adir las importaciones de invisibles y de armas, que no han debido ser superiores a los 20.000 millones de d¨®lares, lo que representa s¨®lo en ese a?o un super¨¢vit del orden de los 137.000 millones de d¨®lares, cuyo destino final ha sido, fundamentalmente, la gran banca norteamericana y, en menor medida, el mercado de eurod¨®lares e instituciones financieras de Alemania, Suiza, el Reino Unido y Francia.
Las exportaciones de petr¨®leo, 293.000 millones de d¨®lares
El problema, cuando se habla de estas cifras, es que muy poca gente se da cuenta de la escala que realmente representan. As¨ª, el valor total de las exportaciones de petr¨®leo ha pasado de 25.000 millones de d¨®lares en 1972 a 133.000 millones en 1974, y a los 293.000 que hemos¨ªcitado en 1980, y ello para adquirir un 10% menos de petr¨®leo que en 1972. En 1980, las exportaciones de petr¨®leo representaban el 16% del valor de todas las exportaciones mundiales, y con el ritmo de ingresos que est¨¢n obteniendo hoy algunos pa¨ªses exportadores, o m¨¢s, en concreto el mayor de ellos, Arabia Saud¨ª, se podr¨ªa adquirir la totalidad de las mayores empresas mundiales en los mercados de valores en poco m¨¢s de dieciocho a?os (y Arabia Saud¨ª tiene petr¨®leo, al menos, para cincuenta a?os m¨¢s); Exxon, la primera empresa mundial, se podr¨ªa adquirir en tres meses; las diez primeras empresas industriales del mundo, en quince meses, y la totalidad de las empresas espa?olas cotizadas en Bolsa, incluida toda la banca, en menos de cuatro meses.
Otro tipo de compras, como las de armamento altamente sofisticado, supone para un pa¨ªs como Arabia algo as¨ª como el alpiste del loro: por ejemplo, la ¨²ltima gran adquisici¨®n realizada por los saud¨ªes, y que incluye 62 cazabombarderos F-15 (el avi¨®n m¨¢s caro del mundo), 1.177 cohetes, aire-aire para los F- 15, ocho aviones cisternas, los famosos cinco AWAC, junto con veinte estaciones terrestres para la recogida e interpretaci¨®n de la informaci¨®n de los AWAC, todo un arsenal ultramoderno y prohibitivo para la mayor parte de los pa¨ªses industriales, supone menos de un mes de su producci¨®n petrolera.
Un flujo de riqueza canalizado por la gran banca internacional
Otro ejemplo, la British Leyland Motors, el mayor complejo industrial del Reino Unido, se construy¨® gracias al esfuerzo de miles y miles de trabajadores durante un per¨ªodo de setenta a?os. Hoy podr¨ªa ser adquirido por una sola familia de Kuwait con el dinero de s¨®lo once d¨ªas de producci¨®n petrolera.
Este gigantesco flujo de riqueza est¨¢ siendo canalizado desde 1974, por la gran banca internacional, hacia los pa¨ªses con dificultades financieras, es decir, casi todos; y dentro de ellos se incluyen particularmente las ¨¢reas menos desarrolladas.
Entre 1974 y 1980, la gran banca internacional ha tenido que financiar el 75% del d¨¦ficit global mundial por cuenta corriente, frente a s¨®lo el 7% el FMI: esto da la medida de la parte que est¨¢n financiando cada instituci¨®n, y sobre todo, y aqu¨ª est¨¢ el punto m¨¢s d¨¦bil del sistema, de los enormes riesgos que est¨¢ corriendo la gran banca, cuyo destino est¨¢ hoy irremediablemente unido al del mundo menos desarrollado.
Ciertamente, los beneficios que est¨¢n obteniendo estas instituciones son enormes, con tipos de inter¨¦s muy altos, pero los riesgos en que est¨¢n incurriendo tambi¨¦n lo son. El Citibank, por ejemplo, est¨¢ obteniendo m¨¢s del 40% de sus beneficios totales del Tercer Mundo.
Los menos desarrollados, en el l¨ªmite del endeudamiento
El problema que hoy se plantea es el hecho de que buena parte de los pa¨ªses menos desarrollados se encuentran cerca de los l¨ªmites de endeudamiento, y que sus exportaciones apenas si son suficientes para pagar los intereses m¨¢s, las amortizaciones de las deudas que tienen contra¨ªdas, teniendo en cuenta que hay importaciones de las que no pueden, en modo alguno, prescindir.
Por otro lado, la gran banca, al contrario que el FMI, no tiene ninguna posibilidad de obligar a un pa¨ªs a adoptar una determinada pol¨ªtica econ¨®mica: por ejemplo, mayores impuestos, menores gastos, mayor seriedad administrativa, menor corrupci¨®n, etc¨¦tera. Sin embargo, el FMI sirve, si no ya para ayudar, al menos como gu¨ªa a la gran banca. Si un pa¨ªs est¨¢ en el l¨ªmite de endeudamiento con el FMI o desoye los consejos del mismo para "poner orden en su casa" es muy improbable que consiga ning¨²n tipo de pr¨¦stamo de los grandes bancos comerciales.
Todo este esquema de financiaci¨®n mundial, en la que las grandes instituciones FMI y BM son claramente marginales, y donde el nudo de la cuesti¨®n est¨¢ en el reciclaje de los excedentes monetarios de la OPEP a trav¨¦s de la gran banca, se encuentra hoy en una situaci¨®n enormemente precaria, ya que una cosa era reciclar los excedentes financieros ocurridos despu¨¦s de la crisis de 1973, y otra muy diferente el financiar los que se est¨¢n produciendo despu¨¦s de la crisis de 1979-1980 (Fig.1). Adem¨¢s, para acabar de complicar a¨²n m¨¢s la situaci¨®n, los fondos depositados en la banca internacional lo son normalmente a corto plazo, y. en ese corto plazo puede ocurrir cualquier cosa, como ha sucedido recientemente al Citibank cuando el. Gobierno kuwait¨ª decidi¨® retirar de golpe 4.500 millones de d¨®lares, y la amenaza de retirar otros 3.000 millones m¨¢s, porque no "estaban satisfechos con la gesti¨®n del banco". Todo ello crea unos grados de incertidumbre que mantiene al sistema financiero internacional aut¨¦nticamente en el filo de la navaja.
Grados de incertidumbre del sistema financiero
1. Unidad de cuenta empleada por el FMI y constituida por un grupo de cinco monedas en las proporciones siguientes: d¨®lares, 42%; marcos, 19%; francos franceses, libras y yens, 13% cada uno. Su valor actual es de 1,15 d¨®lares.
2. Las decisiones importantes del Fondo requieren una mayor¨ªa del, 85%, y el poder de voto es proporcional a la cuota que aporta cada pa¨ªs. Los veinte pa¨ªses clasificados como industriales aportan el 62% de las cuotas; los pa¨ªses exportadores de petr¨®leo, el 11 %, y los 109 pa¨ªses restantes menos desarrollados, el 27%. Como Estados Unidos aporta, ¨¦l solo, el 21 %, tiene poder de veto sobre cualquier resoluci¨®n importante.
3. El BM ha venido, en los ¨²ltimos a?os, efectuando proyectos conjuntos con bancos comerciales, pero en condiciones de inter¨¦s y plazo menos satisfactorios que los habituales del BM s¨®lo.
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