El Atl¨¦tico no necesit¨® jugar bien para ganar
El Castell¨®n va a durar en Primera Divisi¨®n menos que el t¨ªo Tomatillo en La Torre. El Castell¨®n est¨¢ de paso por la Divisi¨®n de Honor porque es el triste sino de los modestos. Sin buen talonario de cheques no se pueden hacer grandes fichajes. El destino de los clubes como el Castell¨®n es gozar de vez en vez del ascenso. Para intentar mantenerse siempre se corre el riesgo de endeudara la entidad de manera dram¨¢tica. El actual presidente de la entidad no quiere hacerlo y hay que aplaudirle la idea. El Castell¨®n pas¨® por el Manzanares con m¨¢s pena que gloria. El Atl¨¦tico no necesit¨® jugar bien para ganarle.La primera sensaci¨®n de que nos encontr¨¢bamos en un campo de f¨²tbol la tuvimos los espectadores cuando parte importante del grader¨ªo comenz¨® a aplaudir mirando hacia el marcador simult¨¢neo. El Espa?ol acababa de marcar el gol que derrot¨® al Madrid. Hasta el minuto 43 del primer tiempo el p¨²blico del Manzanares no se sinti¨® involucrado en el espect¨¢culo.
El Castell¨®n vino consciente de que no pod¨ªa aspirar a nada. Y sali¨® tan resignado al terreno de juego que, en el primer per¨ªodo, ¨²nicamente dispar¨® a gol en dos ocasiones. En ambas, Conde lo hizo desde lejos y con timidez. Ocasi¨®n de gol real no tuvo el conjunto de Castalia m¨¢s que una, a cuatro minutos del final. Fue la ¨²nica ocasi¨®n en que fue capaz de crear una jugada. El centro de Planelles a Javier Beltr¨¢n sirvi¨® para que el pase de ¨¦ste dejara a Oscar Ferrero con todas las ventajas, pero el argentino no tuvo tino. Ah¨ª se acab¨® todo el poder¨ªo ofensivo.
El Castell¨®n puso todo su empe?o en defender el empate a cero. Como otras intenciones no tuvo, centr¨® en ese objetivo todas sus fuerzas. El Atl¨¦tico, que no ten¨ªa grandes dificultades para hacerse con el mando del juego, hall¨® excesivas dificultades para batir por vez primera a Castel. El Atl¨¦tico, con M¨ªnguez batallador, Marcos siempre a la carrera y Rubio intentando la penetraci¨®n en el ¨¢rea, no tuvo el suficiente ¨¦nfasis para llegar al remate en buena disposici¨®n. Dirceu y Planelles, los dos arquitectos de ambos equipos, quedaron emparejados incomprensiblemente, pero no tuvieron apenas contacto porque ninguno de los dos es partidario del marcaje. Se trataron de lejos. Ello supuso m¨¢s ventajas para. el local que para el visitante.
El Atl¨¦tico estuvo m¨¢s embarullado de lo previsto, seguramente porque mantiene en el centro de la delantera un hueco que, por el momento, todav¨ªa no ha abierto. Cabrera, que es fundamentalmente un velocista para el contraataque, en casa no encuentra el hueco. Pelea, pone voluntad, pero su labor resulta casi nula. Rub¨¦n Cano, que le sustituy¨®, estuvo un poco m¨¢s acertado, porque logr¨® el tercer gol, pero hasta ese instante no le sali¨® nada a derechas. Rub¨¦n Cano encontr¨® comprensi¨®n entre el p¨²blico por el tanto y podr¨ªa suceder que, de ahora en adelante, se reencontrara. Y deber¨¢ hacerlo, porque de lo contrario el Atl¨¦tico tendr¨¢ que buscar con urgencia un hombre capaz de aprovechar el juego de sus extremos.
El Atl¨¦tico tambi¨¦n estuvo deplorable en la primera parte, y si en la segunda mejor¨® fue quiz¨¢ porque el Castell¨®n se fue desmoronando poco a poco. Tanto que probablemente no podr¨¢ inaugurar el Nou Sequiol con moral de primera. Si no mejora estar¨¢ descendido a mitad de temporada. El Atl¨¦tico tuvo m¨¢s serenidad atr¨¢s con Ruiz, y Arteche tuvo r¨¢fagas magn¨ªficas. Pero le falt¨® inspiraci¨®n para ganar al colista por buen f¨²tbol.
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