Woodward y Bernstein: "Con Reagan vivimos una ¨¦poca restrictiva para la informaci¨®n, parecida a la de Nixon"
?Ahora es tan dif¨ªcil ejercer el periodismo en Estados Unidos como lo era en la ¨¦poca de Nixon. Reagan ha recuperado el estilo herm¨¦tico del presidente republicano que tuvo que abandonar el cargo hace casi diez a?os a causa del Watergate, y cada vez hace m¨¢s dif¨ªcil el acceso alas fuentes de informaci¨®n?. Aunque Bob Woodward y Carl Bernstein, periodistas que descubrieron el Watergate, consideran que viven de nuevo una ¨¦poca restrictiva para la informaci¨®n, esto no quiere decir que vaya a repetirse el Watergale. El Watergate fue un caso ¨²nico, un accidente, una gran ocasi¨®n que la supimos y pudimos aprovechar. Dej¨¦moslo ah¨ª y continuemos con la actualidad, porque el periodismo es algo vivo?, explicaron a EL PAIS en Estrasburgo.
Bob Woodward y Carl Bernstein, conocidos en el mundo profesional por Woodstein, cuando hace diez a?os investigaron sobre el asunto Watergate, cuya publicaci¨®n, en el peri¨®dico Washington Post, provoc¨® la ca¨ªda del presidente Nixon, se han reencontrado en Estrasburgo en el marco del Primer Festival Internacional del Cine y la Prensa. Bob Woodward contin¨²a trabajando en el Post en un puesto directivo, y Carl Bernstein, que comenz¨® de botones en el Washington Post, dirige, desde 1976, un informativo de media hora en la cadena de televisi¨®n ABC News.Su estancia en Estrasburgo, adem¨¢s de haberles ayudado a hablar durante largas horas de los proyectos en los que ahora se ocupan?, ha servido para vivificar la pol¨¦mica, tradicional, por otra parte, que enfrenta el periodismo pol¨ªtico, de ideas y de opini¨®n europeo, al periodismo de hechos y ?despolitizado? de Estados Unidos. Los dos periodistas tienen casi id¨¦nticos criterios sobre los grandes temas que afectan al entendimiento de la pr¨¢ctica del periodismo, los dos han estado una vez en Espa?a (Woodward durante el servicio militar en la Marina y Bernstein en el viaje de Jimmy Carter), y los dos coinciden en la necesidad de olvidar el Watergate y centrarse en el trabajo presente.
A pesar de esa saturaci¨®n que muestran del tema Watergate, es inevitable referirse a este hecho que consagr¨® definitivamente el periodismo de investigaci¨®n y llen¨® las facultades y las escuelas de periodismo, no s¨®lo de Estados Unidos, sino tambi¨¦n de otros muchos pa¨ªses, de estudiantes que quer¨ªan ser como Woodward y Bernstein. Estos dos periodistas quieren, sin embargo, desmitificar la profesi¨®n. ?La meta del periodismo?, dicen, ?no es sacar a la luz un caso como el Watergate, que nosotros encontramos por accidente, sino ser un reportero, un periodista independiente y libre, un informador honesto que se interese solamente por la b¨²squeda de la verdad, que eso es lo que, en definitiva, da credibilidad a los peri¨®dicos?.
Lecciones del "Watergate"
??La lecci¨®n que hemos extra¨ªdo del asunto Watergate? Que hay que seguir trabajando y hay que olvidarse de todas las historias autocomplacientes sobre el Watergate. Hay que volver al presente, no pararse en una cosa que sucedi¨® hace casi diez a?os. Los periodistas no son ¨¢ngeles con alas que se arrojan sobre la sociedad para descubrir a los malos y someterles a juicio pol¨ªtico. Eso es lo que tuvimos en cuenta cuando inform¨¢bamos sobre el Watergate. S¨®lo inform¨¢bamos, y en ning¨²n momento hicimos pol¨ªtica. La pol¨ªtica la hicieron los pol¨ªticos. ?Y cu¨¢l fue la lecci¨®n de todo esto? Que el periodismo es b¨¢sicamente un trabajo t¨¦cnico, no es un asunto er¨®tico ni pol¨ªtico?.Bob Woodward trabaja como asistente del editor del Washington Post. Tiene a su cargo aproximadamente la mitad de los redactores y contin¨²a ocup¨¢ndose de ciertas investigapiones locales. ?No s¨¦?, dice Woodward, ?si ha influido personalmente en mi conciencia la experiencia del Watergate. Toda mi actividad se centra ahora en estar al tanto de las noticias, estar en el lugar correcto y rese?ar las informaciones adecuadas. Comenc¨¦ a ejercer el periodismo porque me gustaba informar a la gente de lo que podr¨ªa ser noticia para ellos mismos, y no sobre m¨ª. Cuando mejor lo paso es cuando estoy informando de lo que sucede. Eso es lo que me interesa y lo que me importa?.
Carl Bernstein, despu¨¦s de su marcha del Washington Post, en 1976, pas¨® un a?o como administrador en la ABC News. ?Odiaba casi todas las cosas que ten¨ªa que hacer en este puesto de Washington. Ahora estoy de nuevo haciendo reportajes, informando, hablado a la gente de lo que realmente, est¨¢ pasando. Esto es lo que considero el trabajo m¨¢s propio del periodista?. Bernstein dice que Wooward est¨¢ trabajando ahora en una historia importante ?de la que no puedo hablar, una historia que, aunque es importante, no har¨¢ renunciar de nuevo al presidente?.
En algunos pa¨ªses de Europa, especialmente en Francia, se coment¨® que Woodward y Bernstein no hab¨ªan salido limpios del asunto Watergate, incluso se dijo que hab¨ªan sido manipulados por la direcci¨®n de su peri¨®dico, que pretend¨ªa destru ir a Nixon a cualquier precio. ?Jam¨¢s he tenido esa pretendida conciencia de haber sido manipulado?, explica Bernstein. ?En todo este asunto lo que hicimos es seguir una regla fundamental: publicar las informaciones mientras exist¨ªan pruebas. Adem¨¢s nuestra fuente, nuestra "garganta profunda", no nos daba iniormaci¨®n, se limitaba a confirmar los datos que nosotros hab¨ªamos obtenido por nuestros propios medios?.
Woodward y Bernstein no creen que ha habido otros Watergates en las sombras en Estados Unidos. ?Una actuaci¨®n como la de Nixon no es usual en la pol¨ªtica de Estados Unidos?, dicen. Sin embargo han notado que con la era Reagan se ha vuelto a la vieja pr¨¢ctica republicana de cerrar las fuentes informativas. ?Reagan est¨¢ ajustando los criterios para clasificar la informaci¨®n, para hacerla m¨¢s reservada. Sabe que puede apretar las tuercas porque a la gente no le preocupar¨ªa demasiado, dada la mala imagen. que se tiene de la Prensa en algunos ambientes. Sin embargo, esto no quiere decir que se nos impida cumplir con nuestras funciones. Esta queja siempre ha existido, pero el hecho de que pongan dificultades nos ayuda a trabajar m¨¢s duro y.a hacer mejor las cosas?.
Periodismo de ideas y de hechos
La estancia de los dos periodistas del Watergate en Francia ha promovido un serio debate, tanto entre los periodistas asistentes al Festival del Cine y la Prensa de Estrasburgo como en los medios de comunicaci¨®n franceses, sobre la vieja y todav¨ªa no superada man¨ªa que tienen algunos te¨®ricos de distinguir el periodismo europeo como un periodismo combativo y pol¨ªtico y de opini¨®n frente al periodismo americano, que es un per¨ªodismo de hechos, despolitizado y alejado de cualquier intervenci¨®n estatal. En Francia, desde que est¨¢n los socialistas en el poder, este debate ha cobrado mayor virulencia y significado.Carl Berstein lleg¨® a decir, en el contexto de este debate, que la prensa francesa y, en general, la europea, era m¨¢s libre que la norteamericana. ?Qu¨¦ razones existen para hacer esta afirmaci¨®n? ?No; yo no dije esto como un hecho absoluto?, explica Bernstein. ?Lo que es cierto es que en estos pa¨ªses existe una mayor diversidad de tendencias, dado que casi todos los peri¨®dicos est¨¢n adscritos a una tendencia pol¨ªtica y casi militan en ella. Por el contrario, en Estados Unidos, la Prensa, tanto escrita como audiovisual, est¨¢ en manos de grandes instituciones centristas, economicamente fuertes. Y ah¨ª cabe citar organizaciones de la industria de la comunicaci¨®n, como ABC, NBC, CBS, New York Times, The Washington Post... Lo que en definitiva aporta la Prensa de ideas al lector europeo es la posibilidad de encontrar las cr¨ªticas m¨¢s duras o los an¨¢lisis m¨¢s severos de un acontecimiento. La Prensa de Estados Unidos fundamenta su credibilidad en la aportaci¨®n de datos y hechos comprobados, pero es menos pluralista, porque generalmente focaliza su atenci¨®n sobre las mismas historias?.
La tendencia centrista del periodismo americano se encuentra en v¨ªas de superaci¨®n, ?debido en parte a los reportajes que ofrece la televisi¨®n sobre hechos que, de alguna manera, se consideran marginales, pero que desde el momento en que los da la televisi¨®n dejan de serlo?.
Influencia decisiva de la televisi¨®n
Para Woodward y Bernstein, la influencia de la televisi¨®n es decisiva ?porque tiene un ejecto mucho.m¨¢s inmediato en la gente, y los informadores de la Prensa escrita experimentan una tendencia a seguir este nuevo estilo. Cuando: en 1972 Walter Corikrite dedic¨® en su telediario de la CBS doce minutos al caso Watergate, se produjo una revoluci¨®n total, cambi¨® el noticiario y la forma de dar las noticias en televisi¨®n. Un ejemplo cercano se registr¨® recientemente en la ABC cuando en un programa informativo, dirigido por Berristein, esta cadena dedic¨® siete minutos a las tentativas de Sadat de invadir Libia y al proceso de disuasi¨®n para que no lo hiciera por parte de la Casa Blanca?.Uno de los instrumentos m¨¢s valiosos con los que cuenta la Prensa norteamericana es el periodismo de investigaci¨®n, que adqui ri¨® plena importancia a ra¨ªz del Watergate. ?Lo b¨¢sico es dar noticias?, explican Woodward y Bernstein, ?pero adem¨¢s hay que informar de todos los datos posibles. Cuanto m¨¢s se informa, m¨¢s cerca se llega de la verdad. El periodismo de investigaci¨®n es un instrumento muy valioso para descubrir la verdad, y en este nivel de informaci¨®n que el reportero quiere penetrar nunca se deben aceptar las primeras explicaciones, sobre todo si son de medios oficia les. Despu¨¦s hay que reflexionar y comprobar las segundas y terceras explicaciones. Comprobar los datos, buscarlos en fuentes propias, eso es lo esencial del periodismo de investigaci¨®n".
Los dos periodistas son conscientes de que un buen periodismo de investigaci¨®n cuesta muy caro. ?Por suerte?, dicen, ?trabajamos en empresas que pueden dedicar un n¨²mero determinado de recursos para que, por ejemplo, un reportero investigue y siga un tema durante dos a?os. El costo del periodismo de investigaci¨®n no se lo pueden permitir muchas empresas informativas, sobre todo los peri¨®dicos modestos de provincias?.
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