Miguel Barnet publica en Espa?a "Gallego", un relato antropol¨®gico sobre un emigrante espa?ol a Cuba
El autor de "Cimarr¨®n" trata de que su personaje sea "reflejo del yo colectivo"
Miguel Barnet, escritor cubano que public¨® en Espa?a en los a?os sesenta dos estudios antropol¨®gicos titulados Cimarr¨®n y La canci¨®n de Raquel cuya originalidad los acercaba a la novela y les dio una difusi¨®n extraordinaria, publicar¨¢ este mes en Espa?a una nueva obra suya, de similares caracter¨ªsticas, titulada Gallego, historiareal de un emigrante espa?ol de los a?os treinta que se fue a Cuba ?como un triste emigrante que trata de integrarse a una vida nueva, a una lengua y a una cultura distintas?. Para elaborar su libro, Barnet dice que ha rechazado el uso del realismo socialista y la influencia de Oscar Lewis, con el que trabaj¨®.
Con Cimarr¨®n, testimonio de la vida de un esclavo negro, el autor cubano Miguel Barnet realiz¨® una interesante aportaci¨®n a la llamada literatura documental o testimonial, un campo a caballo entre la antropolog¨ªa y la narrativa cl¨¢sico, como dijo Hans Magnus Enzensberger en Francfort, ?el intento de una antropolog¨ªa con medio literarios?. Eran los tiempos de los trabajos de Oscar Lewis con Los hijos de S¨¢nchez y la Antropolog¨ªa de la pobreza. Barnet no quiere ni o¨ªr que su obra se identifique con la de Oscar Lewis, ?con quien trabaj¨¦ un a?o. El es un maestro de la antropolog¨ªa, sin duda, pero no fue mi modelo. No me limito a revelar la vida de grupos marginados ni plasmo todo lo que dice el magnet¨®fono?.La intenci¨®n de Barnet es que sus personajes ?sean reflejo de una ¨¦poca, del yo colectivo, y no una concesi¨®n individualista o un sensacionalismo de moda ?.
La ¨²ltima novela de Barnet, Gallego, editada ya en alem¨¢n, y que aparecer¨¢ este mes en Espa?a, editada por Alfaguara, y en Cuba, es la historia testimonial de un emigrado gallego a Cuba. Barnet dice del protagonista que ?no es un personaje excepcional, sino un hombre de todos los d¨ªas, un triste emigrante que trata de integrarse a una vida nueva, a una lengua nueva y a una cultura nueva?.
Gallego est¨¢ dividida en cinco cap¨ªtulos. El primero, ?La aldea?, refleja la nostalgia y los recuerdos de la vida del emigrante en la aldea gallega. Barnet nunca estuvo en Galicia, y disfruta explicando que los editores espa?oles le hab¨ªan alabado por el buen conocimiento del ambiente de una aldea gallega.
El cap¨ªtulo segundo, ?La trves¨ªa?, tiene paralelismos con el viaje del Cimarr¨®n de Africa a Cuba, ?porque no hab¨ªa mucha diferencia entre los barcos negreros y aquel barco alem¨¢n que sali¨® de Vigo con el emigrante gallego?. El tercer cap¨ªtulo, ?La isla?, es el m¨¢s extenso. La cita de Rosal¨ªa de Castro, que abre el cap¨ªtulo, dice que ?pasan en esta vida cosas tan extra?as?. El cuarto cap¨ªtulo, ?La guerra civil?, le sirve a Barnet de pretexto para dar una visi¨®n de la guerra desde abajo. ?A m¨ª me interesa la visi¨®n de un soldado. En Cuba hay uno de los mejores centros de Am¨¦rica de documentaci¨®n sobre la guerra civil espa?ola, pero a m¨ª no me interesaba la visi¨®n de los coroneles y oficiales?.
Hombre con dos patrias
El quinto cap¨ªtulo, El retorno, refleja la sensaci¨®n de un hombre con dos patrias, que llega a la conclusi¨®n de que ?aqu¨¦lla tambi¨¦n es mi tierra y vuelve a Cuba?.Barnet dice que escogi¨® a un gallego ?no por esnobismo, sino porque fue la emigraci¨®n m¨¢s numerosa a Cuba. Eran los m¨¢s pobres y tuvieron que luchar con los cubanos para conquistar un bienestar econ¨®mico y una dignidad?.
Para su trabajo, Barnet cont¨® con un centro de estudios de literatura gallega y de ling¨¹¨ªstica, existente en Cuba, ?que me ofreci¨® todos los documentos, mapas e incluso peri¨®dicos gallegos de la primera d¨¦cada del siglo. En Cuba se editaban entre 1907 y 1927 tres re vistas en gallego. Esto fue un c¨²mulo inmenso de informaci¨®n Despu¨¦s conoc¨ª al gallego y se complet¨® la tarea?.
Barnet reacciona vivamente ante la menci¨®n del realismo socialista. ?Yo no tengo nada que ver con el realismo socialista. Tengo que ver con el socialismo, porque vivo en un pa¨ªs socialista y soy socialista. Soy un escritor realista, pero si me adscribo a algo ser¨ªa al realismo maravilloso, que no creo que tenga que expresarse con un lenguaje barroco, como Alejo Carpentier o Lezama Lima, sino con un lenguaje coloquial, accesible y directo.
Barnet admira a Juan Rulfo y a Guimeraes Rosa, y considera que la misi¨®n de la literatura testimonial es llevar la voz de ?los que no tienen historia?. No cree el novelista que en Latinoam¨¦rica haya sitio para una literatura de tipo intimista como la que florece actualmente en Europa, ?porque los problemas latinoamericanos son muy graves, hay mucha hambre. Yo no quiero aparecer como un demagogo, admiro a Virginia Woolf, a Dostoievski o a Marx Frisch, pero estoy seguro de que si vivieran en cualquier pa¨ªs de Latinoam¨¦rica tendr¨ªan menos tiempo para dedicarse a esas exploraciones introspectivas?. Sobre los casos de Padilla y Leante, exiliados cubanos ambos, dice Barnet,que ?Padilla obtuvo un permiso y dijo que volver¨ªa. No ha vuelto a Cuba, y no volver¨¢ por ahora, por lo que ha planteado. El caso de Padilla es viejo, pertenece al pasado en Cuba y a nosotros nos asombra que est¨¦ en cartelera de nuevo?.
Sobre C¨¦sar Leante, que recientemente se exili¨® en Madrid, el juicio de Barnet es m¨¢s demoledor. ?Era un escritor muy vinculado al realismo socialista, era un escritor extremista, y a m¨ª no me sorprendi¨® nada su exilio, porque detr¨¢s de todo extremista hay un oportunista".
Ante la pregunta de si quedan muchos C¨¦sar Leante en Cuba, Barnet se queda por primera vez silencioso. un rato, recapacita y dice que ?creo que el hombre que duda es el que cree. La fidelidad a la revoluci¨®n se demuestra con los hechos y no con las palabras solamente?.
La cuesti¨®n de la censura en Cuba, de las dificultades para publicar, provoca en Barnet la reflexi¨®n de que ?la experiencia nos ha demostrado que los hombres no son robot y la vida no se puede ver en blanco y negro. En los matices se encuentra a veces de una manera m¨¢s reveladora la verdad. Yo no vivo en Cuba porque ame a las palmeras deliciosas, sino porque considero que lo que ocurre en mi pa¨ªs es muy importante como liberaci¨®n interior y plataforma para la igualdad social y la justicia. No creo en la libertad sin la justicia?.
Sobre las posibilidades de cr¨ªtica en Cuba, Barnet reconoce que ha habido diferentes fases, ?en etapas austeras, por razones econ¨®micas y sociales, la cr¨ªtica tiene que venir de una fuente muy aut¨¦ntica y tiene que ser constructiva. De todas formas, yo creo que cualquier cr¨ªtica tiene que ser escuchada y no hacerlo es un error?.
Barnet trabaja en Cuba de asesor de folklore del Ministerio de Cultura, y se considera privilegiado por trabajar desde hace catorce a?os al lado de Nicol¨¢s Guill¨¦n, ?que es uno de los poetas en espa?ol m¨¢s vivos?. Como miembro de la Uni¨®n de Escritores y Artistas de Cuba, Barnet tiene un sueldo, cobra sus derechos de autor en pesos cubanos y cuando sale al extranjero recibe dietas de viaje. ?Ojal¨¢ fuese un asalariado para poder dedicarme plenamente a la literatura?.
Babelia
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