El viaje de la nave espacial "Columbia", aplazado aproximadamente una semana
Cuando el cron¨®metro gigante instalado frente a la tribuna de Prensa marcaba 31 segundos antes del despegue, el director de vuelo de la nave espacial Columbia, George Page, decidi¨® aplazar el encendido de los dos potentes cohetes que deb¨ªan impulsar a la Columbia hasta la ¨®rbita terrestre situada a unos 250 kil¨®metros del centro espacial Kermedy, en Cabo Ca?averal (Florida).
Contaminaci¨®n en el aceite lubricante de los morores auxiliares que dirigen el sistema hidr¨¢ulico de la nave espacial impidi¨® su lanzamiento, que debi¨® ser aplazado. Primero, durante dos horas. Finalmente, durante una semana, m¨¢s o menos.Con forzada sonrisa y claro desenga?o, los dos astronautas de la nave Columbia, el coronel Joe Engle y el capit¨¢n Richard Truly, abandonaron la cabina del ingenio espacial, en la que hab¨ªan permanecido cinco horas esperando el vuelo, inicialmente previsto para las 7.30 horas de la ma?ana de ayer.
Hay que recordar que en el primer vuelo de la Columbia, el pasado mes de abril, fueron tambi¨¦n los problemas en los ordenadores los que causaron un retraso de 48 horas en la salida hist¨®rica y triunfal de la primera nave espacial, capaz de salir de la Tierra y regresar por sus propios medios, pudiendo ser utilizada de nuevo.
Decenas de miles de personas llegadas de todas partes de Estados Unidos, que esperaban impacientes el espect¨¢culo del lanzamiento de la Columbia desde las playas de Florida, no ocultaron su decepci¨®n.
Riesgos in¨²tiles
Pero la Administraci¨®n Nacional para la Aeron¨¢utica y el Espacio (NASA) no quiere correr ning¨²n riesgo in¨²til. Prefiere retrasar la nueva misi¨®n de la Columbia para garantizar un ¨¦xito de cinco d¨ªas de vuelo y 84 ¨®rbitas alrededor de la Tierra, antes de que la Columbia aterrice casi como un avi¨®n convencional, en la base militar de Edwards (California) o, en caso de apuros, en Hawai.Primero se temi¨® que fuera el mal tiempo reinante en Florida el que pudiera provocar una demora en el programa Columbia. S¨®lo ligeros chubascos ca¨ªan sobre Cabo Ca?averal en la ma?ana del mi¨¦rcoles. La naturaleza no habr¨ªa impedido el vuelo si la tecnolog¨ªa de los ordenadores, o sus programadores, no hubiesen fallado. Por el contrario, el anuncio de posibles tifones en la zona del Caribe para los pr¨®ximos d¨ªas puede marcar un nuevo aplazamiento de la esperada salida de la Columbia.
En su actual misi¨®n, la Columbia probar¨¢ en el espacio un gigantesco brazo articulado de quince metros, capaz de reparar, colocar o retirar sat¨¦lites artificiales en el cosmos. Otras misiones de car¨¢cter meteorol¨®gico y control, de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica deben marcar esa segunda operaci¨®n Columbia, en un programa de unos treinta vuelos para los pr¨®ximos, cuatro a?os, tambi¨¦n figuran finalidades militares.
La NASA conf¨ªa plenamente en que el segundo vuelo de la Columbia ser¨¢ finalmente un ¨¦xito completo, a pesar del sentimiento de frustraci¨®n que los retrasos provocan entre los norteamericanos, confiados en una tecnolog¨ªa espacial propia que condujo por vez primera un ser humano a la Luna.
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