Las Directrices de Planeamiento Metropolitano, soluci¨®n para los errores urban¨ªsticos pasados
El d¨ªa 20 del pasado octubre, la Comisi¨®n de Planeamiento y Coordinaci¨®n del Area Metropolitana de Madrid di¨®, tras varios meses de negociaciones pol¨ªticas y trabajos t¨¦cnicos, las Directrices de Planeamiento Metropolitano, que habr¨¢n de servir -de hecho, ya lo est¨¢n haciendo- para la revisi¨®n de los planes generales de todos y cada uno de los municipios que hoy integran ese gran Madrid. Con las directrices ya en vigor, parece empezar para la capital de Espa?a una nueva ¨¦poca de desarrollo controlado de su urbanismo.
En el a?o 1963, el entonces Ministerio de Obras P¨²blicas redact¨® y aprob¨® un Plan General urban¨ªstico -que, en parte, recog¨ªa anteriores ordenaciones- por el que deber¨ªa regirse a partir de aquel' momento el urbanismo de Madrid capital y veintid¨®s de los municipios que la rodean. Su aplicaci¨®n, pr¨¢cticamente en funci¨®n de qui¨¦nes eran los que gobernaban y qui¨¦nes los que detentaban el poder econ¨®mico, vino a favorecer, en algunos casos descaradamente, a los detentadores de la propiedad del suelo urbano madrile?o o el que por mecanismos m¨¢s o menos legales pudiera llegar a ser calificado como urbano.Ese Plan General fue aplicado con no excesivo rigor -sus m¨²ltiples modificaciones se aprobaban, en la mayor¨ªa de los casos, para legalizar infracciones urban¨ªsticas de hecho- durante siete a?os. Ya en 1970, el pleno de la Comisi¨®n de Planeamiento y Coordinaci¨®n del Area Metropolitana (Coplaco) -organismo creado en 1963 para realizar el seguimiento del planeamiento en los veintitr¨¦s municipios que engloba el Area- aprob¨® una resoluci¨®n por la que, habida cuenta de que hab¨ªa quedado ya anticuado, si no obsoleto, se decid¨ªa su revisi¨®n inmediata.
Ya por aquel entonces se empez¨® a hablar de la posibilidad de volver a dividir en distintas zonas la gran ¨¢rea que abarca el Plan General. La idea, sin embargo, no prosper¨®, y no falt¨® hasta quien la consider¨® ?legal.
Pero hubo de llegar el a?o 1980, una vez celebradas las primeras elecciones municipales democr¨¢ticas tras la terminaci¨®n de la guerra civil y reestructurada Coplaco, para que este organismo se tomara en serio la tarea de revisi¨®n del Plan General. Lo que estaba por dilucidar era la forma en que deb¨ªa hacerse esa revisi¨®n del urbanismo madrile?o.
Tras graves tensiones entre UCD, que ocupaba y ocupa el Gobierno central -y, por tanto, tiene ascendencia directa sobre Coplaco-, y la izquierda, que, en virtud del voto popular, pas¨® a dirigir la vida local de la mayor¨ªa de la provincia de Madrid, lleg¨® la aprobaci¨®n de un real decreto-ley, negociado de antemano entre todas las fuerzas pol¨ªticas con representaci¨®n en. Coplaco, por el que se conced¨ªa a la izquierda la principal de sus reivindicaciones: que la responsabilidad de la formalizaci¨®n y redacci¨®n de los planes urbari¨ªsticos fuera devuelta a los ayuntamientos.
Desde aquel momento, el mes de septiembre del a?o pasado, los veintitr¨¦s ayuntamientos integra dos en el Area Metropolitana de Madrid se han lanzado a la tarea de revisar el Plan General de cada uno de sus municipios, como parte integrante del Plan General del Area. El dinero necesario para pagar tales trabajos sali¨® de los presupuestos de Coplaco, organismo que se encarg¨® de transferir a los ayuntamientos del orden de cuatrocientos millones de pesetas.
Para conseguir que los trabajos a realizar en cada municipio pudieran ser compatibles con el de al lado, el Area Metropolitana madrile?a qued¨® dividida, a tales efectos, en cinco grandes zonas, que, en funci¨®n de su ubicaci¨®n geogr¨¢fica, recibieron el nombre de zona Centro, zona Norte, zona Sur, zona Este y zona Oeste.
La zona que alberga a un mayor n¨²mero de habitantes y, por tanto, ofrece una mayor cantidad de suelo disponible para su urbanizaci¨®n es la central, ocupada ¨ªntigramente por el t¨¦rmino municipal de Madrid capital.
La zona Norte agrupa a los municipios de Colmenar Viejo, San Sebasti¨¢n de los Reyes y Alcobendas; la Sur, los de Alcorc¨®n, Legan¨¦s, Getafe y Pinto; la Este, los de Paracuellos del Jararna, Torrej¨®n de Ardoz, San Fernando de Henares, Coslada, Mejorada del Campo, Velilla y Rivas-Vaciamadrid, y la Oeste, los de Las Rozas, Villanueva del Pardillo, Majadahonda, Pozuelo, Boadilla del Monte, Villanueva de la Ca?ada, Brunete y Villaviciosa de Od¨®n.
Prioridad del transporte p¨²blico frente al privado
La gran estrategia de planeamiento urban¨ªstico -que no modelo exacto a desarrollar- que suponen las directrices tiene una correlaci¨®n inmediata con propuestas concretas. Si los planteamientos b¨¢sicos de las directrices quer¨ªan lograr una "distribuci¨®n m¨¢s homog¨¦nea de la poblaci¨®n" y una "distribuci¨®n de los medios de producci¨®n y consumo", las directrices en que se han convertido, al fin, esos planteamientos hablan, por ejemplo, de evitar que el centro de la ciudad se siga convirtiendo, como viene siendo la nota dominante de los ¨²ltimos dieciocho a?os, en una gran oficina, proceso conocido como terciarizaci¨®n.Pero, a pesar de que el centro de Madrid pueda ir siendo recuperaIdo paulatinamente como lugar de residencia y no de trabajo, lo cierto es que los madrile?os del futuro seguir¨¢n teniendo que viajar al centro de la capital, bien para acudir a su puesto de trabajo, bien a un restaurante o a un gran almac¨¦n, bien a un cine o un teatro.
Esos desplazamientos, que hoy, dada la gran escasez de medios de transporte p¨²blico, se realizan, normalmente, en veh¨ªculo privado, con todo lo que ello supone de congesti¨®n de las carreteras existentes y de necesidad de mejoramiento -y, con ello, de desembolso econ¨®mico- de la red viaria existente, las directrices prev¨¦n que se efect¨²en, en un futuro m¨¢s o menos cercano, fundamentalmente en tren, lo que equivale a pensar en la ¨¦reaci¨®n de una infraestructura ferroviaria hoy inexistente.
De todas maneras, la multiplicaci¨®n de los centros laborales y comerciales en distintos puntos dentro del mismo Area Metropolitana -de acuerdo con una pol¨ªtica de descentralizaci¨®n terciaria- har¨¢ reducir en gran medida la demanda de transporte que hoy se produce en ella, lo que redundar¨¢ en que la gran necesidad ahora existente de creaci¨®n de nueva infraestructura se vea muy reducida.
Si a este planteamiento de apoyo al transporte p¨²blico frente al privado y al traslado de los centros comerciales y de oficinas a otros puntos del Area Metropolitana le a?adimos un intento oficial por proteger el medio ambiente de la provincia y el compromiso por dotar a esta zona de la infraestructura -agua, electricidad, etc¨¦tera- de la que ahora es deficitaria, tendremos un gran esbozo de lo que las directrices de planeamiento urban¨ªstico plantean para Madrid.
Directrices espec¨ªficas para cada zona
Cada una de las cinco zonas en las que se ha dividido el Area Metropolitana a efectos de la revisi¨®n del Plan General tiene, adem¨¢s de las comunes para toda ¨¦sta, unas directrices esepc¨ªficas. Para la norte, ser¨ªan potenciar Colmenar Viejo como cabecera de comarca de ¨¢reas al norte del pueblo, fomentando la actividad agropecuaria, a la vez que se preserva el medio natural, calificado como "de gran valor". Paralelamente, se contempla la creaci¨®n de un eje destinado al tr¨¢fico de veh¨ªculos pesados.Las directrices principales de la zona este hablan de la potenciaci¨®n de la actividad agropecuaria en las vegas del Jarama y del Henares, a la vez que se controlan y regularizan las localizaciones industriales ?legales de Paracuellos del Jarama. La N-II, carretera de Barcelona, se mantiene como autov¨ªa interurbana, a la vez que se crea un eje complementario de car¨¢cter urbano, con antiguos tramos de la misma N-II.
La zona sur se destaca por el mejoramiento de la accesibilidad de ese ¨¢rea al municipio de Madrid, a trav¨¦s de transportes colectivos ferroviarios y de carretera, con un intento complementario por localizar el empleo de la zona en torno a las estaciones de ferrocarril. De forma expl¨ªcita, las directrices hablan de la necesidad de creaci¨®n de tres hospitales en Alcorc¨®n, Getafe y Legan¨¦s, adem¨¢s db subsanar el fuerte d¨¦ficit sanitario, hospitalario y escolar.
En la zona oeste son de destacar la utilizaci¨®n intensiva del suelo ya urbanizado y la selecci¨®n de zonas preferentes y limitadas en tomo a las que se potenciar¨¢ especialmente el asentamiento de actividades generadoras de empleo.
En l¨ªneas generales, estas directrices que ahora ha aprobado Coplaco han de llegar¨ª a ser la base efectiva sobre la que se construya el nuevo Madrid del futuro, con un crecimiento controlado que intente subsanar las deficiencias que el Area Metropolitana ha sufrido hasta ahora y que impida el gigantismo en el que, irremediablemente, parec¨ªa haber ca¨ªdo.
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