Verdades de a pu?o

Con el tono sencillo que es propio de su vocaci¨®n castrense, sin falsos empaques ni hinchadas ret¨®ricas, el general Quintana Lacaci ha dicho en Zaragoza media docena de verdades de a pu?o que bien merecen un subrayado y un aplauso editorial. (...)La primera es una confirmaci¨®n de algo que conoc¨ªamos de sobra, pero que algunos quisieron enturbiar: la clara, la tajante, la nada vacilante postura del Rey en la dif¨ªcil tarde del 23 de febrero, manteni¨¦ndose rigurosamente fiel a los mandatos de la Constituci¨®n y al servicio y necesidades de Espa?a.

La segunda, la ejemplar obediencia integral de un general a su jefe natural, el Rey.

No menos importante es la afirmaci¨®n de riguroso respeto del estamento militar a la Constituci¨®n, y muy especialmente la raz¨®n en que ese respeto se funda: "Porque ha sido aceptada por el pueblo". No se trata, pues, de apoyos subjetivos porque a los militares esa Constituci¨®n les guste m¨¢s o menos. Ni siquiera se apoya en los mayores o menores aciertos de sus formulaciones. La Constituci¨®n es norma obligante precisamente porque es el pueblo espa?ol, con pr¨¢ctica unanimidad moral, quien se la dio a s¨ª mismo y la rubric¨® con sus votos. Y es este pueblo el que debe ser servido por todos.

10 de noviembre