En Mosc¨² se a?oran los tiempos de tiendas con estantes llenos
Los rusos -c¨®mo no- lo cuentan con un chiste bastante siniestro: dos ancianitas entran en una vieja tienda de comestibles de la calle de Gorki, en Mosc¨², que a¨²n conserva en el techo la rancia decoraci¨®n de tiempos pasados. Se?alando las desiertas estanter¨ªas, le comenta una a otra: "?Te acuerdas de que aqu¨ª hab¨ªa antes caviar rojo; all¨ª, caviar negro; m¨¢s all¨¢, vino georgiano; al lado todo tipo de embutidos, y enfrente, co?¨¢ de Armenia.... y comprabas, y la dependienta te sonre¨ªa, y te lo envolv¨ªan en un papel muy bonito, y le pon¨ªan un lazo ... ?". La otra anciana reflexiona y pregunta: "?A qui¨¦n le molestar¨ªa todo eso?".La nostalgia rusa no vuelve la mirada s¨®lo a los tiempos prerrevolucionarios. Los moscovitas de hoy a¨²n recuerdan c¨®mo, superada la negra posguerra, los estantes de las tiendas estaban repletos de art¨ªculos que hoy s¨®lo pueden adquirir pasando por la trastienda -es decir, pagando un sobreprecio a uno de los dependientes-, o en establecimientos muy especiales abiertos s¨®lo a ciudadanos de cierto nivel.
Productos b¨¢sicos como la leche, la carne o los huevos son, a veces, imposibles de encontrar en el comercio.
Hoy d¨ªa, en la Uni¨®n Sovi¨¦tica se da la curiosa paradoja de que es el propio jefe del Estado el autor de las m¨¢s severas cr¨ªticas. Estos dos ¨²ltimos d¨ªas sirven de ejemplo: el lunes, Breznev lanzaba duras censuras al funcionamiento del sistema, y ayer, en la tribuna de oradores del Soviet Supremo, dos de los m¨¢ximos responsables de la econom¨ªa sovi¨¦tica -el de Planificaci¨®n, Nikolai Baibakov, y el de Finanzas, Vasili Garbuzov- recitaban con cierto aire triunfal la letan¨ªa de previsiones del plan quinquenal.
Son pocos los observadores occidentales que creen que se puedan alcanzar las previsiones de producci¨®n de alimentos para 1985.
Llegar a los 235 millones de toneladas en la producci¨®n de grano significar¨ªa, nada menos, que incrementar en m¨¢s de un 35% la cosecha de este a?o, que es ya la tercera que presenta un gran d¨¦ficit en los ¨²ltimos tres a?os.
En la actualidad -y seg¨²n datos oficiales- el consumo de carne por cabeza sigue siendo el mismo que en 1975, y el de leche ha ido descendiendo desde entonces. Breznev insisti¨® el lunes en las soluciones ya planteadas el pasado mes de febrero, en el 26? Congreso del PCUS: descentralizaci¨®n en las decisiones de pol¨ªtica agraria y ayuda al peque?o sector privado de la agricultura.
As¨ª, se tender¨ªa a que las diversas explotaciones intervinieran en marcar sus topes productivos y decidieran tambi¨¦n en qu¨¦ condiciones se realizar¨ªan los trabajos: c¨®mo, cu¨¢ndo, con qu¨¦ medios..., en lugar de seguir pautas que llegan desde lejanos despachos y que pueden dar lugar a la paradoja de que -como reza la an¨¦cdota- se activen los regad¨ªos en d¨ªas de lluvia.
Lo cierto es que, en un momento en que el tema del abastecimiento toma cierto car¨¢cter grave -el propio Breznev se refer¨ªa el lunes a sus posibles efectos pol¨ªticos-, la maquinaria burocr¨¢tica parece atascada.
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