Joaqu¨ªn Rodrigo recibe un homenaje nacional con motivo de su 80 cumplea?os
El compositor Joaqu¨ªn Rodrigo, autor, entre otras obras, de El concierto de Aranjuez, recibir¨¢ hoy un homenaje de los medios musicales espa?oles con motivo de cumplir los ochenta a?os, muchos de los cuales los ha dedicado plenamente a la m¨²sica. Por este motivo, la Orquesta Nacional ofrecer¨¢ hoy un concierto en el teatro Real, de Madrid, en el que interpretar¨¢ un programa monogr¨¢fico del compositor que incluye las obras Per la flor del lliri blau (1934), que se presenta con car¨¢cter de reestreno; el Concierto pastoral, para flauta, recientemente estrenado, y A la busca del m¨¢s all¨¢, que se estrenar¨¢ en esta ocasi¨®n. Tampoco faltar¨¢ la interpretaci¨®n de El concierto de Aranjuez.
LUIS GARCIA DEL BUSTORodrigo habla de su m¨²sica con tanto cari?o como sencillez. Los grandes ¨¦xitos de sus Conciertos los relaciona, invariablemente, con los int¨¦rpretes para los que nacieron o que los prohijaron: el Concierto de Aranjuez (?me dijo Regino, ?mira que si la guitarra no se oyera?, y ya no pude dormir aquella noche, pero la guitarra se oy¨® lo que se ten¨ªa que o¨ªr?), con Regino Sainz de la Maza y Narciso Yepes; el Concierto de est¨ªo, con Christian Ferr¨¢s y Agust¨ªn Le¨®n Ara (?aqu¨ª, entre nosotros, mi yerno lo toca mejor?), y el Concierto galante, con Gaspar Cassad¨® (?se lo dict¨¦ a ¨¦l mismo y nos divertimos la mar aquellos d¨ªas; era un trabajador incansable y una maravillosa persona?).Tambi¨¦n cita el Concierto serenata, con Nicanor Zabaleta (?ha corrido mucho este concierto?); la Fantas¨ªa para un gentilhombre, con Andr¨¦s Segovia (?¨¦l dice que ha estudiado el Concierto de Aranjuez, pero no tengo noticia de que lo haya tocado nunca en concierto); el Concierto madrigal, con el d¨²o Presti-Lagoya (?tard¨¦ tanto en dar con la f¨®rmula de esta obra que, cuando se la mand¨¦, ya era tarde: hab¨ªa muerto Ida Presti?); el Andaluz, con los Romero (?me fren¨® un poco eso de las cuatro guitarras, pero luego result¨® bastante f¨¢cil?); el Pastoral, con Galway (?me impresionaron los discos de este flautista irland¨¦s y lo compuse con mucho gusto. Despu¨¦s de estrenarlo y grabarlo en Londres se puso enfermo y no pudo estrenarlo en Madrid?)... El maestro alude siempre a las grabaciones discogr¨¢ficas y lamenta que falte para el completo, el Concierto heroico.
Menciona tambi¨¦n con afecto dos obras teatrales: El hijo fingido, sobre Lope de Vega, y Pavana real, que es ?un ballet que hicimos, porque el argumento es de Vicky, sobre la obra de Luis de Mil¨¢n. La m¨²sica de c¨¢mara le asusta un poco: ?Con el cuarteto no me he atrevido, no, no es mi fuerte, y la combinaci¨®n del tr¨ªo no me gusta mucho?... Otra cosa es el campo de la m¨²sica vocal, en el que ha compuesto alrededor de sesenta obras sobre Lope, Juan Ram¨®n, Machado... y donde figuran partituras como Ausencias de Dulcinea (?una de las obras que m¨¢s me gustan, que m¨¢s me llenan?) y, sobre todo, El c¨¢ntico de la esposa, sobre San Juan de la Cruz: ?Ah¨ª s¨ª que creo que di yo en la diana, quiz¨¢ sea lo mejor de toda mi obra?.
A sus ochenta a?os, Joaqu¨ªn Rodrigo sigue componiendo, aunque bromee cuando se le nombra, entre tantas condecoraciones recibidas, la medalla del trabajo (?f¨ªjate, con lo poco que me gusta trabajar?). Ha terminado recientemente otro concierto, Concierto como un divertimento, para violonchelo, que se estrenar¨¢ en abril en Londres y se grabar¨¢ en seguida. Y, m¨¢s reciente a¨²n (?la acabo de dictar?), una obra para coto y orquesta: ?Un d¨ªa se me llen¨® la casa de franciscanos. Ven¨ªan a pedirme una obra con motivo del octavo centenario de san Francisco de As¨ªs, y como yo soy devoto admirador de aquel santo, he hecho una cosa sobre himnos suyos?.
Rodrigo habla con gran cari?o de sus maestros: ?Tanto a L¨®pez Ch¨¢varri como a Enrique Gom¨¢ les debo mucho?. Y luego Par¨ªs.
?Y Falla? ?A Falla le conoc¨ª en Par¨ªs. Antes, cuando fue a Valencia a estrenar all¨ª su Retablo, fuimos presentados en el concierto, pero aquello no supuso nada. Pero en el a?o 1927 yo estaba en Par¨ªs y Falla fue porque se le hab¨ªa concedido la Legi¨®n de Honor. Fue a la Escuela Normal a saludar a Dukas y el maestro nos present¨® de manera ya m¨¢s eficaz. Los organizadores de aquel concierto en su homenaje quisieron hacer un programa con obras de Falla solamente, pero ¨¦l, con su modestia proverbial, dijo que no, que era m¨¢s interesante hacer un concierto con m¨²sica espa?ola contempor¨¢nea de diversos autores en el cual ¨¦l mismo tocar¨ªa al piano su Concerto. Y yo tuve la fortuna y el honor de ser uno de los compositores elegidos por Falla para figurar en aquel concierto. Debo a Falla grandes favores, como la obtenci¨®n de la beca Conde de Cartagena, que fue decisiva en mi carrera y en mi vida?.
En su biograf¨ªa, el maestro Rodrigo se?ala, como decisivo, otro hecho: su matrimonio con Victoria Khami.
En la charla, despaciosa y amable, el maestro record¨® sus actividades al margen de la composici¨®n. ?En el a?o 1939 nos instalamos definitivamente en Madrid. Me hab¨ªan nombrado asesor musical de la incipiente Radio Nacional; empec¨¦ a trabajar en la ONCE y en el Conservatorio como profesor interino de Folklore y luego de Historia de la M¨²sica. Despu¨¦s de cinco o seis a?os me ofrecieron la c¨¢tedra Manuel de Falla, en la facultad de Filosof¨ªa y Letras, que me hizo m¨¢s ilusi¨®n; estuve cerca de treinta a?os dando clases de m¨²sica que tuvieron mucho ¨¦xito: aun hoy me encuentro con gente que recuerda aquellas sesiones. Hice cr¨ªtica musical durante unos cinco a?os, en el diario Pueblo; era un cr¨ªtico ben¨¦volo, hablaba m¨¢s que nada de las obras y procuraba entenderlo todo ...?.
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