Catalanes y vascos prefieren dar sus ahorros al Estado antes que a sus comunidades aut¨®nomas
La deuda emitida por la Generalidad de Catalu?a y la comunidad aut¨®noma vasca, por valor de 10.000 y 5.000 millones de pesetas, respectivamente, se est¨¢ colocando con notable lentitud y dificultad, seg¨²n fuentes bancarias encargadas de gestionar la suscripci¨®n pol¨ªtica. Aunque el plazo de suscripci¨®n a¨²n no ha terminado, esta lentitud contrasta, seg¨²n estos observadores, con la rapidez con que ha cubierto el primer tramo de la emisi¨®n de 60.000 millones de pesetas de deuda del Estado, que ofrec¨ªa a los ahorradores peores condiciones de rentabilidad.
Los datos demuestran que los ahorradores vascos y catalanes tienen m¨¢s confianza en el Estado espa?ol, a la hora de depositar sus ahorros, que en sus instituciones auton¨®micas, lo que tambi¨¦n contrasta con el sentido del voto en las ¨²ltimas elecciones generales, que fue m¨¢s favorable a los partidos nacionalistas que a los estatales. La divisi¨®n del voto pol¨ªtico y el voto econ¨®mico -ante las urnas y ante la suscripci¨®n de deuda- no obedece a criterios de rentabilidad objetiva, ya que las condiciones en que ha emitido el Estado son peores que las ofrecidas por las autonom¨ªas.
Sorpresa en el mercado
La situaci¨®n ha trascendido por la fuerte sorpresa causada entre los encargados de colocar dichas emisiones. Mientras algunos bancos han colocado, en poco m¨¢s de una semana, el ciento por ciento de la cantidad adjudicada en el reparto de la deuda del Tesoro, en el caso de la deuda auton¨®mica apenas han podido colocar entre un 0,5% y un 2% del total. La raz¨®n aducida hasta ahora para explicar la rapidez con que se cubr¨ªan las emisiones de deuda p¨²blica era b¨¢sicamente que el Estado emit¨ªa caro, ofreciendo altos tipos de inter¨¦s.
Las caracter¨ªsticas de la deuda del Estado, cuyo segundo tramo de suscripci¨®n se abrir¨¢ en diciembre, hasta cubrir los 60.000 millones de pesetas, son las siguientes: tipo de inter¨¦s al 12,50%, desgravaci¨®n fiscal del 22% y amortizaci¨®n la mitad a tres a?os y la otra mitad a cuatro a?os. Sin embargo, las emisiones catalana y vasca han ofrecido al p¨²blico un cuartillo m¨¢s de inter¨¦s y mejores plazos de amortizaci¨®n, sin obtener respuesta satisfactoria.
Los 10.000 millones de pesetas emitidos por la Generalidad de Catalu?a ofrecen un tipo de inter¨¦s del 12,75%, igual desgravaci¨®n fiscal del 22% y amortizaci¨®n a cuatro a?os. Los 5.000 millones emitidos por la comunidad aut¨®noma vasca dan un inter¨¦s del 12,75%, una desgravaci¨®n fiscal del 22% y una amortizaci¨®n, mejor que la catalana, a tres a?os. La ley de Presupuestos del Estado de 1981 establece precisamente para las emisiones de deuda del Estado y de las comunidades aut¨®nomas el m¨¢ximo de desgravaci¨®n fiscal permitida en Espa?a en el 22%.
Bancos y cajas cubrir¨¢n las emisiones
Fuentes bancarias consideran que, de todas formas, se cubrir¨¢n completamente ambas emisiones, ya que, si los ahorradores particulares no conf¨ªan en la capacidad financiera de las comunidades aut¨®nomas, tanto bancos privados como cajas de ahorro se har¨¢n cargo del cupo que les corresponda en el reparto, lo que supone de hecho un aseguramiento informal de las emisiones.
La del Estado, por el contrario, se colocar¨¢ en su totalidad entre los ciudadanos particulares y empresas privadas, sin necesidad de recurrir al compromiso de aseguramiento por parte de las entidades financieras, seg¨²n informaron estas mismas fuentes bancarias.
De los comentarios surgidos entre algunos expertos en estos mercados de deuda amortizable, destacan diferentes matices entre las emisiones catalana y vasca. En el caso de la deuda de la Generalidad, se?alan que ha perjudicado mucho su colocaci¨®n la analog¨ªa que muchos catalanes hacen entre esta emisi¨®n y antiguas emisiones de la ¨¦poca de la Segunda Rep¨²blica y del Ayuntamiento de Barcelona, durante la dictadura, que tuvieron alg¨²n problema a la hora de sus vencimientos. La desconfianza de los ciudadanos que anta?o financiaron inversiones municipales sin gran ¨¦xito puede haber contribuido al clima de desconfianza.
En el caso de Euskadi ha llamado la atenci¨®n, en los medios financieros, la gran apetencia por t¨ªtulos del Estado central, lo que ha sido calificado, incluso, como "necesidad casi psicol¨®gica de sacar dinero fuera del Pa¨ªs Vasco". Aunque en estas cuestiones resalta a menudo cierto componente subjetivo de irracionalidad, el dato contrastado es que las emisiones de deuda p¨²blica del Estado tienen comparativamente mayor aceptaci¨®n en Euskadi que en el resto de Espa?a y la cuant¨ªa de las cifras hace pensar a tales medios que no se trata s¨®lo de una peque?a facci¨®n de ahorradores "espa?olistas". Tambi¨¦n es cierto que se trata de elegir entre las primeras emisiones de deuda realizadas por instituciones nuevas en Espa?a, con escasa raigambre financiera, y la tradicional emisi¨®n del Tesoro p¨²blico.
Otro detalle destacado por los medios financieros es que las empresas espa?olas est¨¢n recuperando bastante sus cifras debeneficios, lo que hace que puedan colocar el dinero con abundancia en emisiones rentables y seguras. La r¨¢pida colocaci¨®n de la deuda p¨²blica es un s¨ªntoma que anuncia cierta recuperaci¨®n.
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