Benito M¨¢rquez

un celador onubense primo de Felipe Gonz¨¢lez, est¨¢ tambi¨¦n, como el l¨ªder socialista, enfrentado al Gobierno (al actual y a, los anteriores), pero no por motivos pol¨ªticos, sino porque no hacen caso de su descubrimiento de una vacuna que, seg¨²n manifiesta, cura la peste porcina. Como tantos espa?oles, le escribi¨® al Rey Juan Carlos, informa Jos¨¦ Aguilar, y gracias a ello ha conseguido entrevistar se con el director adjunto de Investigaci¨®n Agraria, Carlos Compaire, quien le prometi¨® hacer pruebas con su vacuna, pero sin garantizarle que su ¨¦xito signifique autom¨¢ticamente la comercializaci¨®n oficial del medicamento. Benito M¨¢rquez rechaz¨® entonces tal propuesta y se ha vuelto a Sevilla, donde reside, a esperar cambios en el Gobierno de la naci¨®n. El primo del secretario general del PSOE consigui¨® su vacuna experimentando en su propio cuerpo: en 1960 se inyect¨® sangre de un cerdo apestado y estuvo a punto de morir al intentar conseguir el remedio. Una epidem¨ªa de peste porcina diezmaba en aquel tiempo la caba?a nacional y ¨¦l acudi¨® al m¨¦todo original de consecuci¨®n de una vacuna. Estuvo dieciocho meses hospitalizado, y cuando los m¨¦dicos le daban por imposible, Benito se cur¨® a s¨ª mismo con determinadas hierbas, con las que luego ha curado animales de todos los rincones de Espa?a. A despecho del silencio oficial, hoy ense?a con orgullo el piso de la calle Gravina, en Sevilla, que le regal¨® un ganadero catal¨¢n, al que consigui¨® salvarle 3.000 cabezas de ganado con su particular vacuna.