Sa Carneiro es homenajeado en Portugal al cumplirse el primer aniversario de su muerte
Hoy se cumple el primer aniversario de la muerte, en accidente a¨¦reo, del primer ministro portugu¨¦s Francisco Sa Carneiro, que iba acompa?ado de su ministro de Defensa y otras siete personas, en lo que deb¨ªa ser el ¨²ltimo viaje de una intensa campa?a pol¨ªtica para la elecci¨®n del presidente de la Rep¨²blica.
Esta noche, en Oporto, ciudad natal de Sa Carneiro, los l¨ªderes de la coalici¨®n gubernamental Alianza Democr¨¢tica participan en un homenaje al fallecido primer ministro. El acto coincide con la apertura, en la capital norte?a, del Congreso Nacional del Partido Socialdem¨®crata, del que Sa Carneiro era presidente.Ambas circunstancias dieron motivo ayer a la Prensa portuguesa para hacer un balance del a?o que termina, con unas semanas de antelaci¨®n sobre el calendario oficial.
En el balance prevalecen los motivos de preocupaci¨®n, el desencanto y la incertidumbre sobre el futuro. Todos estos factores pueden, a muy corto plazo, revelarse abrumadores para el sucesor de Sa Carneiro en la direcci¨®n del Ejecutivo y del Partido Socialdem¨®crata, Francisco Pinto Balsem?o. El primer ministro ha escogido el terreno que le es m¨¢s desfavorable al aceptar que el congreso que juzgar¨¢ su primer a?o de acci¨®n se desarrolle en un clima forzosamente emocional.
Un a?o despu¨¦s de su muerte Sa Carneiro sigue siendo el m¨¢s amado y el m¨¢s odiado de los dirigentes pol¨ªticos portugueses, y Balsem?o, enfrentado a una situaci¨®n interna de extrema gravedad en el pa¨ªs, tiene la tarea ingrata de medirse con un fantasma.
Nadie, hoy en d¨ªa, parece estar interesado en reflexionar seriamente sobre lo que hubiese sido la evoluci¨®n pol¨ªtica, social y econ¨®mica de Portugal sin el desastre del 4 de diciembre de 1980. No interesa a los nost¨¢lgicos del liderazgo de Sa Carneiro preguntarse sobre la manera c¨®mo ¨¦ste hubiese encarado la tremenda derrota pol¨ªtica que signific¨® la victoria presidencial del general Eanes del 8 de diciembre de 1980, por mayor¨ªa absoluta, contra el candidato de Alianza Democr¨¢tica.
Para ellos, s¨®lo una cosa es evidente: no queda nada en el pa¨ªs de aquel clima de movilizaci¨®n y euforia que la "din¨¢mica de victoria" de Sa Carneiro hab¨ªa creado y a Balsem?o se le culpa de todas las dificultades y del desencanto.
Esta actitud est¨¢ dando armas a la ultraderecha. La campa?a en curso desde hace un a?o est¨¢ alcanzando en este momento niveles sin precedentes. Panfletos clandestinos circulan en Lisboa acusando abiertamente al primer ministro y al presidente de la Rep¨²blica de haber "asesinado a Sa Carneiro", y la tesis del atentado, inicialmente descartada por las investigaciones oficiales, recibe hoy acogida en ¨®rganos de la Prensa pro Alianza Democr¨¢tica, confusamente mezclada con otras consideraciones cr¨ªticas a la acci¨®n de los ministros socialdem¨®cratas.
Sentimiento de frustraci¨®n
No ser¨ªa excesivamente significativo que el editorialista del semanario O Tempo afirmara ayer que "crece la convicci¨®n de que la tragedia de Camarate fue debida a un infame acto de sabotaje" si esta grave acusaci¨®n contra la autoridad del Gobierno y del Estado no fuese el producto de un sentimiento generalizado de frustraci¨®n y de rebeld¨ªa que afecta todos los sectores de la poblaci¨®n.No puede pasar desapercibido que el homenaje a Sa Carneiro y el congreso del PSD coinciden con el anuncio, por parte del ministro de Finanzas, de la creaci¨®n de un "presupuesto de salvaci¨®n nacional". La conflictividad laboral, hasta ahora excepcionalmente reducida, da signos de aumentar peligrosamente con las manifestaciones callejeras anunciadas por el sindicato CGT (comunista) a partir del 12 de diciembre y la llamada de la central socialista (UGT) a una huelga general de veinticuatro horas en protesta por la legislaci¨®n laboral en estudio.
Oposici¨®n socialista
El Partido Socialista, que moder¨® hasta la fecha su oposici¨®n al Gobierno, para no comprometer la tarea, prioritaria seg¨²n Mario Soares, de la revisi¨®n constitucional, endurece tambi¨¦n su oposici¨®n y se recrudecen las presiones a los militantes, como lo demuestra la manifestaci¨®n de solidaridad, el pasado mi¨¦rcoles, con el coronel (en situaci¨®n de reserva) Jaime Neves, condenado a diez d¨ªas de arresto por haber tratado p¨²blicamente de mentiroso al general Garc¨ªa dos Santos, jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito de Tierra.El prestigio y la autoridad personal del presidente Eanes siguen aumentando en un pa¨ªs cuyo sistema semipresidencial permite al jefe del Estado un contacto directo con la vida pol¨ªtica nacional, sin hacerle posible intervenir directamente en la esfera de acci¨®n del poder ejecutivo. Lejos de menguar, el sector de Alianza Democr¨¢tica que permiti¨® a Eanes vencer en 1980 al candidato oficial de la coalici¨®n gubernamental, se refuerza y se pronuncia cada vez m¨¢s abiertamente.
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