La posici¨®n de Grecia en la OTAN, tema esencial en la "sesi¨®n de invierno" de la Alianza

La posici¨®n que va a adoptar Grecia en el seno de la OTAN, tras la llegada al poder de los Socialistas, es la cuesti¨®n que despierta mayor inter¨¦s en Bruselas, donde se inici¨® ayer la "sesi¨®n de invierno de la Alianza Atl¨¢ntica". El primer ministro, Andreas Papandreu, que es tambi¨¦n titular de la cartera de Defensa, se entrevist¨® ayer por la tarde con el secretario de Defensa norteamericano, Caspar Weinberger. Tanto Papandreu como Weinberger calificaron su primer contacto de "¨²til y esperanzador".

De esta entrevista y de los acuerdos a que puedan llegar en relaci¨®n con la ayuda militar que conceder¨¢ Washington a cambio de renovar su acuerdo con Atenas para la utilizaci¨®n de bases militares, puede depender el desarrollo de esta cumbre atl¨¢ntica, que tiene tambi¨¦n sobre el tapete otras dos cuestiones importantes: las conversaciones de Ginebra para reducci¨®n de armamento nuclear en Europa y el incremento de los gastos de defensa.Papandreu ha hecho una entrada sonada: lleg¨® a Bruselas a mitad de la tarde, sin tiempo para asistir a la reuni¨®n del eurogrupo, integrado por los ministros de Defensa de todos los pa¨ªses europeos, excepto Francia e Italia. Con este pretexto, el representante griego no autoriz¨® la publicaci¨®n del comunicado final (v¨¦ase p¨¢gina 19).

Situaci¨®n delicada

El primer ministro griego se encuentra en una situaci¨®n delicada, pero parece decidido a plantear seriamente sus reivindicaciones en el seno de la Alianza y en relaci¨®n con otro miembro de la misma, Turqu¨ªa, con el que Atenas tiene pendiente desde hace m¨¢s de diez a?os el pleito de Chipre.Papandreu deber¨¢ intervenir hoy ante el comit¨¦ de planes de defensa para explicar a sus colegas la posici¨®n aut¨¦ntica de su Gobierno. Hasta el presente, las declaraciones del l¨ªder del Movimiento Socialista Panhel¨¦nico (Pasok), poniendo en duda su permanencia en la organizaci¨®n militar de la OTAN, han causado honda preocupaci¨®n en la Alianza, aunque no han recibido respuesta a falta de esa entrevista personal que tendr¨¢ lugar hoy. "Somos nosotros los m¨¢s interesados en saber cu¨¢l es la posici¨®n de Atenas", afirm¨® un portavoz de la Alianza, quien a?adi¨® que Papandreu tendr¨¢ que contestar muchas preguntas.

Las mismas fuentes reconocieron que una eventual retirada griega "causar¨ªa serios problemas en la OTAN", especialmente en cuanto se refiere a la defensa del flanco sur, importante desde que la URSS invadi¨® Afganist¨¢n. Sin embargo, para este portavoz oficioso, Grecia tiene, por su parte, que enfrentarse a otro problema, porque su ausencia de la organizaci¨®n militar no ayudar¨ªa a mejorar su relaci¨®n de fuerzas con Turqu¨ªa.

El primer ministro griego parece haber decidido negociar o al menos discutir unilateralmente con Estados Unidos antes de comparecer ante sus colegas europeos. Weinberger. por su parte, parec¨ªa muy interesado en explicar al primer ministro griego el objetivo de su reciente visita a Ankara y el alcance de la ayuda militar prometida al r¨¦gimen del general Kenan Evren.

EE UU quiere una "posici¨®n fuerte" en Ginebra

El caso griego no es, sin embargo, el ¨²nico punto de discrepancia en el seno de la Alianza. Las conversaciones de Ginebra, entre Washington y Mosc¨², para la reducci¨®n de armamento nuclear en Europa plantean tambi¨¦n algunos problemas. Una vez aceptada la opci¨®n cero como punto de partida, tal y como quer¨ªan los europeos, Estados Unidos quiere ahora que la OTAN reitere con firmeza y absoluta unanimidad su decisi¨®n de desplegar los euromisiles si las negociaciones no dan resultado antes de 1983, fecha prevista para la instalaci¨®n de los Cruise y Pershing.Esta posici¨®n norteamericana causa problemas en los Pa¨ªses Bajos y en B¨¦lgica, dos miembros de la OTAN que no han dado a¨²n autorizaci¨®n para recibir los 48 misiles que les corresponden. La Haya hab¨ªa prometido aclarar su posici¨®n en esta reuni¨®n de invierno, pero el dif¨ªcil equilibrio pol¨ªtico interno les obliga a posponerlo indefinidamente. B¨¦lgica, por su parte, se encuentra en plena crisis, sin Gobierno, y puede permanecer as¨ª varias semanas o incluso meses.

Weinberger y Alexander Haig, secretario de Estado, plantear¨¢n tambi¨¦n en Bruselas la necesidad de que los europeos, un¨¢nimemente, aumenten sus gastos de defensa por encima del famoso 3% lo que no consigui¨® en su d¨ªa el presidente Carter.