El "Chopin Express", un camino abierto hacia Occidente
Tras la interrupci¨®n progresiva de las comunicaciones con el exterior -tel¨¦fonos, teletipos, vuelos y fronteras- que ha seguido a la proclamaci¨®n de la ley marcial, Polonia se encuentra pr¨¢cticamente aislada del resto del mundo. Sin embargo, una v¨ªa de gran valor en estos momentos queda todav¨ªa abierta. Se trata del Chopin Express, el tren que une Varsovia con Viena a traves de territorio checoslovaco. El Chopin Express, que ha conducido a Austria a miles de fugitivos durante los ¨²ltimos meses, lleg¨® el martes a la capital austriaca a la hora que ten¨ªa prevista, las 8.25, por primera vez en mucho tiempo.
El convoy, el segundo salido de Polonia con destino a la capital austriaca desde que se proclam¨® la ley marcial en la madrugada del domingo, llevaba hoy a bordo a unos veinte polacos poseedores de pasaportes extranjeros -austriacos sobre todo- o diplom¨¢ticos y residentes habituales fuera de Polonia.En la primera ma?ana realmente fr¨ªa del mes de diciembre -Viena amaneci¨® nevada- varios periodistas occidentales y algunos polacos preocupados por la suerte de sus familias en las ciudades de Gdansk, Kattowice o Varsovia recibieron a los viajeros, que se mostraban en su mayor¨ªa confusos y temerosos.
"El s¨¢bado ya hab¨ªa rumores de que se iba a proclamar la ley marcial", manifest¨® a EL PAIS Eva, una polaca que se neg¨® a dar su nombre completo y que reside habitualmente en Austria desde 1974.
Eva, que se encontraba en Varsovia visitando a su familia, manifiesta su confusi¨®n al enjuiciar la medida del general Jaruzelski: "No s¨¦ si era lo ¨²nico que se pod¨ªa hacer; no s¨¦ si la ley marcial era una soluci¨®n", dice mientras golpea nerviosa un ejemplar de Trybuna Ludu, donde con letras rojas y negras se anuncian las medidas de excepci¨®n. "Esto es lo ¨²nico que puede leerse ahora en Polonia", exclama.
"Ha sido un choque. La gente s¨®lo piensa en vender todo lo que tiene, el piso o el coche, y marcharse del pa¨ªs", manifiesta en un ingl¨¦s aceptable una bella muchacha procedente de Gdansk.
Austria, tierra de asilo
Algunos de los reci¨¦n llegados no pueden contener su emoci¨®n, otros se muestran atemorizados. Todos ellos coinciden en afirmar que el corte de las comunicaciones interiores impide saber si hay huelgas y en qu¨¦ medida ¨¦stas se han extendido; destaca la presencia del Ej¨¦rcito en la calle y aseguran que en los comercios "solo queda pan".
Tras la militarizaci¨®n de Polonia, las autoridades austriacas han subrayado que este pa¨ªs continuar¨¢ siendo tierra de asilo para los polacos y ha dado instrucciones a su Embajada en Varsovia para que conceda visados con criterios generosos.
Sin embargo, Austria, que practica una tradicional pol¨ªtica de asilo desde 1956, se niega a ser el destino final de una emigraci¨®n de car¨¢cter econ¨®mico que lastra grave mente la econom¨ªa del pa¨ªs.
El Gobierno de Viena introdujo el visado obligatorio para los polacos a partir del 8 de diciembre pasado, a causa de la invasi¨®n de supuestos turistas cuya intenci¨®n era trabajar ilegalmente para ahorrar algunas divisas.
Casi 30.000 polacos hab¨ªan solicitado asilo pol¨ªtico en Austria entre el 1 de enero y el 1 de diciembre de este a?o, seg¨²n los ¨²ltimos datos facilitados por el Ministerio del Interior, y se cree que m¨¢s de 200.000 viven en territorio austriaco, muchos de ellos en situaci¨®n irregular.
Creciente animosidad
A diferencia de los ciudadanos checoslovacos o rumanos, que son aceptados mayoritariamente como refugiados pol¨ªticos, los polacos tuvieron ¨²ltimamente dificultades en ser admitidos como tales -s¨®lo veintiuno lo fueron el pasado mes de noviembre-, debido al clima de libertad reinante en Polonia.
Ante una crisis econ¨®mica que se deja sentir cada vez m¨¢s, la poblaci¨®n austriaca ha dado crecientes muestras de animosidad hacia los fugitivos polacos y esgrime criterios de tipo racistas, coreados en parte por la Prensa, seg¨²n los cuales los polacos alteran el orden y cometen delitos.
Mientras tanto, las autoridades austriacas reprochan a Canad¨¢ y EE UU -que en total habr¨¢n acogido a 8.000 fugitivos hasta finales de este a?o- que se laven las manos en el problema de los refugiados que se hacinan en campos de internamiento especiales -lager- pensiones e incluso tiendas de campa?a, mientras dura su estancia en Austria en espera de su destino final.
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