Guinea Ecuatorial: cambio de Gobierno
UNOS Pocos d¨ªas antes de la visita de Calvo Sotelo a Guinea Ecuatorial se ha producido en este pa¨ªs un cambio de Gobierno de gran alcance, que afecta a casi todos los ministros-comisarios a los dos vicepresidentes. Cualquier interpretaci¨®n definitiva es todav¨ªa prematura, pero la desaparici¨®n del actual vicepresidente primero, Florencio May¨¦, pieza clave en el golpe de libertad del 3 de agosto de 1979, parece apuntalar el proceso, ya iniciado en 1980 con el nombramiento de Salvador Ela como embajador en China, de hacer desaparecer de la escena pol¨ªtica a los principales art¨ªfices del derrocamiento de Mac¨ªas. Con May¨¦ tambi¨¦n abandona el Gobierno el ministro del Interior, mientras que el vicepresidente segundo, Eulogio Oy¨®, que presidi¨® el tribunal que conden¨® a Mac¨ªas, se ve relegado a ministro de Trabajo.Sin embargo, la fachada del actual Gobierno pudiera interpretarse como de una mayor apertura. El n¨²mero de civiles que forma parte del mismo es importante, y algunos de ellos cuentan con un historial democr¨¢tico y con un buen ascendiente profesional; pero lo que no est¨¢ claro es que tengan ninguna influencia pol¨ªtica para imponer criterios de mayor libertad, justicia y honestidad.
Otra caracter¨ªstica destacable es la permanencia en el aparato del Estado de los dos directos negociadores con el general S¨¢enz de Santamar¨ªa en el tema militar, y con el secretario de Estado de Comercio, Hidalgo de Quintana, en la cooperaci¨®n econ¨®mica. El inspector de las fuerzas armadas ecuatoguineanas, Mba O?ana, y el anterior comisario de Hacienda y Comercio, nombrado ahora ministro de Asuntos Exteriores, formar¨¢n parte, sin duda, del equipo negociador del presidente Obiang.
Calvo Sotelo debe culminar una dif¨ªcil negociaci¨®n que arranca desde bastante atr¨¢s, y cuyo prop¨®sito no es otro que el de establecer unos compromisos operativos en el terreno militar, en la econom¨ªa y en la administraci¨®n de justicia que permitan la reorganizaci¨®n del pa¨ªs y el respeto m¨ªnimo a los derechos de los ciudadanos. El repentino cambio de Gobierno coincide adem¨¢s con el insidioso rumor de que el FMI es contrario al mayor control econ¨®mico propuesto por Espa?a. Jam¨¢s en la vida de esta instituci¨®n se ha producido ninguna interferencia en las negociaciones bilaterales entre pa¨ªses miembros.
Si la desaparici¨®n de los hombres clave en el levantamiento contra la tiran¨ªa consigue acomodarse con un Gobierno presentable, pero d¨®cil, el poder personal del presidente Obiang y el de su c¨ªrculo de parientes y amigos corre el peligro de desplazarse hacia unos objetivos distintos de los programados en sus or¨ªgenes por el nuevo r¨¦gimen. En el caso de que los vientos soplen en esta direcci¨®n, la cooperaci¨®n espa?ola deber¨¢ recoger velas, porque el poder pol¨ªtico de Guinea Ecuatorial dif¨ªcilmente ver¨¢ con buenos ojos una reordenaci¨®n de la vida econ¨®mica y social sometida al respeto de la ley y al correcto funcionamiento de las instituciones.
Esta interpretaci¨®n apresurada. puede verse, por fortuna, desmentida si el nombramiento del nuevo vicepresidente primero, todav¨ªa vacante, confirmase que la entrada de los civiles en el Gobierno no es una maniobra de diversi¨®n, sino que el presidente Obiang est¨¢ empe?ado, con decisi¨®n y honestidad, en una etapa de reconstrucci¨®n nacional y de restituci¨®n de las libertades democr¨¢ticas. En este caso, la cooperaci¨®n debe continuar e intensificarse, haciendo Espa?a valer sus buenos oficios ante la comunidad internacional, de modo que el destino de este desafortunado pa¨ªs pueda definitivamente enderezarse.
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