No hay ninguna clemencia en Yugoslavia para el partido comunista polaco
A seis d¨ªas del golpe del general Jaruselski no queda clemencia para el Partido Obrero Unificado polaco en los medios de informaci¨®n yugoslavos. En una rueda televisada de una hora sobre los acontecimientos de Polonia, uno de los participantes declar¨® que si se acepta que los millones de militantes de Solidaridad han sido presa de la contrarrevoluci¨®n "hay que preguntarse qu¨¦ es lo que ha hecho durante m¨¢s de treinta a?os el partido comunista Polaco (POUP) para que la clase trabajadora se le vuelva anticomunista".
A nivel oficial sigue vigente la declaraci¨®n oficial de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia el pueblo trabajador y el POUP son los ¨²nicos llamados a solucionar la crisis por medios democr¨¢ticos y a llevar a cabo las reformas que m¨¢s respondan a la sociedad polaca. El Ej¨¦rcito polaco queda soslayado de todo elogio, aunque un recuadro de la revista NIN lo describe como fuerza de tradici¨®n espartana, segunda potencia del pacto de Varsovia, y en medios militares yugoslavos estar¨ªa prevaleciendo la opini¨®n de que Jaruselski sacara adelante su plan de pacificaci¨®n en el terreno militar.El hecho de que la Constituci¨®n polaca no tenga m¨¢s que cl¨¢usula de "estado de guerra" (ley, marcial) en vez de la de "estado de excepci¨®n" es para la televisi¨®n yugoslava un residuo de la escriban¨ªa estalinista, que no conceb¨ªa ni el conflicto civil de intereses ni la posibilidad de situaciones civiles excepcionales, sino simplemente la "guerra" del enemigo de clase contra el partido. La agencia yugoslava Tanjug lamentaba que "una vez m¨¢s hayan sido trabajadores los que caen en Polonia, como en las dos crisis anteriores de 1956 y 1970, pareciendo que la historia no ha ense?ado bastante".
De todas formas, ni los medios oficiales ni los period¨ªsticos dejan de dar muestras de un aire de conformidad con lo que, por ahora, es un mal menor para Yugoslavia: la intervenci¨®n de Jaruseliski en vez de la entrada en Polonia de las tropas del Pacto de Varsovia. Yugoslavia no pierde la ocasi¨®n de realzar las reivindicaciones de autogesti¨®n y descentralizaci¨®n esgrimidas por Solidaridad, pero se refiere con recelo a todo lo que recuerde a influencia pol¨ªtica de la Iglesia, dado que tambi¨¦n el cesar autogestor yugoslavo tiene sus litigios con el arzobispo croata.
Postitismo en paz
Esta vez nadie critica en Yugoslavia a la Uni¨®n Sovi¨¦tica respecto a los acontecimientos de Polonia. Van a transcurrir dos a?os de postitismo en paz con Mosc¨² y precisamente ayer el semanario del Partido Comunista yugoslavo Komunist dedicaba un art¨ªculo al setenta cumplea?os de Breznev, a la vez que la televisi¨®n emit¨ªa un programa acerca del n¨²mero uno sovi¨¦tico, en una hora de gran audiencia.
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