Exito de la primera subasta de objetos del mundo del "rock and roll"
Desde el certificado del primer matrimonio de John Lennon hasta el coche de John Bonham, el difunto miembro de Led Zeppelin, en la sala de subastas de Sotheby's en Belgravia, ayer sali¨® de todo en esta primera puja en Londres dedicada exclusivamente al mundo del rock and roll. Se vendieron objetos por un valor total de dieciocho millones de pesetas. Un tercio, comprendido por objetos de los Beatles, se lo llev¨® Terry Smith, director de una emisora de radio de Liverpool, con la intenci¨®n de crear un museo Beatles en la ciudad donde naci¨® este grupo.
?Querida Anne los clubes est¨¢n abiertos hasta las cuatro de la madrugada, pero no vamos a ellos, son demasiado caros (unos siete chelines por una cerveza o una coca-cola?, escrib¨ªa Paul McCartney en una carta en 1961, desde el Star Club de Hamburgo. Los tiempos han cambiado. La carta, que sali¨® en 37.000 pesetas, lleg¨® a cotizarse ayer por m¨¢s de 400.000 pesetas. Stoheby's hab¨ªa calculado por lo bajo, en esta su primera aventura en el mundo del rock and rollEn el marco tradicional de esta casa de subastas, esta operaci¨®n resulta extra?a. Los empleados sonre¨ªan, sobre todo al sacar el reloj de Elvis Presley, que a una velocidad alarmante lleg¨® a las 350.000 pesetas. El r¨¦cord, sin embargo, le correspondi¨® a un peque?o autorretrato a tinta de John Lennon, desnudo: mill¨®n y medio de pesetas. Si alguna pauta sobresale es que las pertenencias personales de los ¨ªdolos de la m¨²sica del pasado se cotizan mejor que otras ambig¨¹edades. En esta subasta hab¨ªa tambi¨¦n posters, aut¨®grafos, discos, tocadiscos, etc¨¦tera. En total, 195 lotes que llenaron casi tres fascinantes horas.
Este corresponsal estuvo sentado al lado de un hombre de unos cincuenta a?os, con un abrigo de cuero negro, que se mantuvo callado, hasta que salieron a subasta objetos relacionados con los Beatles. Discretamente, puj¨®, moviendo s¨®lo los ojos, y diciendo su nombre: Smith. Lentamente fue acumulando posesiones a un precio astron¨®mico. Pero para ¨¦l era una ganga.
A Smith le temblaba la mano. Y no era para menos, pues aqu¨ª se dej¨® seis millones de pesetas, tras una repentina decisi¨®n, el lunes, de acudir a Londres. Director de 194 Radio City de Liverpool, su compa?¨ªa podr¨¢ ahora fundar el museo que deseaba, con el piano Steinway que Lennon comprara en 1970, el velomotor que us¨® en 1967. Sus trajes de actuaci¨®n (medi¨® mill¨®n de pesetas al m¨¢s caro). O la guitarra de doce cuerdas de George Harrison. Quiz¨¢ no sea una ganga, pero todos estos fetiches de la modernidad se quedar¨¢n en su pa¨ªs de origen.
Se especulaba con la posibilidad de que fuera el agente de Paul McCartney el que se llev¨® para su cliente la carta de Buddy Holy, un ejecutivo de la compa?¨ªa discogr¨¢fica Decca: ?Lo siguiente es una biograf¨ªa de mi vida. Nac¨ª en Lubbock, Texas, y he vivido aqu¨ª desde entonces...?, 185.000 pesetas.
Los organizadores estaban satisfechos de c¨®mo hab¨ªan ido el d¨ªa en Sotheby's. ?Si no se cambia, uno pierde el mercado?, explic¨® John Badeley, quien llev¨® la subasta. La expectaci¨®n era tan grande que hubo que acomodar otra sala, con circuito cerrado de televisi¨®n, y mantener abiertas tres l¨ªneas telef¨®nicas con Estados Unidos. Pero muchos de los presentes eran simples curiosos, nost¨¢lgicos venidos a deleitarse con estos recuerdos de su pasado.
Los Beatles venden bien
Los Beatles se venden bien. Un programa de una actuaci¨®n con aut¨®grafos de los cuatro lleg¨® a las 700.000 pesetas. Elvis Presley es tambi¨¦n una fuerte inversi¨®n. Pero las cosas de John Lennon se han revalorizado desde su asesinato. Y con ¨¦l, las de sus compa?eros. No se sabe de d¨®nde sali¨® el certificado de su matrimonio con Cinthia Powell, en Liverpool, en agosto de 1962, salvo que estaba ?detr¨¢s de una c¨®moda?, pero s¨ª su precio: 75.000 pesetas. Y as¨ª, con la corbata de Ringo Starr, el letrero callejero de Abbey Road, unas grabaciones exclusivas de Jimi Hendrix, fotos de Bill Haley y de los Everly Brothers, se cerr¨® una nueva expeniencia para Sotheby's. Se repetir¨¢. Este es el mundo del comercio, no s¨®lo del rock and roll.
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