Jorge Sempr¨²n recurre a la utop¨ªa en su ¨²ltima novela

El d¨ªa 29 de mayo de 1968, a su retorno de Baden, en donde se hab¨ªa concertado con las tropas francesas estacionadas en Alemania para apagar la hoguera revolucionaria parisiense, el general Charles de Gaulle muri¨® al estrellarse su helic¨®ptero en las inmediaciones de Colombey-les-deux-Eglises, seg¨²n la ¨²ltima ficci¨®n novel¨ªstica de Jorge Sempr¨²n publicada en Francia.El l¨ªder de izquierdas Pierre Mendes France form¨® un Gobierno, pero semanas despu¨¦s perdi¨® las elecciones, ganadas por la Uni¨®n del Pueblo de Francia, integrada por los comunistas y gaullistas. Cinco a?os m¨¢s de guerrillas, en las que destaca incluso la actriz Mireille Darc y, por fin, gracias a los acuerdos de Trianon, se instala en el poder la segunda comuna de Par¨ªs, que se denomina Zona de Utop¨ªa Popular (ZUP), y que reina sobre la geograf¨ªa de tres barrios c¨¦lebres de la capital: el mercado de Les Halles, el Barrio Latino y Saint-Germain-de-Pres. As¨ª, sin m¨¢s, la ZUP contin¨²a realizando la experiencia iniciada durante las barricadas de 1968.

Para conocer la continuaci¨®n hay que cogerse del brazo de Artigas, que es el personaje protagonista de La algarab¨ªa, la ¨²ltima novela de Jorge Sempr¨²n. Artigas, que va a morir al final de la jornada, se afana por llegar a la prefectura de polic¨ªa para conseguir el pasaporte que, definitivamente, le permitir¨¢ volver a Espa?a, pero antes vive las aventuras m¨¢s insospechadas, para morir sin pasaporte.

Biograf¨ªa p¨®stuma

Artigas, una vez m¨¢s, es Sempr¨²n, ?pero de manera perversa. Artigas soy yo, pero s¨®lo quien me conozca lo reconocer¨¢. Esta novela es un poco la muerte de todos mis personajes anteriores biogr¨¢ficos. Ello no quiere decir que alg¨²n d¨ªa no vuelva a escribir en primera persona, pero con tema espa?ol. Mi pr¨®xima novela ser¨¢ pura ficci¨®n ?.La cr¨ªtica ha entendido este libro como la biograf¨ªa p¨®stuma de Sempr¨²n, y como la primera novela puramente novelesca. Ni El gran viaje ni El ¨²ltimo domingo, ni ninguno de sus libros anteriores hab¨ªan sido acogidos con el entusiasmo que ahora despierta La algarab¨ªa.