La innovaci¨®n tecnol¨®gica en los servicios telef¨®nicos
?Se comporta la Compa?¨ªa Telefon¨ªa como elemento dinamizador en la innovaci¨®n tecnol¨®gica espa?ola? Las cr¨ªticas que han aparecido sobre su acci¨®n general, o bien sobre su relativa pasividad como creador de oferta en el sector electr¨®nico, inducen este art¨ªculo de Juan Manuel Rebollo, director general de la CTNE, y en el que se expone la estrategia m¨¢s reciente de la Compa?¨ªa.
La crisis mundial ha afectado muy desfavorablemente a las actividades empresariales. El campo de la electr¨®nica no ha sido una excepci¨®n, y tanto en Espa?a como en el extranjero muchas empresas de este campo tienen dificultades.Concret¨¢ndonos al sector de las telecomunicaciones profesionales en Espa?a, las empresas del mismo tienen problemas que han sido ampliamente comentados en mesas redondas, coloquios y en la Prensa. Los comentarios han sido en unas ocasiones constructivos, y en otras parecen evidenciar falta de informaci¨®n adecuada y de conocimiento profundo de la realidad del tema. Es, por tanto, aconsejable considerar, en l¨ªneas generales, cu¨¢les son los problemas del sector en sus or¨ªgenes y las medidas tomadas para remediarlos. Haremos, para ello, un examen de la evoluci¨®n hist¨®rica del tema.
La Compa?¨ªa Telef¨®nica Nacional de Espa?a (CTNE) se fund¨® en 1924 como compa?¨ªa asociada a la Internacional Telephone and Telegraph (ITT), contando desde entonces como suministrador ¨²nico con Standard El¨¦ctrica, tambi¨¦n asociada a ITT. En 1945 se nacionaliz¨® la participaci¨®n de ITT en la CTNE, pero no as¨ª Standard El¨¦ctrica, que sigui¨® como asociada a ITT y suministrador ¨²nico de la CTNE.
Esta situaci¨®n presentaba ventajas e inconvenientes. Ventajas, fundamentalmente por la mayor concentraci¨®n de pedidos y la uniformidad de los equipos, con el ahorro consiguiente de stocks y de mantenimiento. Inconvenientes, por la falta de contraste de tecnolog¨ªas y de control de la f¨¢brica por la entidad que opera los servicios. Esta situaci¨®n fue criticada en repetidas ocasiones.
En los primeros a?os de la d¨¦cada de los sesenta, las autoridades competentes impusieron fuertes limitaciones a los programas de, obras de la CTNE, lo que trajo como consecuencia una degradaci¨®n del servicio, que lleg¨® al m¨¢ximo en 1965. A partir de 1966 se rectific¨® esta pol¨ªtica, permiti¨¦ndose a la Compa?¨ªa Telef¨®nica inversiones mayores, lo cual, junto a otras medidas, permiti¨® una mejora espectacular del servicio. Fue en esta coyuntura cuando la CTNE, con las autorizaciones pertinentes, reconsider¨® su sistema de suministro.
Se estim¨® conveniente la diversificaci¨®n con la introducci¨®n de un nuevo suministrador para cada tipo de planta. Dada la oportunidad que se presentaba, la CTNE se asoci¨® con LM Ericsson, de Suecia, para la creaci¨®n de INTELSA como nueva f¨¢brica de conmutaci¨®n; con Telettra Italiana, para la creaci¨®n de Telettra Espa?ola, como nueva f¨¢brica de transmisi¨®n, y con General Cables de EE UU para la creaci¨®n de Cables de Comunicaciones (CCSA), como nueva f¨¢brica de cables, consiguiendo de este modo una participaci¨®n adecuada en las decisiones de estos suministradores. Una consideraci¨®n objetiva nos permite afirmar que la experiencia ha sido positiva.
Alta calidad del servicio
No creemos pueda considerarse como triunfalismo reconocer que en l¨ªneas generales el servicio telef¨®nico en Espa?a tiene una alta calidad, con un desarrollo cuantitativo importante y con unas tarifas moderadas en relaci¨®n con las de los pa¨ªses de la OCDE.
En el ¨²ltimo quinquenio han concurrido una serie de circunstancias que han incidido desfavorablemente en las empresas suministradoras de la CTNE. En primer lugar, se han disminuido y encarecido las posibilidades de financiaci¨®n, aumentando considerablemente las cargas financieras.
Adem¨¢s, en los dos ¨²ltimos a?os ha ca¨ªdo la demanda de nuevos tel¨¦fonos, as¨ª como la de la casi totalidad de los servicios, por efecto de la crisis econ¨®mica generalizada. Otro factor a considerar es el de la evoluci¨®n tecnol¨®gica que es ineludible seguir si no se quiere tener una red obsoleta y perder la capacidad exportadora de las f¨¢bricas, con la circunstancia de que los nuevos equipos de conmutaci¨®n electr¨®nica requieren para su fabricaci¨®n menos de una tercera parte del personal que los antiguos equipos electromec¨¢nicos. Otro factor importante es la menor densidad de componentes en los equipos telef¨®nicos, a medida que la extensi¨®n del servicio llega progresivamente a niveles de rentas m¨¢s bajos.
Todas estas circunstancias y otras m¨¢s han tra¨ªdo consigo una atenuaci¨®n del ritmo expansivo de los programas de inversi¨®n respecto al per¨ªodo 1965-1973 y un exceso de capacidad en las f¨¢bricas del sector, y de una forma especial en las de equipos de conmutaci¨®n.
Ante este fen¨®meno, que se relaciona directamente con la crisis econ¨®mica y cuya vigencia coyuntural se prolonga en el tiempo, la Compa?¨ªa Telef¨®nica ha establecido y explicitado en los ¨²ltimos tiempos una estrategia frente a la crisis, que se refleja en las siguientes directrices:
1. Mantener un alto esfuerzo inversor. Los programas de inversi¨®n se formulan al l¨ªmite de las capacidades financieras, con una parte importante dedicada a la reposici¨®n de equipos anticuados. La CTNE ha sido y es la primera empresa inversora de Espa?a. En 1980, su presupuesto de inversiones fue de 115.000 millones, y en 1981, de 135.000 millones, que se cerrar¨¢ con el cumplimiento pr¨¢cticamente total de las realizaciones f¨ªsicas y con un ahorro en el coste de la inversi¨®n entre el 2% y el 3%.
2. Fuerte impulso de la innovaci¨®n tecnol¨®gica. La CTNE se ha incorporado este a?o a la era electr¨®nica de las telecomunicaciones, con la puesta en servicio de las dos primeras centrales electr¨®nicas, que proseguir¨¢n en a?os sucesivos. Por otra parte, a trav¨¦s de su centro de investigaci¨®n ha dise?ado prototipos de gran inter¨¦s tecnol¨®gico y comercial como el tel¨¦fono electr¨®nico Teide, el sistema de multiacceso para la telefon¨ªa rural, el sistema Videotex, los equipos de telealarma, los equipos Tesys para la red especial de transmisi¨®n de datos, la creaci¨®n del centro de dise?o de circuitos integrados.
3. Fomento a la exportaci¨®n. Se est¨¢ realizando un nuevo y decisivo esfuerzo de fomentar la exportaci¨®n, tanto por los servicios propios de la CTNE como por el conjunto de empresas filiales y participadas. S¨®lo en el a?o 1981 se han firmado contratos de exportaci¨®n que rebasan ampliamente los 220, millones de d¨®lares, especialmente en Latinoam¨¦rica.
Varias de las empresas espa?olas del sector alcanzan porcentajes de exportaci¨®n entre el 20% y el 30% de la producci¨®n total. Ello ha permitido resolver total o parcialmente los problemas de exceso de capacidad de algunas de las empresas.
4. Desarrollo de equipos terminales con servicios complementarios del tel¨¦fono principal. Cabe se?alar en este sentido que la red telef¨®nica espa?ola tiene un coeficiente superior al medio europeo en tel¨¦fonos por l¨ªnea, y que nuestra red de datos, que tiene ya conectados decenas de miles de terminales, incorporar¨¢ pr¨®ximamente terminales de fabricaci¨®n nacional.
5. Aumento de la integraci¨®n nacional en la fabricaci¨®n de equipos. En los equipos convencionales se llega a porcentajes superiores al 90% en fabricaci¨®n nacional. En las nuevas tecnolog¨ªas de punta -especialmente en las centrales electr¨®nicas- est¨¢n programados porcentajes crecientes en los pr¨®ximos tres a?os.
Por otra parte, es preciso se?alar que en el sector de las telecomunicaciones profesionales, que suponen aproximadamente un 25% del campo electr¨®nico nacional, el porcentaje deintegraci¨®n nacional es muy superior al de otros sectores.
6. Apoyo a la reestructuraci¨®n de las empresas de conmutaci¨®n. Es conocido el problema de exceso de capacidad y de personal que sufren las dos empresas b¨¢sicas de conmutaci¨®n: Standard El¨¦ctrica e Intelsa. La CFNE ha ofrecido su apoyo para paliar las consecuencias de esta situaci¨®n, elaborando junto con sus socios en estas empresas (ITT y LM Ericsson), un esquema de objetivos que permita qu¨¦ la mayor¨ªa del importante volumen de personal sobrante encuentre empleo en otras actividades relacionadas con las telecomunicaciones o en la propia CTNE.
7. Atenci¨®n especial a los problemas de empleo. En este conjunto de directrices ha prestado la Compa?¨ªa Telef¨®nica una atenci¨®n especial a los problemas de empleo. Gracias a esta pol¨ªtica, cuando la econom¨ªa nacional aumentaba de forma importante sus tasas de desempleo, la CTNE y su conjunto de empresas filiales o participadas no s¨®lo no han disminuido, sino que han mantenido e incluso aumentado su nivel de empleo.
Toda labor se puede perfeccionar, pero es de justicia reconocer, y as¨ª se ha hecho en repetidas ocasiones, que el suministro de equipos profesionales de telecomunicaci¨®n es el m¨¢s planificado, dentro del campo de la electr¨®nica, y el que tiene un mayor porcentaje de fabricaci¨®n nacional, as¨ª como que se est¨¢n haciendo serios esfuerzos para paliar las dificultades que las causas antes apuntadas han creado a las empresas suministradoras de equipos de telecomunicaci¨®n profesional.
Es conocido el dato de que en la industria electr¨®nica -subsector profesional- se ha facturado en 1980 la cantidad de 79.306 millones de pesetas. En este conjunto corresponde a las telecomunicaciones 55.841 millones de pesetas de producci¨®n nacional, con 5.562 millones de pesetas de importaciones y 13.795 millones de pesetas de exportaciones.
Balanza comercial positiva
La industria de las telecomunicaciones es la ¨²nica, dentro de la electr¨®nica profesional, que tiene una balanza comercial positiva.
Puede afirmarse que la Compa?¨ªa Telef¨®nica, en base a su capacidad tecnol¨®gica, a su demanda y a su gesti¨®n, ha sido el cauce de promoci¨®n de uno de los sectores m¨¢s s¨®lidos de la industria nacional -aunque tenga problemas reales en estos momentos de crisis- que abastece las, necesidades de la demanda interior y tiene un excedente de capacidad exportadora.
Es evidente la conveniencia de una cr¨ªtica constructiva, objetiva y bien informada, pero deben meditarse cuidadosamente las opiniones, ante el riesgo de que propuestas no bien fundamentadas y que no se adapten a la realidad puedan, en vez de mejorar, deteriorar un sector que se ha desarrollado con normalidad y que est¨¢ haciendo frente, dentro de lo posible, a las dificultades existentes.
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