La formaci¨®n permanente de los jueces espa?oles
Hoy d¨ªa se est¨¢ produciendo, en opini¨®n del autor de este art¨ªculo, un distanciamiento peligroso entre la realidad de los negocios internacionales y la actividad judicial. Buena prueba de ello ser¨ªan algunas decisiones tomadas recientemente por juzgados de instrucci¨®n de Madrid en materia de Derecho Internacional que han provocado fuertes reacciones en los mercados internacionales de capitales.
Comienza nuestra Constituci¨®n, al hablar del poder judicial, diciendo que 1a justicia emana del pueblo". Y efectivamente la misi¨®n de juzgar y de hacer ejecutar lo juzgado no puede quedar al margen de los ciudadanos, cuando su verdadera eficacia radica precisamente en la confianza que a ¨¦stos merece la actividad ordinaria de los jueces y magistrados.Hoy d¨ªa se est¨¢ produciendo un distanciamiento ciertamente peligroso entre la realidad de los negocios internacionales y la actividad judicial. Lo que en su caso pueda resolver un juez constituye con demasiada frecuencia una gran inc¨®gnita en cualquier reuni¨®n de hombres de negocios a la que asistan abogados para prestar su asesoramiento jur¨ªdico.
Tras los muchos a?os de autarqu¨ªa, como filosof¨ªa pol¨ªtica del sistema anterior, los empresarios y sus asesores jur¨ªdicos est¨¢n. impregn¨¢ndose en el esp¨ªritu de la cooperaci¨®n internacional. T¨¦cnicas jur¨ªdicas y formas (le contrataci¨®n que hace escasos a?os, o incluso meses, eran desconocidas en la empresa espa?ola, hoy forman parte de su acervo diario de recursos.
Los empresarios espa?oles han aprendido mucho en la conquista de mercados a veces muy distantes geogr¨¢fica y mentalmente de nuestro pa¨ªs. Sus asesores jur¨ªdicos se han visto obligados con cautela y prudencia a seguirles en su dif¨ªcil caminar por el extranjero y han tenido que abandonar esquemas cerrados y conservadores propios de todo abogado internista o dom¨¦stico; el contacto con sus colegas extranjeros y la permanente necesidad diaria de brindar soluciones a problemas complejos han hecho de muchos abogados espa?oles verdaderos expertos pr¨¢cticos del Derecho Internacional.
Eso ha sido ya un paso muy importante en el proceso de readaptaci¨®n de nuestro sistema jur¨ªdico a la nueva filosof¨ª democr¨¢tica de incorporaci¨®n internacional. Y eso se est¨¢ reflejando ya de forma clara y terminante en la jurisprudencia de nuestro Tribunal Supremo, compuesto por juristas de gran talla y experiencia jurisdiccional. Algunas sentencias recientes, de nuestro m¨¢s alto tribunal est¨¢n siendo comentadas con grandes elogios en revistas especializadas de otros pa¨ªses. Los jueces del Tribunal Supremo han reaccionado con amplitud de miras ante las nuevas circunstancias que la abogac¨ªa de nuevo cu?o est¨¢ formulando diariamente en sus escritos de solicitud de justicia.
En otras esferas no se ha notado todav¨ªa la permeabilidad generalizada del poder judicial frente a los nuevos planteamientos de la cooperaci¨®n econ¨®mica internacional. A nivel de jueces de primera instancia existe siempre un fuerte recelo en la comunidad de hombres de negocios y de sus asesores jur¨ªdicos sobre la posibilidad de tener una respuesta adaptada a las circunstancias del medio en que se desenvuelven sus relaciones contractuales.
Hace pocos d¨ªas, una agencia de Prensa espa?ola daba la noticia de que un juzgado de Madrid hab¨ªa denegado la ejecuci¨®n de un pr¨¦stamo sindicado en divisas, precisamente por el hecho de que hab¨ªa sido pactado en d¨®lares y no en pesetas, perdiendo as¨ª, seg¨²n la resoluci¨®n judicial a la que se alud¨ªa, su fuerza ejecutiva en Espa?a. La medida provoc¨® una fort¨ªsima reacci¨®n en los mercados internacionales de capitales, pues la deuda exterior de las empresas espa?olas, de bastantes miles de millones de d¨®lares, est¨¢ pactada Precisamente en moneda distinta a la peseta. La experiencia diaria de los juzgados nos dice que t¨¦cnicas financieras corrientes ya en la vida de las empresas locales son puestas en entredicho. Los usos mercantiles m¨¢s cotizados en la comunidad de los hombres de negocios son desconocidos por bastantes juzgados espa?oles. Incluso los preceptos de tratados ratificados por Espa?a son con frecuencia mal interpretados en la labor diaria de algunos jueces espa?oles.
Ante estas circunstancias, ?qu¨¦ hacer? Bien es verdad que cabe recurso contra tales decisiones del juez, pero ?vale esta respuesta cuando los recursos se eternizan por el agobio de trabajo de instancias judiciales superiores? Sin ir m¨¢s lejos, al estar redactando estas l¨ªneas llega el ejemplo claro: la negativa de un juez madrile?o de primera instancia, para admitir un ejecutivo frente a una empresa espa?ola que present¨® su solicitud de suspensi¨®n de pagos el mismo d¨ªa de la demanda ejecutiva, ser¨¢ enjuiciada por el tribunal de apelaci¨®n, pero la citaci¨®n de audiencia p¨²blica se ha efectuado ya con precisi¨®n de d¨ªa y hora para el mes de noviembre de 1982. ?Puede el banquero ejecutante quedarse tranquilo con la mera posibilidad de recurrir una decisi¨®n judicial ,ante el progresivo desmoronamiento de quien ha solicitado la suspensi¨®n de pagos?
Los jueces y magistrados est¨¢n sometidos ¨²nicamente al imperio de la ley, como indica, igualmente, nuestra Constituci¨®n. Pero habr¨ªa que preguntarse, y ¨¦sta es quiz¨¢ una grave responsabilidad de los pol¨ªticos actuales, si la legislaci¨®n responde a los momentos actuales; en concreto, si las leyes decimon¨®nicas reguladoras de nuestro sistema procesal son o no suficientes para el funcionamiento diario de jueces y magistrados respecto de unas t¨¦cnicas altamente ¨¢giles y din¨¢micas, como son las vividas en el mundo de los negocios. No basta la mera lamentaci¨®n sobre el agobio de nuestros juzgados, el exceso de trabajo y el defecto de medios en, su organizaci¨®n. Creo que los jueces espa?oles, al igual que lo han hecho los empresarios y sus asesores jur¨ªdicos, deber¨ªan tambi¨¦n someterse a un proceso normal y l¨®gico de reciclaje a las nuevas circunstancias por las que atraviesa la econom¨ªa espa?ola.
Entre todos estamos haciendo un seno esfuerzo en los ¨²ltimos a?os para modernizar nuestras estructuras econ¨®micas. Madrid puede convertirse en un importante mercado financiero internacional, y en ese logro caminamos con pasos firmes y decididos. Pero no puede olvidarse que ello exige un claro respaldo jurisdiccional, de forma que las transacciones tengan una n¨ªtida l¨ªnea de eficacia: la gente acude a diferentes mercados precisamente porque saben que detr¨¢s del mundo de los negocios hay el respaldo de una competente y experimentada jurisdicci¨®n. En Espa?a tenemos un muy competente cuerpo de jueces y magistrados, aunque quiz¨¢ no se pueda decir lo mismo de su experiencia en las nuevas t¨¦cnicas de contrataci¨®n internacional.
Ello constituye un motivo fuerte reflexi¨®n para todos y muy especialmente para el Consejo General del Poder Judicial, pues no se olvide que la justicia -verdadera vertebraci¨®n del sistema democr¨¢tico- emana del pueblo y s¨®lo puede ejercer su alt¨ªsima misi¨®n si es acreedor de su firme confianza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.