El prestigio de Jessey Norman

El nuevo ciclo iniciado el mi¨¦rcoles, en el Teatro de la Zarzuela, con el recital de Jessey Norman y F¨¦lix Lavilla, viene a llenar un vac¨ªo existente en nuestra vida musical: el cultivo del lied y el conocimiento directo de sus grandes int¨¦rpretes. Una de ellas es, sin duda, Jessey Norman, georgiana, cuyo prestigio y cotizaci¨®n alcanzan hoy las m¨¢s altas cotas, tanto en el dominio de la ¨®pera como en el de la canci¨®n de concierto.El lied no es s¨®lo un gran cap¨ªtulo en la historia de la m¨²sica occidental, sino algo m¨¢s: una semilla que fructific¨® en las formas breves y en las grandes (desde Schubert y a¨²n desde Mozart hasta Mahler) a las que dio sustancia. Cada pa¨ªs y cada tiempo tienen formas caracter¨ªsticas de entender esta juntura de m¨²sica y poes¨ªa, cuando no transmigraci¨®n de los versos a los pentagramas en b¨²squeda de una ¨²ltima dimensi¨®n. Bien claro qued¨® en el bell¨ªsimo programa de la Norman, cuya voz -amplia, rica de coloraciones y con gran mordente- unida a un talento musical de superior categor¨ªa, alcanz¨® versiones inigualables de las Melod¨ªas de Grounod o de los siete lieder de Alban Berg, tan pegados todav¨ªa al romanticismo alem¨¢n.

Como introducci¨®n, el atractivo monodrama de Haydn, Arianna a Naxos, nos mostr¨® el costado cl¨¢sico-dram¨¢tico de la excepcional int¨¦rprete que cerr¨® su actuaci¨®n con cinco ejemplos de Ricardo Strauss en los que los mundos ,oper¨ªsticos y lieder¨ªsticos parecen fusionarse en una suerte de apretado resumen.

F¨¦lix Lavilla aport¨® su sensacional colaboraci¨®n con esa su t¨¦cnica y estilo de m¨¢xima calidad internacional y, ante ¨¦l, la reacci¨®n entusiasta de un p¨²blico que casi colm¨® el aforo de la Zarzuela, se hicieron obligados varios encores, nuevas ocasiones para rendir homenaje a Jessey Norman, un gran hombre ya en la historia de la interpretaci¨®n vocal.