ETApm pretend¨ªa relanzar su actividad terrorista con el producto que obtuviese por el rescate
La participaci¨®n de ETApm en el secuestro del doctor Iglesias, dato conocido por la polic¨ªa a los pocos d¨ªas de haberse producido ¨¦ste, evidencia que los poli-milis tienen previsto volver a la lucha armada, tal y como hab¨ªa sido decidido durante una reuni¨®n del biltzar txipia de esta organizaci¨®n, celebrada en Hendaya (Francia) los d¨ªas 19 y 20 de septiembre de 1981.
A pesar de las noticias contradictorias que surgieron en torno al secuestro del doctor Iglesias, que vinculaban a sus autores con una banda suramericana, lo cierto es que la polic¨ªa inici¨® sus investigaciones, desde los primeros momentos, en torno a la organizaci¨®n ETApm. As¨ª, el grupo de inspectores de la Brigada Central, dirigido por el comisario Domingo Martorell, que se ha encargado del caso, ha trabajado de forma intensa con inspectores de las Brigadas Regionales de Informaci¨®n de Bilbao y Pamplona en las investigaciones que se han derivado del secuestro.De igual modo, miembros de las Unidades Antiterroristas Rurales (UAR) de la 521 Comandancia de la Guardia Civil de Pamplona han llevado el rastreo de la zona comprendida entre Tudela y Tarazona, ya que la polic¨ªa ¨²nicamente conoci¨® con exactitud el paradero del doctor Iglesias tres d¨ªas antes de su liberaci¨®n por parte de los Grupos Especiales Operativos (GEO), de la Polic¨ªa Nacional. Durante los ¨²ltimos diez d¨ªas, las UAR rastrearon y vigilaron una amplia zona de pueblos pr¨®ximos a Tudela (Navarra), ya que las informaciones de la polic¨ªa apuntaban hacia esa zona.
En el asalto de los geos a la casa de Trasmoz estuvieron presentes miembros de las brigadas regionales de informaci¨®n de Bilbao y Pamplona, junto a los inspectores de la brigada central.
Sin embargo, el hecho m¨¢s notable del secuestro es el intento de ETA pm para reiniciar la lucha armada, rompiendo la tregua iniciada el 28 de febrero de 1981. De acuerdo con las informaciones obtenidas por este peri¨®dico en medios solventes, ETApm pretend¨ªa obtener una importante cantidad de dinero a cambio de devolver con vida al doctor Julio Iglesias, lo que, sin duda alguna, le hubiera permitido preparar una nueva infraestructura de acci¨®n en el Pa¨ªs Vasco, Madrid y Barcelona.
Como ya inform¨® este peri¨®dico en su edici¨®n del 29 de noviembre de 1981, durante la asamblea celebrada en Hendaya el pasado mes de septiembre ETApm opt¨® por una vuelta a la lucha armada por considerar que la situaci¨®n del Pa¨ªs vasco en temas concretos estaba llegando a un punto sin retorno. De este modo, dirigentes poli-milis viajaron desde el Pa¨ªs Vascofranc¨¦s a distintos puntos de Euskadi, as¨ª como a Madrid y Barcelona, para recomponer la infraestructura de la organizaci¨®n.
Sin embargo, la detenci¨®n en Pamplona en la primera semana de noviembre de Jos¨¦ Miguel Iza Unamuno, alias Manolo, considerado por la polic¨ªa como responsable de ETApm en Guip¨²zcoa y Navarra, desbarat¨® los planes de los poli-milis, ya que ¨¦ste, en el momento de su detenci¨®n, viajaba con importantes documentos sobre la organizaci¨®n terrorista. No obstante, el grupo que se traslad¨® a Madrid pudo preparar el secuestro de una persona que tuviera la solvencia econ¨®mica suficiente como para obtener por su rescate una importante cantidad de dinero.
Para los expertos en la lucha antiterrorista, la participaci¨®n de ETApm en el secuestro del doctor Iglesias queda fuera de toda duda, como lo prueba el hecho de que la casa que sirvi¨® de escondite al comando etarra y al secuestrado fuera la misma que esta organizaci¨®n utiliz¨® en el caso del industrial valenciano Luis Su?er.
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