Castedo
Lo que se nos hab¨ªa olvidado a todos, cuando dimiti¨® y le glosamos, es que Castedo, Fernando Castedo, era de la uced¨¦, o sea de la pomada, que estaba en el mogoll¨®n y que no se sali¨®, lo cual que segu¨ªa en la m¨ªstica y mec¨¢nica de cuando el R¨¦gimen, que aquello s¨ª que era un R¨¦gimen: ascensi¨®n, expansi¨®n, dimisi¨®n, Banco Hipotecario.El general se lo montaba, ya lo creo que se lo montaba, y lo que pasaba en la Moncloa, aquella tarde gris, mientras Calvo Sotelo buscaba a su hombre por todo Madrid (lo ten¨ªa en Roma), era que se estaban entendiendo /trapicheando dos hombres de ?lo anterior?, salvo el gap generacional, que era lo ¨²nico que les distanciaba un poco: mas para el gap est¨¢ el Banco Hipotecario de Espa?a, que tiene un nombre que hasta da verg¨¹enza sacarle paralelismos morales, por lo f¨¢cil. Eduardo Sotillos se cambi¨® las lentillas blandas por las duras, a a la viceversa, o se puso una lentilla dura y otra blanda, que en momentos as¨ª nunca se sabe, y present¨® la dimisi¨®n con doce de los suyos, tipo Santa Gadea, y otros doce del PSOE, en plan digno, pero Castedo/Galilei ley¨® la carta a las v¨ªboras de la Prensa, salv¨¦ el honor y la honra, y hasta el alma, que s¨®lo es de Dios, y don Pedro Calder¨®n de la Barca en su centenario, y don Am¨¦rico Castro en su osario y toda la basca aureosecular levantaron la cabeza para decirle al chico bien-co?o-bien, y el Woody Allen de la TVE se estaba en su sill¨®n de paja esperando la Hamadita del Buster Keaton de la Moncloa, todo como en Hollywood, una comedia de tel¨¦fonos blancos, cuando cre¨ªamos que era un drama calderoniano. El chico ya est¨¢ colocado de presidente de un Banco y botones de otro: el Banco de Espa?a, que hace sus hombres y los gasta, como billetes nuevos ojurelos con foto de Alberto Schommer.
Normal. Todos los que dimitieron con ¨¦l, de Sotillos a Antonio Casado, cuyo cese silencioso glos¨¦ aqu¨ª el otro d¨ªa, todos cuantos y quienes y cuyos nos hab¨ªamos olvidado de que Fernando Castedo era de la uced¨¦, recordamos ahora que la uced¨¦ se la sac¨® el duque de Su¨¢rez/Rubempr¨¦ (o Rastignac, como prefiere mi querido Carlos Ollero), y se la sac¨® del Movimiento, que otra cosa no hab¨ªa, y la m¨ªstica y mec¨¢nica del Movimiento ya la he explicado m¨¢s arriba o m¨¢s abajo con la precisi¨®n y el discurso del m¨¦todo que me caracterizan: ascensi¨®n, expansi¨®n, dimisi¨®n, Banco Hipotecario. Cruz Blanco, medio roja, medio progre, medio cosa, va a dirigir la revista Complutense, de la Complutense, bajo los auspicios de Bustelo, a ver si le meten marcha democr¨¢tica a la vida universitaria, que a mi amigo Gazier, economista franc¨¦s del Mayo/68, no le han dado una c¨¢tedra porque la Universidad francesa sigue en poder de la derecha y niega tres veces a Mitterrand, como ahora le han negado el proyecto de nacionalizaciones bancarias. Aqu¨ª, como el Banco Hipotecario me parece que es nacional, quiere decirse que Castedo ya est¨¢ nacionalizado, y ha pasado de ser un ente priv¨¦ a ser un ente sin entidad, porque han vuelto a comentarlo las tertulias anabolenas en los caf¨¦s de Madrid:
-En este pa¨ªs se sale por arriba.
O sea por la presidencia de un Banco, seg¨²n el modelo S¨¢nhec-Bella. Mi amigo y maestro Francisco Yndurain me manda un ensayo sobre la iron¨ªa en Cervantes, que es la que hoy nos har¨ªa falta para glosar/ desglosar la hipoteca de Castedo a tres meses vista, o los que sean, desde que arroj¨® el pu?al del godo por un vitral de Santa Gadea o una almena de la Moncloa, para que degollasen asus ingenuos troncos/chorvos. socialistas. La Historia de Espa?a es un puro gesto y Robles Piquer llevaba raz¨®n, o sea que todo Castedo tiene un precio y ¨¦l, el Gran Inquisidor, ya altema con Cela en el caf¨¦ de La colmena. As¨ª son si as¨ª os parece.
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