Paralizada la cuenca minera, en protesta por la muerte del vigilante de Torre de El Bierzo

Las cuencas mineras de la provincia de Le¨®n quedaron ayer paralizadas por una huelga general convocada por CC OO y UGT como protesta por la muerte de un vigilante, hace seis d¨ªas, en una explosi¨®n de dinamita que las centrales consideran un atentado y que caus¨® otros siete heridos graves en los vestuarios de una minade Torre de El Bierzo. Seg¨²n CC OO, la huelga fue seguida por 11.000 trabajadores, mientras que la patronal da la cifra de 8.500 sobre un total de 12.000 censados en el sector.

Este es el segundo paro de veinticuatro horas que las centrales convocan por este motivo -el primero tuvo lugar el pasado s¨¢bado-, sin que se hayan aclarado todav¨ªa las causas de la explosi¨®n, que contin¨²an siendo investigadas por la Guardia Civil. El suceso se produjo a ra¨ªz de que un paquete, que conten¨ªa casi tres kilos de dinamita y detonadores -cercade veinte cartuchos-, fuera hallado en la madrugada del pasado viernes en los vestuarios de la mina Santa B¨¢rbara, de Antracitas de Bra?uelas, colgado de una percha de ropa situada, a su vez, al lado de la viga maestra del edificio. El paquete explosion¨® poco despu¨¦s de ser retirado del lugar por uno de los mineros del primer turno. En el comunicado difundido d¨ªas atr¨¢s por las centrales para anunciar la convocatoria de huelga se pide un castigo ejemplar para los responsables de los hechos, as¨ª como una r¨¢pida investigaci¨®n de los mismos y la adopci¨®n de medidas de seguridad en todas las minas. Las autoridades mantienen un silencio total sobre el tema y prefieren apoyarse en la hip¨®tesis de un "accidente" basado en el robo de la dinamita por alguno de los mineros, posibilidad que tanto la empresa como los trabajadores califican de muy dif¨ªcil. Hasta el momento han sido interrogadas por la Guardia Civil numerosas personas, aunque no hay ningun detenido.

La pol¨¦mica sobre las causas de la explosi¨®n sigue acaparando la atenci¨®n. Ni las centrales, ni las empresas, ni la propia Administraci¨®n encuentran razones suficientes para explicar cualquiera de las hip¨®tesis que se barajan: el accidente por robo de la dinamita, cuyo uso est¨¢ fuertemente controlado, o el atentado contra los trabajadores, que pudo provocar una matanza de m¨¢s de cincuenta muertos.