Pablo Serrano presenta en Zaragoza sus esculturas sobre el hombre y el pan
Pablo Serrano y su filosof¨ªa, su b¨²squeda infatigable de la comunicaci¨®n, han vuelto a Zaragoza en una exposici¨®n que exhibe por primera vez en Espa?a el ¨²ltimo hallazgo del escultor aragon¨¦s: El hombre y el pan. Un pan que no est¨¢ tomado solamente como la forma pl¨¢stica de un alimento material, sino que simboliza un principio espiritual: algo que ha de ser compartido, un ejercicio de solidaridad.
En el acto inaugural de la exposici¨®n, celebrado el pasado martes en una nueva sala de Caja de Ahorros de Zaragoza, Arag¨®n y Rioja, el propio Pablo Serrano explic¨® la intenci¨®n de su obra. Habl¨® del hombre persona que razona, piensa, habla, se realiza y se comunica. Su comunicaci¨®n se establece, precisamente, haciendo part¨ªcipes a los otros de su conocimiento y su experiencia, as¨ª cada uno se convierte en un pan transmisor.En este contexto, para Pablo Serrano un libro es un pan-alimento y son panes tambi¨¦n una conferencia o un poema, del mismo modo que "el desarrollo de la humanidad", dijo, "no ha sido otra cosa que panes transferidos desde la prehistoria a trav¨¦s de los cambios en la vida y cultura de los pueblos".
Citando a Pablo Neruda, el escultor aragon¨¦s se refiri¨® a otras interpretaciones m¨¢s reales de su tem¨¢tica, "pan como alimento corporal y como derecho a la vida; pan para todos los pueblos, producto de la m¨¢s larga y dura lucha humana que sembramos y hacemos, no para uno, sino para todos".
La exposici¨®n, que permanecer¨¢ abierta hasta el 16 de febrero, es de gran envergadura porque la organizaci¨®n de muestras de este car¨¢cter quiere ser la pauta de una nueva sala, perteneciente a la Caja de Ahorros de Zaragoza, Arag¨®n y Rioja, que acaba de iniciar su andadura. La presentaci¨®n, en cuanto a pintura, fue el fondo de una s¨®lida instituci¨®n aragonesa, la Real Sociedad Econ¨®mica de Amigos del Pa¨ªs y, en la escultura, se ha tra¨ªdo una amplia representaci¨®n del trabajo de uno de los m¨¢s importantes artistas aragoneses, Pablo Serrano.
Una trilog¨ªa universal
La exposici¨®n integra la trilog¨ªa tierra, hombre y pan, "temas universales y permanentes que todav¨ªa no tienen respuesta", dir¨ªa su autor. Comienza con La labradora, el valioso homenaje la mujer rural y de forma especial a la aragonesa, que se rodea de ¨²tiles de labranza y de manos de minero caracter¨ªsticos m¨¢s con cretamente de su Teruel natal.Luego est¨¢n las famosas cabezas de Pablo Serrano realizadas en distintas ¨¦pocas. La m¨¢s antigua, la de Joseph Joward (1950) y, las m¨¢s recientes, las de Sergio Piedrafita y Antonio Barbany (1981). Entre ambas fechas se pueden ver, por ejemplo, las de Jos¨¦ Cam¨®n Aznar (1958), Antonio Machado (1966), Miguel Labordeta, la de Milton Rua, que esconde una mano en su interior, Juan Ram¨®n Jim¨¦nez (1971) o Eduardo Westerdahl (1980).
Y finalmente el pan, en rosca, en hogaza, pero siempre partido. "La invenci¨®n del pan como forma pl¨¢stica no es m¨ªa", puntualizaba Pablo Serrano. "Los etruscos y los primitivos cristianos ya lo pintaron y ha habido muchos artistas que han hecho del pan materia pl¨¢stica para expresarse... Pero en m¨ª la referencia est¨¢ en un sentido m¨¢s bien filos¨®fico y espiritual de repartir el pan, por eso nunca est¨¢ entero".
Pablo Serrano, que en los a?os sesenta necesit¨® abrir el espacio interior para introducir la luz (de ah¨ª saldr¨ªan las Unidades yuntas), empez¨® a ver en esas formas abstractas, seg¨²n ¨¦l, trozos de pan. Los que ahora realiza y abre de nuevo para convertirlos en panluz, pan-comunicaci¨®n.
Dentro de esa inquietud hay tambi¨¦n un brindis de esperanza. El artista lo expresa diciendo que "juntos en la vida, el pan y el hombre-persona han de formar una sociedad nueva" y que la ciencia, y el humanismo han de ser el abrazo, no el muro que separa raz¨®n y sentimiento. En el respeto a la libertad y en el respeto al hombre, Pablo Serrano advierte un futuro esperanzador.
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