El tribunal militar sube a dos meses de arresto la condena al capit¨¢n Milans del Bosch por delito de injurias leves al Rey
El tribunal militar que ayer juzg¨® en nuevos consejos de guerra al coronel de Infanter¨ªa Alvaro Gra¨ª?o y al capit¨¢n de Caballer¨ªa Juan Milans del Bosch, hijo ¨¦ste ¨²ltimo del teniente general del mismo apellido procesado en la causa por el frustrado golpe de Estado del 23-F, ha condenado al primero a dos meses y un d¨ªa de arresto militar, como autor de una falta grave a las autoridades militares, y al segundo, a dos meses y un d¨ªa de arresto mayor, como autor de un delito de injurias leves al Jefe del Estado. La condena al coronel Gra¨ª?o es la misma que le fue impuesta en la sentencia del tribunal militar que le juzg¨® el 28 de octubre pasado, mientras que la reca¨ªda ahora sobre al capit¨¢n Milans del Bosch es superior en un mes a la que le impuso el mismo tribunal.
Las dos sentencias primitivas hab¨ªan sido anuladas por el capit¨¢n general de la I Regi¨®n Militar (Madrid), teniente general Quintana Lacaci, por un defecto de forma observado en las actas de dichas resoluciones judiciales, consistente en la omisi¨®n del nombre del vocal ponente que formaba parte del tribunal.En los consejos de guerra celebrados ayer el fiscal militar mantuvo su primitiva petici¨®n de siete meses de prisi¨®n para el coronel Gra¨ª?o y de seis meses de arresto mayor para el capit¨¢n Milans del Bosch, mientras que los abogados defensores de los procesados, comandante Alejandro Lastres y letrado Manuel Rivas Guadilla, respectivamente, insistieron en solicitar la libre absoluci¨®n.
Los nuevos consejos de guerra han constituido pr¨¢cticamente una repetici¨®n de los anteriores, aunque han sido inevitables las referencias del fiscal y de los abogados defensores, cada uno de ellos en apoyo de sus respectivas posiciones, a las sentencias anuladas de los anteriores consejos de guerra. Tanto el fiscal militar como los abogados defensores se mostraron disconformes con los fallos de dichas sentencias, que condenaron al coronel Gra¨ª?o, como autor de una falta de respeto a las autoridades militares, a dos meses y un d¨ªa de arresto militar, y al capit¨¢n Milans del Bosch, como autor de un delito de injurias leves al Jefe del Estado, a un mes y un d¨ªa de arresto mayor.
Los consejos de guerra se celebraron ante el mismo tribunal que la vez anterior, si bien formado por distintos miembros, bajo la presidencia del general de divisi¨®n Salvador Portillo Togores. Entre el p¨²blico destacaba la presencia de los abogados Angel L¨®pez Montero y Antonio Mu?oz Perca, defensores de los procesados en la causa por el frustrado golpe de Estado del 23-F.
La causa contra el coronel Gra¨ª?o tuvo su origen en una carta de dicho militar dirigida a Diario 16 y publicada en dicho peri¨®dico el 27 de noviembre de 1980. La carta, titulada "Militares, huelga de celo al rev¨¦s", alud¨ªa a tendencias ultraderechistas de parte del Ej¨¦rcito.
El fiscal mantuvo su primitiva calificaci¨®n de los hechos como un delito de injurias al Ej¨¦rcito, y no como una falta de respeto a las autoridades militares. El fiscal manifest¨® que las injurias est¨¢n vinculadas en este caso al contexto general de la carta del coronel Gra¨ª?o, y no a una palabra o frase concretas.
Esta posici¨®n del fiscal fue ampliamente combatida por el defensor, comandante Lastres, con abundante jurisprudencia, que tend¨ªa a demostrar que la acusaci¨®n en los delitos de injurias debe concretar las palabras o frases supuestamente injuriosas. "Se ha llegado al acto de la vista", manifest¨® el defensor, "sin que se concreten las frases supuestamente injuriosas del escrito, en el que s¨®lo existen pronunciamientos pol¨ªticos, de los que se podr¨¢ discrepar, pero que son perfectamente l¨ªcitos". Al final de la vista el coronel Gra¨ª?o manifest¨® con emoci¨®n que jam¨¢s tuvo la intenci¨®n de ultrajar al Ej¨¦rcito, ya que, al ser descendiente de militares, al injuriar al Ej¨¦rcito hubiera injuriado a su propia familia, y record¨® el acto de su jura de la bandera bordada por la reina Mar¨ªa Cristina hace ya 37 a?os.
Opini¨®n sobre el Rey
Despu¨¦s se inici¨® el consejo de guerra contra el capit¨¢n Milans del Bosch, acusado por el fiscal militar de un delito de injurias al Jefe del Estado. La causa contra dicho capit¨¢n tiene su origen en la frase "el Rey es un cerdo y un in¨²til", pronunciada por este militar durante una conversaci¨®n mantenida con algunos familiares, en la tarde del d¨ªa 19 de mayo de 1981, en el bar de la Real Sociedad H¨ªpica Espa?ola Club de Campo de Madrid. Esta frase fue escuchada por el capit¨¢n de Infanter¨ªa Salvador Aymerich, que se encontraba en la barra de dicho bar, e intervino para recriminar la conducta del capit¨¢n Milans del Bosch. Seg¨²n el fiscal, al ser advertido el capit¨¢n Milans de que el capit¨¢n Aymerich parec¨ªa querer escuchar la conversaci¨®n que manten¨ªan, aqu¨¦l pronunci¨® en voz alta la frase: "Para quien quiera o¨ªrlo".Tras un breve interrogatorio al procesado, en el que ¨¦ste manifest¨® que nunca tuvo intenci¨®n de injuriar al Rey, aunque su opini¨®n sobre el Jefe del Estado en aquel momento era la contenida en la referida frase, el fiscal militar mantuvo su petici¨®n de seis meses de arresto mayor para el procesado como autor de un delito de injurias leves al Jefe del Estado. El fiscal manifest¨® que la "intervenci¨®n del capit¨¢n Aymerich pudo ser m¨¢s o menos afortunada, si bien constituy¨® siempre un acto de ciudadan¨ªa al denunciar unos hechos delictivos perseguibles de oficio, pero en todo caso el incidente surgido entre ambos militares no era el objeto del juicio".
Conversaci¨®n en familia
El fiscal militar insisti¨® en que es l¨ªcito discrepar de la conducta o del pensamiento de las autoridades, pero que nunca es l¨ªcito manifestar esta discrepancia con frases soeces o injuriosas. Resalt¨® tambi¨¦n el car¨¢cter objetivamente injurioso de la frase contemplada en su significado gramatical, y a?adi¨® que el elemento subjetivo, es decir, la intenci¨®n de injuriar, se pon¨ªa de manifiesto en la frase dicha en voz alta por el procesado: "Para quien quiera o¨ªrlo".El abogado defensor del capit¨¢n Milans, letrado Manuel Rivas Guadilla, procurador en Cortes por los colegios profesionales en el anterior r¨¦gimen, se refiri¨® en primer lugar a las opiniones vertidas por determinados medios de informaci¨®n a ra¨ªz de la anterior sentencia contra su defendido, que m¨¢s tarde ser¨ªa anulada, y calific¨® dichas opiniones de "desaforada algarab¨ªa" de los eternos enemigos de la independencia judicial.
Tras manifestar que no hubo delito porque las supuestas frases injuriosas las dijo su defendido en una conversaci¨®n en familia, el abogado defensor del capit¨¢n Milans resalt¨® el car¨¢cter intencional y circunstancial de delito de injurias. "Si la frase", dijo, "fue realmente pronunciada en la conversaci¨®n falta la intencionalidad, dado el marco privado en que se produjo". Por otra parte, el defensor llam¨® la atenci¨®n del tribunal sobre el hecho de que la frase "para quien quiera o¨ªrlo" fue pronunciada por su defendido cuando fue advertido por uno de sus familiares de que el capit¨¢n Aymerich, del que en aquel momento desconoc¨ªan su identidad, parec¨ªa querer escuchar la conversaci¨®n.
Al t¨¦rmino de la vista, el capit¨¢n Milans, preguntado si ten¨ªa algo que a?adir, manifest¨® que no tuvo ¨¢nimo de injuriar al Rey y que era una opini¨®n que manifestaba a su mujer. "Ha salido a la opini¨®n p¨²blica", dijo, "la opini¨®n que ten¨ªa sobre el Rey en ese momento, pero no creo que esa opini¨®n tenga nada que ver con un delito de injurias".
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