Cierre semanal marcado por la incertidumbre
Durante la pasada semana se confirm¨® la actitud dubitativa de los inversores, que centran todas sus esperanzas en las operaciones a corto plazo ante las incertidumbres, tanto pol¨ªticas como econ¨®micas, que se atisban en un futuro inmediato.El ciclo burs¨¢til estuvo marcado por el protagonismo de las empresas del sector de construcci¨®n y los bancos. Los primeros contaban con unos flujos compradores que se ve¨ªan alentados por rumores sobre magn¨ªficas operaciones financieras para los accionistas, en las que nadie terminaba de creer, pero que casi todos aceptaban complacidos. En el caso de las entidades bancarias, las razones de las subidas hab¨ªa que buscarlas en el inter¨¦s que las propias entidades mostraban por acelerar los procesos discretamente positivos en el que se encontraban.
As¨ª, entre medias verdades y mentiras bastante descaradas, fueron trancurriendo las tres primeras reuniones de la semana con unos ¨ªndices generales que experimentaban discretos avances y que pretend¨ªan ser el reflejo de una falsa situaci¨®n de confianza.
Pero lleg¨® el viernes y, con ello, el fin de semana. Los inversores pueden estar dispuestos a bromear con muchas cosas, pero desde luego no con sus bolsillos. Y el clima de incertidumbre general en el pa¨ªs que generaba el carrusel de las fugas de los diputados de UCD hacia las filas del grupo parlamentario de Coalici¨®n Democr¨¢tica que protagonizaban el vers¨¢til Herrero de Mi?¨®n y un par de amigos -junto con la posibilidad de que Jos¨¦ Mar¨ªa de Areilza y Antonio Senillosa, miembros de esta ¨²ltima formaci¨®n, apoyasen con sus votos a Leopoldo Calvo Sotelo- puso tremendamente nerviosos a los responsables de las decisiones de los inversores institucionales m¨¢s importantes.
Si a estos hechos les sumamos la condici¨®n de fin de semana en un per¨ªodo de ciclos cortos, donde en las reuniones anteriores han resultado alcistas, a pesar del escaso convencimiento de los inversores, ya se dan todos los elementos como para pensar en que las ¨®rdenes de venta que pretenden aprovechar las diferencias positivas generadas se deban producir.
Efectivamente, esto fue lo que se produjo. Sin embargo, el volumen de t¨ªtulos que desplazaban los vendedores no lleg¨® a resultar agobiente en pr¨¢cticamente ning¨²n caso, y si las condiciones generales del pa¨ªs no empeoran en este fin de semana, es posible que a lo largo de las pr¨®ximas reuniones se reinicie un nuevo cielo alcista del mercado, que por las razones coyunturales resultar¨¢ breve.
La impresi¨®n que ten¨ªan casi todos los especialistas al t¨¦rmino de las operaciones del pasado viernes es que las bolsas se mueven cada vez m¨¢s al margen de las circunstancias pol¨ªticas del pa¨ªs, como si ¨¦stas resultasen poco serias. Y realmente no parece que alguno de los probos representantes de la voluntad popular respete el mandato del que fue investido con el rigor que ser¨ªa de desear. Que un mercado, como el de valores, no experimente una profunda convulsi¨®n ante los insistentes rumores sobre la posibilidad de que las Cortes, m¨¢ximo ¨®rgano de representaci¨®n de la soberan¨ªa popular, sean disueltas, resulta preocupante a pesar del tremendo peso que en ella tienen los inversores institucionales, te¨®ricamente mejor informados que el inversor de a pie.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.