Un nuevo juego, el ajedrado, introduce el azar en las r¨ªgidas reglas del ajedrez cl¨¢sico
Al imperturbable y serio ajedrez le ha salido un hermano, o hermanastro, desenfadado, imprevisto y que romper¨ªa absolutamente con todos los esquemas de juego del actual campe¨®n del mundo, el ruso Anatoly Karpov. Se llama ajedrado y su principal caracter¨ªstica es que introduce el azar en un juego que hasta ahora depend¨ªa exclusivamente de la capacidad de reflexi¨®n de los participantes. El padre de la criatura es el ingeniero Jos¨¦ Miguel de Vicente, vecino de Aranjuez, galardonado con la medalla de bronce del Sal¨®n de Inventores de Ginebra de 1980.
La primera sensaci¨®n que produce el contemplar un ejemplar de ajedrado es de extra?eza, de no tener la m¨¢s m¨ªnima idea de c¨®mo se puede jugar con eso. El ajedrado es un tablero de ajedrez con sus 64 casillas, blancas y negras, pero las piezas tradicionales han sido sustituidas por dados cuyas seis caras llevan grabadas las seis piezas que componen los ej¨¦rcitos enfrentados del ajedrez: rey, reina, alfil, caballo, torre y pe¨®n.Los dados, cada uno en su casilla, se colocan seg¨²n la disposici¨®n habitual del ajedrez y pueden utilizarse de acuerdo con las reglas conocidas. Pero tambi¨¦n, si al jugador le interesa por cualquier motivo, se puede coger el dado en cuya cara superior tiene el alfil, por ejemplo, lanzarla al aire y colocarla de nuevo en su casilla, pero ahora con la pieza que haya ca¨ªdo boca arriba, que puede ser de nuevo el alfil, si la suerte lo quiere as¨ª, pero tabi¨¦n puede ser un rey, o una reina, o cualquiera de las otras tres posibilidades.A continuaci¨®n, el juego sigue con las reglas tradicionales, pero con la particularidad de que un jugador, por lanzamiento de diversos dados, puede encontrarse con tres reyes, o cuatro caballos, o vaya usted a saber. Gana el jugador que antes consigue eliminar el o los reyes de su adversario.Inter¨¦s internacional
El ajedrado consigui¨® la medalla de bronce de? Sal¨®n de Inventores de Ginebra en su edici¨®n de 1980. Jos¨¦ Miguel de Vicente, su autor, naci¨® en Cascante (Navarra), tiene 39 a?os de edad, casado y con cuatro hijos. N¨²mero uno de su promoci¨®n, es doctor ingeniero superior y trabaja como jefe de investigaci¨®n y desarrollo de la empresa Experiencias Industriales, ubicada en Aranjuez, localidad en la que tiene su domicilio familiar.
Seg¨²n palabras de su inventor, "la idea del ajedrado no tiene nada de extraordinario, sobre todo para una persona como yo, cuyo trabajo, como el de otros muchos ingenieros, consiste precisamente en tener ideas nuevas. Si adem¨¢s me gusta el ajedrez, nada m¨¢s normal que ideara una variante de este juego. Se me ocurri¨® en casa y all¨ª mismo me fabriqu¨¦ unos dados de cart¨®n y comenc¨¦ a jugar con los amigos, de forma que las reglas del juego se me fueron ocurriendo seg¨²n lo iba practicando".
"Lo realmente dificil", contin¨²a, no es inventar cosas. Eso es algo que a diario hace mucha gente. Lo complicado es encontrar alguien que te ayude. En mi caso necesit¨¦ personas que me facilitaran el presentarme en Ginebra; luego, socios capitalistas, desarrollar utensilios para la producci¨®n de las piezas y del tablero, realizar la campa?a de promoci¨®n, patentarlo en diversos pa¨ªses, etc¨¦tera. Muchos inventos interesantes se quedan en dique seco porque no encuentran valedores".
No parece que este vaya a ser el caso del ajedrado. Seg¨²n Mar¨ªa Dolores de la Gandara, consejera asesora de Irmasa Ib¨¦rica, SA, empresa encargada de su promoci¨®n y lanzamiento al mercado, hay ya negociaciones en firme con Estados Unidos -que ha solicitado, de entrada, un mill¨®n de ejemplares-, Marruecos y M¨¦xico. Han mostrado tambi¨¦n su inter¨¦s otros muchos pa¨ªses europeos y suramericanos.En cualquier caso, el ajedrado no se lanzar¨¢ masivamente en el extranjero en tanto no sea suficientemente conocido en Espa?a.
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