El capital galo depositado ilegalmente en Suiza puede alcanzar al 10% del patrimonio nacional de Francia
Con evidente malestar y no disimulada preocupaci¨®n, que se ha reflejado adem¨¢s en la Prensa suiza, los medios bancarios y financieros helv¨¦ticos, incluido el Gobierno de la Confederaci¨®n, se enteraron hace 72 horas de la invitaci¨®n que curs¨® la Asamblea Nacional Francesa al diputado federal socialista suizo Jean Ziegler para que, en calidad de experto, exponga e informe sobre el grave problema de la fuga de capitales. La comisi¨®n de finanzas de la Asamblea, integrada mayoritariamente por diputados socialistas, invit¨® tambi¨¦n, en una actitud pluralista, al banquero ginebrino Maurice Auhert (autor de un libro a favor del secreto bancario), que se neg¨® el jueves ¨²ltimo a participar, junto a Ziegler, en una entrevista de televisi¨®n.
Jean Zlegler, considerado como enemigo p¨²blico n¨²mero uno de las actividades y operaciones internacionales de los banqueros y financieros helv¨¦ticos, refuerza en estos d¨ªas su ya voluminoso informe sobre la fuga de francos franceses hacia Suiza. La primera bomba sobre hechos de esta naturaleza la constituye su libro Una Suiza por encima de toda sospecha, en el que denuncia la pr¨¢ctica del imperialismo secundario helv¨¦tico de cara a los pa¨ªses del Tercer Mundo. En 1976, al aparecer su libro, la derecha intent¨® despojarlo de la inmunidad parlamentaria acus¨¢ndolo de hacer uso de documentos confidenciales del Parlamento.La invitaci¨®n por escrito al diputado socialista suizo es amplia en sus t¨¦rminos: "...Bien entendido, todos los documentos que usted estime convenientes para el cumplimiento de su misi¨®n ser¨¢n bien venidos".
La gran fuga
Jean Ziegler, soci¨®logo y reputado profesor universitario, tiene sobre su escritorio algunas cifras elocuentes: 650.000 ciudadanos franceses tienen cuentas numeradas en Suiza; 500.000 millones de francos franceses (alrededor de ocho billones y medio de pesetas) se encuentran depositados ilegalmente en bancos suizos, lo que equivale al 10% del patrimonio franc¨¦s o a cuatro meses y medio del presupuesto con que funciona el Estado franc¨¦s; desde el 10 de mayo de 1981 han llegado a Suiza ilegalmente 60.000 millones de francos, "y la fuga contin¨²a"'.
Sobre la misi¨®n de Ziegler ante la Asamblea Nacional Francesa, el influyente diario helv¨¦tico Tribune de G¨¦n¨¨ve inform¨®, en lo que m¨¢s parece una advertencia al propio Ziegler, que "la ley federal sobre los bancos, en su art¨ªculo 47, instituye el secreto bancario, incluso para las personas que no pertenecen a la profesi¨®n de banquero. Si un documento o un hecho cubierto por el secreto bancario es revelado por Jean Ziegler en el curso de su misi¨®n de experto, caer¨¢ sobre ¨¦ste el peso de la ley", dice Tribune de G¨¦n¨¨ve.
"Se ha declarado contra Francia una guerra econ¨®mica secreta verdaderamente terrible", afirma Ziegler. "`El gran capital no podr¨¢ detener las nacionalizaciones de bancos y empresas programadas por el partido socialista antes del triunfo del Gobierno socialista, y que hoy tiene un fuerte respaldo en el Parlamento; pero lo que s¨ª puede impedir", agrega, "es el funcionamiento de la econom¨ªa, descapitaliz¨¢ndola". Mitterrand -asegura- tiene muy buena memoria y no quiere ser v¨ªctima de estos hechos, como Leon Blum, y evoca el rechazo por el Parlamento franc¨¦s, de mayor¨ªa derechista, contra un proyecto de ley del Gobierno del Frente Popular que penalizaba la fuga de capitales.
La actual fuga de capitales fran ceses, seg¨²n el diputado socialista de Suiza, tiene dos aspectos: por una parte, la peque?a burgues¨ªa, que, bajo el pretexto de no tener confianza en la moneda y querer resguardarse, saca francos al exterior; pero lo quie Ziegler estima realmente grave son las grandes fortunas, los grandes capitalistas que, exclusivamente para sabotear la econom¨ªa, transfieren miles de millones de francos, neg¨¢ndose a realizar inversiones, creando un d¨¦ficit artificial y colocando al mismo tiempo sus capitales en el extranjero con tasas enormes. Suiza -afirma Ziegler- muchas veces es un simple pasillo del dinero que recibe en las cuentas numeradas, amparadas por el secreto bancario, porque despu¨¦s ese mismo dinero, convertido, es colocado en Singapur, las Bahamas, Nueva York y, actualmente, Brasil, que tiene tasas de inter¨¦s incre¨ªbles.
Espa?a, afectada tambi¨¦n
Para Ziegler, esto no es otra cosa que un sabotaje de las oligarqu¨ªas nacionales, que se valen del sistema suizo -bandolerismo bancario, lo denomina- contra las econom¨ªas de Francia, Italia, Espa?a, "por s¨®lo nombrar los pa¨ªses de Europa m¨¢s afectados..., y para qu¨¦ hablar del Tercer Mundo". De toda esta mec¨¢nica financlera internacional -sostiene-, el pueblo suizo es un simple espectador, un espectador miope, porque apenas conoce rasgos de esta realidad, como ocurre con el pueblo franc¨¦s, italiano o espa?ol.
A todo esto, es sabido -dice el diputado socialista suizo- que el Gobierno franc¨¦s se ha visto en la triste obligaci¨®n de reforzar con centenares de inspectores especializados la frontera franco-suiza, incluso a nivel de la navegaci¨®n por el lago Leman.
Las relaciones entre los dos pa¨ªses, por causa de estos hechos y algunas nacionalizaciones que tocan a filiales francesas en Suiza, se han enfriado.
Un emisario del Gobierno franc¨¦s, de apellido Delfey, viaj¨® hace algunos meses especialmente a Berna, pero sin ¨¦x Ito, a ra¨ªz de la manipulaci¨®n financiera que permitI¨® vender las acciones de la filial de Paribas en Suiza (el segundo imperio financiero de Francia) antes de que fuera nacionalizada por decisi¨®n del Parlamento franc¨¦s en septiembre de 1981. Tampoco, al parecer, Par¨ªs obtuvo resultados concretos de la entrevista entre el presidente Mitterrand y el ministro de Asuntos Exteriores de Suiza, Pierre Aubert, que se celebr¨® en la capital de Francia hace alg¨²n tiempo, y en la que, seg¨²n Ziegler, se abord¨® el tema.
Y a fines del mes de noviembre fue detenido en Francia un banquero suizo, del Banco Occidental para la Industria y el Comercio, por problemas de divisas, casi paralelamente con otro banquero suizo detenido en Italia y ya condenado por los mismos motivos. Pero la cosa parece que ahora va m¨¢s en serio a partir de la resuelta voluntad demostrada por los parlamentarlos socialistas. No hace mucho, los socialistas franceses demostraron con documentos que el fracasado golpe de Estado contra el Gobierno de Benin el 16 de enero de 1977, en tiempo de Giscard, por un grupo de mercenarios, en su mayor¨ªa franceses, y que partieron de Francia, estuvo financiado por capitales depositados en la cuenta n¨²mero 4.882 del Banco Bordier, de Ginebra. En la denuncia, llevada a la Asamblea Nacional, se dice que, "expuesto a una situaci¨®n muy dif¨ªcil, por la ausencia de respuesta del Gobierno franc¨¦s a las peticiones de explicaci¨®n del Gobierno de Benin, nuestro representante fue obligado a abandonar su puesto en 1978".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.