Juan Pablo II inicia ma?ana su viaje a ?frica, el primero que realiza despu¨¦s del atentado
Juan Pablo II inicia ma?ana, viernes, su visita a cuatro Estados africanos: Nigeria, Benin, Gab¨®n y la ex colonia espa?ola Guinea Ecuatorial. Es el primer viaje que realiza fuera de Italia despu¨¦s del grave atentado sufrido por el papa Wojtyla el 13 de mayo pasado en la plaza de San Pedro y el segundo que hace a Africa en menos de dos a?os. Esta nueva gira, la d¨¦cima durante su pontificado, ha despertado gran inter¨¦s, y al mismo tiempo inquietud, por las secuelas de las heridas recibidas. Por un lado, el clima de los pa¨ªses que van a recibirle es el menos id¨®neo para las condiciones f¨ªsicas del Papa. Por otro, el miedo por su vida es doble, y ning¨²n pa¨ªs quiere correr ni siquiera con el riesgo de que pueda ocurrirle algo desagradable en su territorio.
Por eso las medidas de seguridad han sido reforzadas y la salida del avi¨®n del Papa, en el que viajar¨¢ un corresponsal de EL PAIS, ha sido adelantada varias horas para evitar los fuertes vientos previstos para el viernes.Cuando se produjo el atentado se lleg¨® a aventurar que el Papa tendr¨ªa que renunciar a sus viajes al extranjero o, por lo menos, que ser¨ªan planteados de una forma menos fatigosa que la habitual. Sin embargo, esta gira va a ser tan dura que algunos periodistas han renunciado a acompa?arle. Juan Pablo II recorrer¨¢, entre el d¨ªa 12 y el 19, 14.734 kil¨®metros, visitar¨¢ las localidades de Lagos, Ibadan, Enugu, Onitsha, Kaduna, Cotonu, Libreville, Malabo y Bata. Pronunciar¨¢ m¨¢s de treinta discursos y, sin excepci¨®n alguna, todos los d¨ªas empezar¨¢ su programa a las 7.30 horas y terminar¨¢ a las once de la noche.
Por a?adidura, va a visitar la parte de ?frica m¨¢s peligrosa desde el punto de vista sanitario. Para empezar, sus m¨¦dicos le han prescrito las vacunas habituales para desplazarse a esas zonas, incluso las no obligatorias. En todos los pa¨ªses citados le espera un calor t¨®rrido y tropical, lo que significa una doble dificultad para un Papa como Juan Pablo II que ha hecho quitar la calefacci¨®n de sus habitaciones del Vaticano y que le molesta hasta el sol de primavera.
Prudencia de los m¨¦dicos
Algunos m¨¦dicos se han preguntado por qu¨¦ Juan Pablo II ha escogido Africa, esta parte de Africa, para su primer viaje despu¨¦s de las dos graves operaciones sufridas en el intestino hace apenas nueve meses. Cabe preguntarse si esto es una temeridad, o bien, el porqu¨¦ no ha escogido otras zonas menos peligrosas para una persona que de alguna manera est¨¢ a¨²n convaleciente. Cuando El PAIS ha planteado esto a algunos prelados del Vaticano, nadie ha sabido responder.
Dicen que se ha tratado de una decisi¨®n suya muy personal y sorprendente, porque ya hab¨ªa estado en Africa y tiene a¨²n pendientes en su programa m¨¢s de treinta viajes fuera de Italia. Pero de lo que no cabe duda, ha afirmado una persona muy cercana al Papa, es que, si supera bien esta prueba, nadie podr¨¢ dudar, ni siquiera la curia romana, que Juan Pablo II se ha repuesto bien de su trauma. Cabe preguntarse cu¨¢l es la opini¨®n al especto de los m¨¦dicos que atendieron al Papa tras el atentado.
Francesco Crucitti, el cirujano que practic¨® las dos operaciones a Juan Pablo II, se ha mostrado muy prudente en el tema, pero declar¨® con mucha seguridad: "No existen peligros especiales para el Papa durante este viaje. Es verdad que Africa es peligrosa para cualquiera de nosotros por la multiplicidad de sus enfermedades tropicales, pero, por lo que se refiere al Papa, tengo que decir que hoy goza de un perfecto estado de salud, por lo que no corre ni mayor ni menor peligro que ustedes, que le acompa?an".
Crucitti a?adi¨® que esta decisi¨®n de haber escogido precisamente una regi¨®n nada f¨¢cil desde el punto de vista sanitario significa tambi¨¦n que el Papa ha recuperado plenamente su proverbial optimismo y su fuerza psicol¨®gica, ya que, dijo, "demuestra que ciertamente no tiene miedo".
Las razones del viaje
Una explicaci¨®n sobre el motivo de este retorno a Africa dos a?os despu¨¦s del primer viaje ha intentado darla el cardenal africano Bernardin Gantin, una de las figuras m¨¢s representativas hoy d¨ªa de la curia romana y que acompa?ar¨¢ al Papa en su viaje. El cardenal Gantin, que es originario de Benin -uno de los Estados incluidos en la gira-, afirma que el Papa vuelve a Africa porque "desea anunciar el Evangelio a los m¨¢s pobres". Y ya ha anunciado incluso la posibilidad de un tercer viaje a aquel continente.
Otros observadores vatlcanos mantienen que el Papa desea volcarse en el continente africano porque es una reserva de vocaciones sacerdotales para la Iglesia y porque, al contrario de Europa, Africa se est¨¢ abriendo cada vez m¨¢s al catollcismo. Seg¨²n estas fuentes, el Papa quiere intentar frenar a tiempo un proceso de secularizaci¨®n y descristianizaci¨®n que ha empezado ya anotarse sobre todo en aquellos Estados en los que empieza a llegar el desarrollo econ¨®mico como, por ejemplo, Gab¨®n. Los misioneros han dicho al Papa que tambi¨¦n en Africa "crece entre los j¨®venes la indiferencia, el laicismo y hasta el ate¨ªsmo, en un mundo que ha sido siempre profundamente impregnado de religiosidad".
Mientras tanto, en el Vaticano han calculado ya los kil¨®metros recorridos por este papa viajero. Se afirma que hasta ahora Juan Pablo II, en tres a?os de pontificado, ha dado ya tres vueltas a la Tierra en avi¨®n. Si se a?ade este nuevo viaje, m¨¢s los veinte realizados ya en helic¨®ptero dentro de Italia, queda completada una vuelta m¨¢s alrededor del globo. En total, afirma el Vaticano, el Papa ha recorrido 15 1.000 kil¨®metros en avi¨®n, de los cuales 144.000 kil¨®metros, en viajes internacionales.
Visitara cuatro pa¨ªses en tan s¨®lo ocho d¨ª¨¢s
uno de sus mayores colaboradores de la curla romana y, seg¨²n algunos, "buen candidato a futuro Papa", que es de Benin. Ex colonia francesa desde 1975, Benin es una Rep¨²blica popular de estrecha observancia marxista-leninista. Los cat¨®licos son medio mill¨®n de un total de tres millones y medio de habitantes. Es un pa¨ªs en el que la Iglesia ha pasado monientcis muy duros. Ultimamente, el di¨¢logo entre ¨¦sta y el poder es mayor, y los oblspos han decidido colaborar al desarrollo del pa¨ªs empe?ando sus fuerzas en el campo social, educativo y asistencial.Fuera de un peque?o grtipo de protestantes, la mayor parte es animista.
En Gab¨®n, uno de los Estados m¨¢s peque?os de Africa Central, Juan Pablo II estar¨¢ d¨ªa y medio. Se trata de uno de los pa¨ªses africanos con mayor desarrollo econ¨®mico. Tiene un mill¨®n de habitantes y cuenta con m¨¢s de cincuenta tribus. Sus primeros habitantes fueron los pigmeos. Es un Estado aut¨®nomo dei;de 1958 y obtuvo su independencia en 1960. Est¨¢ regido por un partido ¨²nico y su actual presidente, Hadj Omarf Bongo, se vanagloria de presidir el primer Gobierno de ?frica que cuenta con oposici¨®n en su propio partido. Sus cinco obis;pos, todos ellos africanos, han denuriciado que el actual desarrollo econ¨®mico produce "mayores desequilibrios entre ricos y pobres" y que (.recen el "laicismo y el consumismo", y tambi¨¦n "la poligamia y la descristianizaci¨®n de la familia", hasta el punto de que s¨®lo el 14% de los cat¨®licos practica los sacramentos. Disminuyen, al rev¨¦s de los otros pa¨ªses africanos, las vocaciones sacerdotales.
La supercat¨®lica Guinea
Desde Gab¨®n, Juan Pablo II ir¨¢ a Guinea Ecuatorial. Visitar¨¢ en la misma semana Malabo y Bata. La antigua colonia espa?ola posee una triste historia reciente de sangre y de barbarl e debida al r¨¦gimen dictatorial de su prlmer presidente, Francisco Mac¨ªas Nguema, que fue derrocado el 3 de agosto de 1979 y ejecutado posteriormente. Un consejo militar supremo se hizo cargo del poder. El actual presidente de la Rep¨²blica es el coronel Teodoro Obiang, Ngijema.
Es el pa¨ªs africano con rnayor porcentaje de cat¨®licos: casi el 100%. Pero la Iglesia se est¨¢ reorganizando despu¨¦s de la dura represi¨®n que hab¨ªa sufrido con Mac¨ªas. Todo el pa¨ªs est¨¢ saliendo como de una pesadilla, pero la situaci¨®n es a¨²n muy grave. M,uchas poblaciones est¨¢n a¨²n sin luz y sin tel¨¦fono. No existe mano de obra y la agricultura est¨¢ abandonada, mientras que el petr¨®leo es s¨®lo una esperanza. El Gobierno ha pedido la ayuda de la Iglesia para la reconstrucci¨®n del pa¨ªs. Monse?or Nz¨¦, que en 1971 hab¨ªa ido expulsado del pa¨ªs, es una de las figuras m¨¢s batalladoras de la Iglesia guineana. Ha sido ¨¦l quien ha confiado a los seminarios espa?oles de Burgos, Sig¨¹enza, Toledo, Valencia, Valladolid y Cuenca la formaci¨®n de los actuales catorce seminaristas mayores, los ¨²nicos con los que cuenta all¨ª la Iglesia.
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