Iberduero no descarta la "cesi¨®n negociada" de Lem¨®niz

El presidente de Iberduero, Manuel G¨®mez de Pablos, y dos representantes del Gobierno vasco mantendr¨¢n hoy una entrevista, previa al inicio al d¨ªa siguiente de las conversaciones formales entre la Administraci¨®n aut¨®noma y la del Estado, con objeto de clarificar posiciones sobre la puesta en marcha de la central nuclear de Lem¨®niz. Por otro lado, G¨®mez de Pablos declar¨® ayer a EL PAIS que Iberduero "est¨¢ abierta a cualquier soluci¨®n que permita la puesta en marcha de la central", inclu¨ªda la cesi¨®n negociada de la propiedad.Aunque G¨®mez de Pablos no quiso matizar si esta cesi¨®n podr¨ªa significar la simple nacionalizaci¨®n de la instalaci¨®n, el presidente de Iberduero fue lo suficientemente expl¨ªcito cuando se?al¨® que "cualquier soluci¨®n que preserve los intereses leg¨ªtimos de la empresa ser¨¢ aceptada". Esta aceptaci¨®n incluye tambi¨¦n el control p¨²blico de Lem¨®niz, siempre que ¨¦ste "sea bien concretado y no hiera los leg¨ªtimos derechos de la empresa", a?adi¨® el presidente de Iberduero.

La puesta en marcha de la central de Lem¨®niz, a ra¨ªz de la serie de encuentros y reuniones que se est¨¢n produciendo en los ¨²ltimos d¨ªas, parece haber entrado en la recta final, seg¨²n apreciaci¨®n de todas las partes involucradas. En este sentido, en el Ministerios de Industria se espera con espectaci¨®n los resultados de la entrevista que, el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, mantedr¨¢n en Madrid el titular del departamento con representantes del Gobierno vasco.

Un indicio de que se est¨¢ avanzado en la b¨²squeda de una soluci¨®n al problema es la reuni¨®n que hoy mantendr¨¢, posiblemente en Vitoria, el presidente de Iberduero con Mario Fern¨¢ndez y Garc¨ªa Egotxeaga, vicepresidente y consejero de Industria del Gobierno vasco. Esta entrevista, seg¨²n declarararon los representantes vascos, no se podr¨ªa haber celebrado previamente "por el clima de amenazas y presi¨®n existente", informa Tonia Etxarri.

Sin embargo, parece ahora posible que el encuentro, que el viernes pasado fue rechazado por los representantes vascos, tenga lugar y en el mismo se intercambien los puntos de vista al respecto. Una prueba del clima de tensi¨®n que rode¨® la semana pasada el asunto fue el aviso que fuerzas de la Guardia Civil recibieron para su eventual intervenci¨®n en la central ante la posibilidad de la paralizaci¨®n de las obras de la central.

Por otro lado, G¨®mez de Pablos manifest¨® a este peri¨®dico que las reservas de la empresa respecto al desarrollo de las conversaciones sobre Lem¨®niz, se centran en cuatro puntos: 1) el terrorismo de ETA; 2) la incertidumbe que rodea a la cuesti¨®n del control p¨²blico de la central; 3) el elevado coste diario que supone el retraso de las obras, y 4) el hecho de que el clima de atentados, no s¨®lo contra Lem¨®niz sino contra todas las instalaciones de Iberduero, impide que la empresa desarrolle su funci¨®n de servicio p¨²blico.

En cuanto al control p¨²blico, G¨®mez de Pablos se?al¨® que "Iberduero no ha recibido todav¨ªa ninguna propuesta por escrito" por parte de las dos administraciones, lo que impide que la empresa tenga forjada una postura. Para que una sociedad de gesti¨®n se haga cargo del funcionamiento de la central, a?adi¨®, es necesario primero que "se nos detalle concretamente de que se trata. Del principio a la letra peque?a hay mucho que discutir".

Sobre este mismo tema, Garc¨ªa Egotxeaga declar¨® ayer a nuestra corresponsal en Vitoria que el control p¨²blico est¨¢ a¨²n por definir.

G¨®mez de Pablos, por su lado, tambi¨¦n desminti¨® que Iberduero haya exigido una indemnizaci¨®n de 40.000 millones de pesetas, o de cualquier cifra, por los costes adicionales que est¨¢ suponiendo el retraso de la puesta en marcha de la central. "Iberduero tiene que .buscar alguna f¨®rmula para resarcirse de las p¨¦rdidas, pero no ha solicitado ninguna indemnizaci¨®n", se?al¨®.

En este tema, tanto Mario Fern¨¢ndez como Garc¨ªa Egotxeaga manifestaron su disgusto por las cifras dadas por la empresa respecto a las p¨¦rdidas diarias. Seg¨²n los representantes vascos, el 80% de las p¨¦rdidas son costes financieros y, evidentemente, la paralizaci¨®n de las obras no los anulan.