Posiciones marcadamente conservadoras en los abogados defensores
La lectura atenta de las biograf¨ªas de los abogados que actuar¨¢n en la defensa de los implicados en el golpe de Estado del 23 de febrero hace inevitable una conclusi¨®n de importancia: buena parte de esos letrados, entre los que figuran cinco militares, sostienen posiciones pol¨ªticas marcadamente conservadoras, cuando no decididamente ultraderechistas. De su historial profesional se obtiene id¨¦ntica deducci¨®n, puesto que aparecen en aqu¨¦l referencias abundantes de actuaciones en casos penales protagonizados por extremistas de derecha. Estas circunstancias explican la existencia de posturas comunes en el caso del 23 de febrero, con una intencionalidad pol¨ªtica claramente definida.
Algunas de estas implicaciones llegan, incluso, al ¨¢mbito familiar. Este es el caso de Antonio Mu?oz Perea, (34 a?os), defensor del capit¨¢n Jos¨¦ Pascual G¨¢lvez, que es yerno del dirigente de Fuerza Nueva Blas Pi?ar y ha sido considerado en diversas ocasiones como el jefe natural de Fuerza Joven. Mu?oz Perca se ocup¨® de la defensa de David Mart¨ªnez Loza, implicado en el asesinato de la joven Yolanda Gonz¨¢lez y de los hijos del comandante Ricardo S¨¢enz de Ynestrillas, cuando ¨¦stos, junto a su padre, fueron detenidos en junio del a?o pasado, por su presunta implicaci¨®n en un nuevo intento desestabilizador preparado para el 23 de junio.Angel L¨®pez Montero y Adolfo de Miguel son de sobra conocidos por sus posturas pol¨ªticas reaccionarias. Cada uno de ellos tiene una columna fija en el semanario El Heraldo Espa?ol, cuya l¨ªnea editorial e informativa es, incluso, m¨¢s intransigente que la de su colega Fuerza Nueva. El primero, nacido en 1935, defensor del teniente coronel Antonio Tejero, es un curioso caso de evoluci¨®n ideol¨®gica. Seg¨²n diversos testimonios, sus primeros contactos con la pol¨ªtica se realizaron a trav¨¦s de organizaciones de izquierda, y lleg¨® a militar en el Partido Socialista Popular de Enrique Tierno, que abandon¨®. En las elecciones municipales de 1979 se present¨® como cand¨ªdato a concejal por Madrid, por el llamado Partido Liberal Espa?ol. L¨®pez Montero defendi¨® a Juan Luis M¨¦ndez Moreno, uno de los funcionarios de polic¨ªa implicados en la inuerte en Carabanchel del etarra Arregui.
Adolfo de Miguel
De Miguel, uno de los letrados de m¨¢s edad de los que intervienen en este juicio, defiende al capit¨¢n de nav¨ªo Camilo Men¨¦ndez, al comandante Pardo Zancada y a Juan Garc¨ªa Carr¨¦s. Fue presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo hasta 1979, en que ces¨® por una resoluci¨®n administrativa que recientemente fue anulada. De Miguel consider¨® su cese como una represalia pol¨ªtica. Mientras presid¨ªa la Sala Segunda del Supremo se celebraron diversos juicios inculpatorios de dirigentes de Comisiones Obreras, posteriormente encarcelados.
Se le identifica con la persona que, bajo el seud¨®nimo Togado, firm¨® art¨ªculos en El Alc¨¢zar contrarios a la Constituci¨®n. En 1979 dirigi¨® un escrito al Tribunal Supremo para que ¨¦ste trasladara al Rey su preocupaci¨®n por la supuesta situaci¨®n de desgobierno en que se encontraba Espa?a y para que el monarca legitimara alg¨²n tipo de actuaci¨®n.
Muy relacionado por estrechos lazos de amistad con Blas Pi?ar est¨¢ Guillermo Quintana, de 41 a?os, defensor del general Luis Torres Rojas y del teniente Jos¨¦ N¨²?ez Ruano. En su n¨®mina de actuaciones profesionales se observa que es uno de los abogados preferidos por ultraderechistas. Defendi¨®, entre otros, a Leocadio Jim¨¦nez Caravaca y Gloria Herguedas, implicados en la matanza de abogados laboralistas del despacho de la calle Atocha, en Madrid; al teniente coronel Alejandro Molinero, procesado por la fabricaci¨®n de bol¨ªgrafos-pistola; a los integrantes de un comando de Fuerza Joven que asalt¨® violentamente la facultad de Derecho de Madrid, suceso en el que resultaron heridas trece personas; a miembros del ultraderechista Batall¨®n Vasco-Espa?ol y a los autores del asalto al bar San Bao.
Militares significados
Otros dos defensores significados por circunstancias comunes son Salvador Escandell y Carlos de Meer de Rivera. Ambos son militares y los dos ocuparon cargos pol¨ªticos de cierta relevancia durante el franquismo. Escandell, nacido en 1918, coronel de Ingenieros, defiende en este proceso al teniente general Milans del Bosch y al coronel Diego Ib¨¢?ez Ingl¨¦s. En Valencia, su ciudad natal, fue presidente del sindicato provincial de Cer¨¢mica y Vidrio, delegado de la Vivienda, consejero del Movimiento y presidente de la Diputaci¨®n. Tambi¨¦n ocup¨® el cargo de gobernador civil de Las Palmas.
Escandell, cuyo nombre apareci¨® ligado a la gestaci¨®n de un partido de extrema derecha, integrado por miembros de un sector descontento con la l¨ªnea de Alianza Popular, defendi¨® al general de la Guardia Civil Juan Atar¨¦s, procesado y posteriormente absuelto por los incidentes ocurridos en, Cartagena a finales de 1978, en los que Atar¨¦s se enfrent¨® verbalmente con el teniente general Manuel Guti¨¦rrez Mellado.
Carlos de Meer, de 53 a?os, es teniente coronel de Caballer¨ªa, n¨²mero uno de su promoci¨®n, adem¨¢s de licenciado en Pol¨ªticas, Econ¨®micas y aparejador. Fue, durante el pasado r¨¦gimen, director general de Cultura Popular y del Libro, subdirector general de despacho del presidente del Gobierno y gobernador civil de Baleares. Defiende al capit¨¢n Francisco Dusmet.
El capit¨¢n de Aviaci¨®n Antonio Hern¨¢ndez-Gri?¨®, nacido en 1947, y defensor del teniente de la Guardia Civil Vicente Ramos, es conocido como simpatizante, desde muy joven, de grupos d¨¦ extrema derecha. Est¨¢ casado con una sobrina del tambi¨¦n procesado teniente coronel Pedro Mas, ayudante del teniente general Milans. Ha sido protagonista de algunos incidentes relacionados con esta causa. En una reuni¨®n de defensores del 23 de Febrero, celebrada en el Colegio de Abogados, se present¨® vestido de uniforme y con pistola. Cuando se produjo el interrogatorio, en el Congreso, del diputado Enrique M¨²gica, Hern¨¢ndez-Gri?¨® se neg¨® a los requerimientos de los servicios de seguridad de la C¨¢mara para que depositara el arma que portaba. El letrado respondi¨® que "nunca entregar¨ªa su arma a un civil" y tuvo que intervenir un capit¨¢n de la Polic¨ªa Nacional para resolver el incidente.
Amigo personal de Jos¨¦ Antonio Gir¨®n es otro de los defensores, Santiago Segura, nacido en 1918, y sobrino del cardenal del mismo apellido. Segura es asesor legal de Edmundo Alfaro, ¨²ltimo propietario de Fidecaya, e intervino como acusador particular, en nombre de los familiares de las v¨ªctimas en el juicio contra el periodista Xavier Vinader.
Pedro Li?¨¢n, uno de los abogados m¨¢s j¨®venes de los que intervienen en el proceso, (naci¨® en 1952), y Jos¨¦ Zugasti, tienen en com¨²n la defensa de funcionarios de polic¨ªa implicados en la muerte del miembro de ETA Arregui. Li?¨¢n defiende en este caso al capit¨¢n Francisco Ignacio Rom¨¢n, y Zugasti al capit¨¢n Juan Batista.
Es circunstancia rese?able la del letrado Pedro Mart¨ªn Fern¨¢ndez, de 73 a?os, defensor del teniente coronel Pedro Mas Oliver y que se ocup¨® de la defensa de uno de los implicados en la matanza de Atocha. Este abogado se hizo cargo de la defensa de los jefes y oficiales del regimiento de Caballer¨ªa Calatrava que participaron, en 1932, en la sublevaci¨®n del general Sanjurjo. Finalizada la guerra, Franco le encarg¨® la defensa de oficio en los consejos de guerra permanentes que se constituyeron desde que finaliz¨® la contienda hasta su disoluci¨®n, en 194.6. En uno de ellos defendi¨® al l¨ªder anarquista Cipriano Mera, cuya condena a muerte fue conmutada. Es teniente coronel de Caballer¨ªa.
Son tambi¨¦n militares, pertenecientes a la Guardia Civil, Miguel Caballero, (40 a?os), defensor del capit¨¢n del mismo cuerpo Juan P¨¦rez de la Lastra y Jos¨¦ Pardos Aldea, comandante de 52 a?os, encargado de la defensa del tambi¨¦n capit¨¢n de la Guardia Civil, y cu?ado suyo, Carlos L¨¢zaro Corthay. Se da la circunstancia de que el comandante Pardos es el ¨²nico defensor no licenciado en Derecho de los que actuar¨¢n en esta causa.
Jes¨²s G¨®mez Garc¨ªa, de 37 a?os, defensor del capit¨¢n Carlos Alvarez-Arenas, pertenece al estudio jur¨ªdico de la calle Pintor Juan Gris, de Madrid, donde se reunieron, seg¨²n recoge el fiscal en su escrito definitivo de acusaciones, los principales implicados en el golpe. Guillermo Salva, que defiende al teniente C¨¦sar Alvarez Fern¨¢ndez, es un frecuente colaborador espont¨¢neo del diario El Alc¨¢zar.
Ram¨®n Hermosilla, de 47 a?os, que dirige uno de los bufetes m¨¢s pr¨®speros de Madrid, es hijo de un conocido periodista liberal, que dirigi¨® el peri¨®dico La Libertad y que durante la guerra civil se exili¨® en Argentina. Se encarga de la defensa del general Alfonso Armada.
Relacionado de alg¨²n modo tambi¨¦n con el periodismo aparece el abogado defensor del teniente Santiago Vecinos, Alfredo Nieto Funcia, de 74 a?os. Antes de la guerra fue secretario del comit¨¦ provincial de la CEDA en Zamora. Finalizada la contienda, fue asesor del entonces director general de Prensa, Juan Aparicio., y colabor¨® en la fundaci¨®n de la Escuela Oficial de Periodismo.
Manuel Novalvos, de 42 a?os, defensor del teniente Manuel Boza, ocupa la c¨¢tedra de Derecho Natural y de Filosof¨ªa del Derecho en la Complutense, en la que sustituy¨® a Gregorio Peces-Barba.
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