La lectura del apuntamiento y una parte significativa del sumario ocuparon la primera sesi¨®n del consejo de guerra

nisterio fiscal, sin mencionar pormenores de los hechos, con la petici¨®n de penas para cada uno de los procesados, que fueron nombrados por orden de graduaci¨®n, nombres y apellidos y filiaci¨®n. El primer tr¨¢mite de la causa oral concluy¨® hacia las 11.30 horas.El tribunal pregunt¨® despu¨¦s al ministerio fiscal qu¨¦ folios del sumario deseaba fueran le¨ªdos por el relator. El Fiscal manifest¨® que solicitaba se leyeran ¨²nicamente los folios que incluyen las declaraciones de los procesados y los testigos, que consideraba indispensables para que no se perdiera el hilo de los hechos. Se inici¨® entonces la lectura de la declaraci¨®n del teniente general Milans del Boch, a partir del momento del asalto al Congreso, que se recoge en el primer rollo del sumario.

Milans anuncia su bando

De acuerdo con esta declaraci¨®n, hacia las 19 horas del 23 de febrero, Milans del Bosch llam¨® telef¨®nicamente al teniente general jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito para comunicarle que hab¨ªa ordenado el acuartelamiento de las tropas y preparaba un bando porque cre¨ªa obligado garantizar el orden, la seguridad y la normalidad de la vida ciudadana de su regi¨®n militar. Tras telefonear al gobernador civil de Valencia, al general jefe de zona de la Guardia Civil, al jefe de la Polic¨ªa Nacional y al almirante de Cartagena, el teniente general Milans orden¨® la lectura por radio del bando y la aproximaci¨®n de las tropas a Valencia, aprovechando unos ejercicios t¨¢cticos que se realizaban en aquellos momentos en la zona. Hab¨ªa ya puesto en marcha Milans del Bosch la operaci¨®n Turia, que garantizaba la seguridad de jefes, oficiales y suboficiales de la regi¨®n militar.

Armada y la voluntad del Rey

De acuerdo con la declaraci¨®n sumarial de Milans, cuando ya las tropas hab¨ªan ocupado el centro de Valencia, mantuvo varias conversaciones telef¨®nicas con Armada y Tejero, en las que el primero le relat¨® el plan previsto para presentarse en el hemiciclo y proponer una soluci¨®n militar para Espa?a. Milans dio su conformidad y se comprometi¨® a llamar a varios capitanes generales para conocer su opini¨®n. Seg¨²n ha declarado el procesado ¨²nicamente el capit¨¢n general de Canarias puso reparos. Tras recibir varias llamadas del Rey, Milans del Bosch declar¨® que hab¨ªa ordenado la retirada de las tropas de las calles de Valencia, hecho que ocurri¨® a las tres de la madrugada del 24 de febrero, y la retirada del bando una hora y media despu¨¦s. Tras la rendici¨®n de Tejero, sobre las 12 horas del mismo d¨ªa, Milans clel Bosch viaj¨® a Madrid para presentarse al teniente general Gabeiras, que lo arrest¨®. El arresto se convirti¨® luego en detenci¨®n.

La lectura de la declaraci¨®n sumarial de Milaris del Bosch concluy¨® pasadas las 12 horas. El tribunal levant¨® la sesi¨®n por espacio dequince minutos y la reanud¨® ordenando al relator que diera lectura a las declaraciones segunda y tercera del teniente general Milans del Bosch, en las que ampl¨ªa y ratifica sus primeras declaraciones. En estas declaraciones Milans afirma que tuvo conocimiento de la entrevista entre Tejero, Mas Oliver y Garc¨ªa Carr¨¦s y, al mismo tiempo, que el general Armada le hab¨ªa contado sus conversaciones con el Rey en Viella (L¨¦rida), en las que el Monarca, seg¨²n Milans, le hab¨ªa dicho a Armada que era partidario de la formaci¨®n de un nuevo gobierno, integrado por civiles, porque estaba harto de Su¨¢rez. Declara tambi¨¦n Milans que Armada le cont¨® que la Reina quer¨ªa un gobierno integrado por militares y que el Rey le coment¨® que era necesario reconducir la situaci¨®n pol¨ªtica en Espa?a.

Se recoge tambi¨¦n en la declaraci¨®n sumarial de Milans del Boch su negativa a contestar una pregunta sobre los participantes de la reuni¨®n celebrada el 18 de enero de 1981 en el domicilio madrile?o del teniente coronel Mas Oliver. A este respecto, Milans afirm¨® en su declaraci¨®n que ¨¦l no miente nunca y no quer¨ªa implicar a nadie en este hecho. Declar¨® el procesado que Armada le hab¨ªa dicho al coronel Ib¨¢?ez Ingl¨¦s que el Rey le hab¨ªa contado que Calvo Sotelo iba a ser presidente del Gobierno en el que Alberto Oliart ser¨ªa ministro de Defensa y que la Junta de Jefes de Estado Mayor iba a ser sustituida por hombres afectos al Rey. Esa circunstancia, seg¨²n Armada, le colocar¨ªa como segundo jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito. Ello facilitar¨ªa las operaciones pertinentes para solucionar la situaci¨®n pol¨ªtica.

Con anterioridad al asalto del Congreso, Milans, seg¨²n consta en su declaraci¨®n, dijo a Armada que hab¨ªa que parar a Tejero y aquel le contest¨® que no pod¨ªa pararlo, por lo que hab¨ªa que mantener el plan de asalto al Congreso previsto. Declar¨® Milans, seg¨²n consta en el sumario, que el comandante Cortina era el intermediario entre el general Armada y el teniente coronel Tejero. Asegur¨® desconocer c¨®mo iba a actuar el general Juste, al mando de la Divisi¨®n Acorazada aunque supon¨ªa que, al igual que los dem¨¢s jefes militares, ver¨ªa c¨®mo se desarrollaban los acontecimientos sin entorpecer la eventual acci¨®n militar. Manifest¨® tambi¨¦n Milans en su declaraci¨®n desconocer la existencia de una maleta con documentos que el capit¨¢n Gil S¨¢nchez Valiente hab¨ªa enviado a Londres.

A petici¨®n del fiscal, el relator

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procedi¨® a la lectura de las declaraciones hechas en la instrucci¨®n del sumarlo por el general Armada. Este afirma que el d¨ªa 23 de febrero le llam¨® el teniente general Gabeiras para despachar con ¨¦l. A las 18.20 horas, cuando se encontraba en su despacho, entr¨® un ayudante y le comunic¨® que se hab¨ªan disparado tiros en el Congreso de los Diputados. Gabeiras, seg¨²n el relato del general Armada, habl¨® en su presencia con el general Alfaro y con el palacio de la Zarzuela. A las 19.00 horas se recibi¨® en el despacho del teniente general Gabeiras una llamada desde la Zarzuela. Le preguntan si est¨¢ presente el general Armada y este, seg¨²n sus declaraciones, se puso al tel¨¦fono y le preguntaron si se hab¨ªa movido del Cuartel General del Ej¨¦rcito. Armada respondi¨® negativamente. Se le pregunt¨® tambi¨¦n si hab¨ªa. autorizado a dar su nombre para algo y tambi¨¦n respondi¨® negativamente. Le ordenaron que permaneciera junto al teniente general Gabeiras.

En la Acorazada invocaban su nombre

El general Armada declar¨® durante la tramitaci¨®n del sumario, que el teniente general Gabeiras le hab¨ªa ordenado que pusiera en marcha la alerta 2 de la operaci¨®n Diana y que a las 19.30 le hab¨ªa llamado el general Juste, de la Divisi¨®n Acorazada, para comunicarle que sus subordinados invocaban su nombre. Armada, siempre seg¨²n sus declaraciones, lo desautoriza y le pide que lo transmita a sus subordinados. Un cuarto de hora despu¨¦s recibir¨ªa la llamada del general Aramburu, director general de la Guardia Civil, quien le pidi¨® que se trasladara al Congreso puesto que a ¨¦l no le hac¨ªan caso. Afirma Armada en su declaraci¨®n que pidi¨® permiso a Gabeiras, quien le orden¨® que esperase. Mientras el teniente general se dirig¨ªa a la JUJEM ¨¦l, seg¨²n su testimonio, permaneci¨® en su despacho acompa?ado por varios generales.

Asegura Armada en su declaraci¨®n sumarial que hacia las 23.00 horas Gabeiras regres¨® a su despacho y le pidi¨® que le acompa?ara al Congreso. Aquel, vista la situaci¨®n creada, plante¨® la posibilidad de ir al palacio de las Cortes "para hacer alguna proposici¨®n a Tejero, arriesgada pero siempre constitucional". Declara luego que hacia las 23.15 le dijeron que hablara con el palacio de la Zarzuela, orden que cumpli¨® en presencia de Gabeiras y de algunos generales. Armada declara que le dijeron que hiciera una propuesta a t¨ªtulo personal y que tratara de resolver la situaci¨®n de los rehenes para lo que pod¨ªa ofrecer un avi¨®n a Tejero y a sus oficiales.

Tras dirigirse al hotel Palace y hablar con el gobernador civil de Madrid, el general Aramburu y el general Sa¨¦nz de Santamar¨ªa, Armada, de acuerdo con su testimonio, entr¨® a las 23.50 en el Congreso de los Diputados y propuso a Tejero una soluci¨®n constitucional y la posibilidad, de que tanto ¨¦l como sus oficiales marcharan al extranjero. Recuerda luego el procesado que hablaron telef¨®nicamente con el teniente general Milans, que trat¨® de convencer a Tejero.

En sus declaraciones sumariales el general Armada indica que Tejero rechaz¨® el avi¨®n y que pese a fracasar en su prop¨®sito de convencerle ten¨ªa ya entonces la certeza de que no habr¨ªa v¨ªctimas en el palacio de las Cortes. Se dirigi¨® luego al hotel Palace donde, afirm¨®, trat¨® con los generales Aramburu y Sa¨¦nz de Santamar¨ªa una posible entrada en el Congreso que qued¨® descartada por el grave riesgo que comportaba.

Con permiso del teniente general Gabeiras, el general Armada, seg¨²n consta en su testimonio fue a hablar con Laina, acompa?ado por el gobernador civil de Madrid, Mariano Nicol¨¢s. A partir de la 1.45 horas de la madrugada del d¨ªa 24 de febrero mantuvo una conversaci¨®n con el director de la Seguridad del Estado, en presencia de S¨¢nchez Harguindey. Cuenta Armada que recomend¨® a Laina que no metiera los geo en el Congreso y le dijo que no admit¨ªa lecciones de nadie de monarquismo y cari?o al Rey. Tambi¨¦n le cont¨® al director de la Seguridad del Estado sus conversaciones con Tejero antes de volver al Cuartel General para presentarse a Gabeiras y permanecer en el mismo.

En la declaraci¨®n le¨ªda ayer en el transcurso de la vista el general Armada indica que a las ocho de la ma?ana del d¨ªa 24 march¨® a su domicilio para asearse y regres¨® al Cuartel General media hora despu¨¦s. Afirma que a las 10 le avisaron para que se dirigiera al Congreso ya que Tejero y Pardo Zancada quer¨ªan hablar con ¨¦l. Con el permiso de Gabeiras, el general Armada, siempre seg¨²n su testimonio, habl¨® con Tejero sobre las condiciones para su rendici¨®n. Conocidas estas, declara que telefone¨® a Gabeiras quien le orden¨® hablara directamente con el presidente de la JUJEM, teniente general Alfaro, para que este le autorizara a aceptar las condiciones de rendici¨®n. Armada afirma en su declaraci¨®n, que diez minutos despu¨¦s recib¨ªa el visto bueno por lo que, aceptadas las condiciones se inici¨® la evacuaci¨®n del palacio del Congreso.

Una propuesta arriesgada, pero constitucional

En los folios de la declaraci¨®n del general Armada se incluye una pregunta del juez instructor que se interesa en conocer el significado exacto de la "propuesta arriesgada, pero siempre constitucional" a la que aquel se hab¨ªa referido. El procesado contest¨® que se propon¨ªa hablar con los diputados para que estos ofreciesen alguna f¨®rmula para que Tejero se marchara y los dejara en libertad. Al presentar la f¨®rmula para solucionar el asalto, testimoni¨® Armada que no propuso un gobierno con ¨¦l como presidente, sino que deb¨ªan ser los diputados quienes hab¨ªan de decidir la mejor f¨®rmula.

Manifiesta Armada en su declaraci¨®n sumarial que con su actuaci¨®n no cre¨ªa que contraven¨ªa ¨®rdenes dadas ya que la propuesta para solucionar el problema la hab¨ªa hecho a t¨ªtulo personal. "Cre¨ªa necesario resolver la situaci¨®n de emergencia porque en aquella situaci¨®n la Constituci¨®n estaba vulnerada y hab¨ªa que restablecer la normalidad". Indica tambi¨¦n el general procesado que eran los partidos los que iban a proponer la soluci¨®n al problema y no ¨¦l. Asimismo, afirma su convicci¨®n de que los partidos pol¨ªticos deb¨ªan de continuar y las Cortes no se disolver¨ªan, que las autonom¨ªas se orientar¨ªan de forma m¨¢s racional y se dar¨ªa mayor importancia y severidad al tema del terrorismo. "Pero ser¨ªan las Cortes las que dijeran la ¨²ltima palabra".

Tras negar en su declaraci¨®n que, como le atribuye Milans, ¨¦l hubiera dicho que no se pod¨ªa parar a Tejero, Armada manifiesta que en el almuerzo que celebr¨® en L¨¦rida con el diputado socialista Enrique M¨²gica, el dirigente del PSC, Joan Ravent¨®s y el alcalde de L¨¦rida, Ciurana, en ning¨²n momento se habl¨® de una soluci¨®n de recambio del Gobierno, y s¨ª, en general, de la situaci¨®n pol¨ªtica de Espa?a.

En la tercera declaraci¨®n efectuada por Armada el 8 de mayo de 1981 ¨¦ste insiste nuevamente en negar que en la comida de L¨¦rida se formularan propuestas de ¨ªndole pol¨ªtica y recuerda que en otras ocasiones hab¨ªa almorzado con Leopoldo Calvo Sotelo, Rodolfo Mart¨ªn Villa, Tarradellas, Jordi Pujol, y los capitanes generales de distintas regiones militares sin que, en ning¨²n caso, se hubieran planteado propuestas pol¨ªticas ni soluciones de recambio de gobierno.

El elefante provoca risa

El general Armada asegura en su declaraci¨®n sumarial que le produjo risa o¨ªr la frase "el elefante ha venido". Esta era, al parecer, la consigna para que algunos diputados mostraran su apoyo a un gobierno presidido por el general.

A una pregunta del juez instructor sobre una reuni¨®n privada con el teniente general Milans del Bosch, el general Armada declar¨® que hab¨ªa ido a Valencia en aquella ocasi¨®n para solucionar un problema relacionado con un piso propiedad de su esposa. Indic¨® en este sentido que, al igual que hac¨ªa cada vez que viajaba a Valencia, visit¨® a Milans y almorz¨® con ¨¦l, pero precis¨® que en aquel encuentro hablaron de la situaci¨®n general y no formularon propuestas de tipo pol¨ªtico.

En la declaraci¨®n le¨ªda ayer en la vista, el general Armada manifiesta que el 16 de febrero de 1981 cen¨® en Madrid con el teniente general Pascual Galmes, el capit¨¢n general de Catalu?a, y con el jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, teniente general Gabeiras, y el marqu¨¦s de Mondejar. Indica tambi¨¦n que en la cena, a la que asistieron las respectivas esposas, se abordaron cuestiones relativas al desfile del D¨ªa de las Fuerzas Armadas, que iba a celebrarse en Barcelona sin que tampoco se realizara en esta ocasi¨®n ninguna propuesta pol¨ªtica.

En respuesta a una pregunta del juez instructor, el general Armada neg¨® que el d¨ªa 22 de febrero hablara con Milans del Bosch y Tejero y manifest¨® su impresi¨®n de que la idea de la soluci¨®n de un gobierno presidido por ¨¦l fue sugerida desde Valencia para evitar la desuni¨®n del Ej¨¦rcito.

En su declaraci¨®n sumarial, el general Armada neg¨® toda participaci¨®n en el golpe de Estado, asegur¨® que no asisti¨® a ninguna reuni¨®n clandestina preparatoria de la intentona golpista y que nunca hizo a nadie propuestas para la realizaci¨®n de un golpe militar "porque pensaba que en aquellos momentos las soluciones pol¨ªticas eran perfectamente viables en Espa?a". Afirm¨®, asimismo, que nunca pidi¨® audiencia para entrevistarse con el Rey en el palacio de la Zarzuela el d¨ªa 23 de febrero, como se indica en declaraciones de otros procesados.

El relator pas¨® luego a dar lectura al careo realizado en fase de plenario entre el teniente general Milans del Bosch y el general Armada. En el transcurso del mismo, a la pregunta de si conoc¨ªa previamente al 23 de febrero el plan para la ocupaci¨®n del palacio del Congreso, Milans declar¨® que hab¨ªa mantenido dos conversaciones sobre el tema con el general Armada el d¨ªa 21 de febrero. Este ¨²ltimo neg¨® tajantemente este extremo. En tanto que el general Armada neg¨® haber mantenido conversaci¨®n alguna con Milans en las fechas anteriores al 23 de febrero, este ¨²ltimo manifest¨® que hab¨ªa hablado con aquel en cuatro ocasiones.

Milans: "Tienes flaca memoria"

Dentro del mismo careo el general Armada insisti¨® en que no hab¨ªa asistido a la reuni¨®n de la calle Pintor Juan Gris. Por su parte Milans afirm¨® que, a trav¨¦s del comandante Cortina, hab¨ªa tenido conocimiento de que Armada estaba en dicha reuni¨®n. Acus¨® Milans a Armada de tener "flaca memoria" cuando este ¨²ltimo neg¨® que ambos hubieran mantenido dos conversaciones el d¨ªa 10 de enero. En este sentido Milans dijo que si lo que trataba Armada era de encubrir a los Reyes, que lo confesara ya. Armada contest¨® que ¨¦l no trataba de encubrir ni al Rey ni a nadie.

En relaci¨®n con la reuni¨®n elel 21 de febrero y con la entrevista con el comandante Cortina, el general Armada neg¨® en el careo que se hubiera celebrado la reuni¨®n con el teniente coronel Tejero y el comandante Cortina en el hotel Cuzco, de Madrid.

Contradicciones

Milans del Bosch, preguntado sobre la formaci¨®n de un gobierno presidido por un militar, afirm¨® en el careo que, tras la proposici¨®n del general Armada, llam¨® a los capitanes generales, que se mostraron de acuerdo con la soluci¨®n. Por contra Armada indic¨® que hab¨ªa sido precisamente Milans quien le llam¨® para proponerle la denominada "f¨®rmula Armada", que era una soluci¨®n para mantener la unidad del Ej¨¦rcito. Frente al testimonio de Milans, que aseguraba que Armada le dijo que hab¨ªa que parar a Tejero, el general procesado insisti¨® en que ¨¦l hubiera dicho que pod¨ªa parar al teniente coronel de la Guardia Civil.

En el texto del careo le¨ªdo en la sesi¨®n de ayer el juez instructor apuntaba que no hab¨ªa notado mayor firmeza en el teniente general Milans del Bosch, "que aparece evidente ante el otro careado". Milans declar¨® tambi¨¦n ante el juez instructor que ¨¦l no recib¨ªa ¨®rdenes de ning¨²n militar (te inferior o igual graduaci¨®n y que si acept¨® las sugerencias hechas por el general Armada "fue porque pensaba que le transmit¨ªa ¨®rdenes de una autoridad superior".

A las 14.10 horas el presidente del tribunal levant¨® la sesion.

Tras la pausa del almuerzo se reanud¨® la sesi¨®n por la tarde, que se prolong¨® algo menos de dos horas. Estuvo dedicada a la lectura de los folios del sumario en que se contienen los careos del general Armada con otros procesados, as¨ª como declaraciones de tres importantes protagonistas en la desactivaci¨®n del golpe de Estado, los generales Gabeiras y Fern¨¢ndez Campo, y el director de la seguridad del Estado, Francisco La¨ªna. Tanto este ¨²ltimo como el general Gujeiras, en aquellas fechas jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, relatan minuciosamente sus gestiones y destacan su permanente actitud de contacto con el palacio de La Zarzuela. Por su parte, el general Fern¨¢ndez del Campo, secretario general de la Casa del Rey, da cuenta de las ¨®rdenes que desde La Zarzuela se dieron para hacer prevalecer el orden constitucional.A las 16.04 comenz¨® la sesi¨®n, con la lectura del careo entre el general Armada y el coronel Diego Ib¨¢?ez. Seg¨²n el mismo, efectuado en el curso de las diligencias sumariales, el general Armada niega haber llamado al teniente general Mil¨¢ns del Bosch durante el 22 de febrero de 1981 -v¨ªspera del intento de golpe de Estado-, mientras el coronel Ib¨¢?ez sostiene que dicha llamada se produjo. Ambos militares est¨¢n de acuerdo en que se entrevistaron en L¨¦rida en enero, pero no en el contenido de sus conversaciones, respecto a las cuales el coronel Ib¨¢?ez asegura que Armada le dijo que no se llevar¨ªa a cabo acci¨®n alguna si no estaba de acuerdo el Rey.

La mencionada llamada de Armada a Milans el 22 de febrero sali¨® a relucir en la lectura del careo siguiente, entre Armada y el comandante Pardo Zancada. Este ¨²ltimo afirma haber escuchado una conversaci¨®n telef¨®nica, desde el despacho del teniente general Milans en Valencia, en la que este ¨²ltimo se dirig¨ªa a su interlocutor llam¨¢ndole "Alfonso". Una vez terminada la conversaci¨®n, Milans dijo a Pardo que el Rey y el general Armada respaldaban la acci¨®n prevista y que la Reina la ve¨ªa con simpat¨ªa. El general Armada, por su parte, niega por completo que se hubiera producido esa conversaci¨®n. Seg¨²n una anotaci¨®n del general instructor del sumario, el comandante Pardo Zancada se hab¨ªa manifestado en el careo con mayor firmeza que el general Armada.

Seguidamente se dio lectura al careo entre el tantas veces citado general Armada y el teniente coronel Mas; los principales puntos de discrepancia entre ambos se refieren a la famosa llamada de Armada a Milans el 22 de febrero, que Armada niega y Mas afirma, as¨ª como a la participaci¨®n del primero en la reuni¨®n de la casa situada en la calle Pintor Juan Gris, igualmente negada por Armada y afirmada por Mas. El general instructor de la causa anot¨®, en este caso, que ambos se expresaban con igual firmeza.

Careo Armada-Tejero

Siempre a petici¨®n del fiscal togado, general Claver, el relator continu¨® dando lectura a folios del sumario. En los que corresponden al careo entre el teniente coronel Tejero y el general Armada, el primero atribuye a Milans la afirmaci¨®n de que, seg¨²n informaciones recibidas de Armada, el Rey y la Reina estaban detr¨¢s de toda la operaci¨®n que iba a llevarse a cabo. Afirma Tejero que dej¨® entrar a Armada en el Congreso al darle este ¨²ltimo la consigna convenida, Duque de Ahumada, y a?ade que Armada le comunic¨® que iba a ser presidente del Gobierno, y que llamara al Rey si quer¨ªa verificarlo. Armada niega que invocara el nombra del Rey, niega asimismo que la contrase?a Duque de Ahumada se la hubiera dado Milans, y sostiene la tesis de que entr¨® en el Congreso con el simple prop¨®sito de solucionar el asalto con una f¨®rmula constitucional.

Tejero es otro de los procesados que afirma la presencia de Armada en la reuni¨®n del piso de Pintor Juan Gris -en la que el citado general habr¨ªa comunicado la hora del asalto y su presencia en La Zarzuela cuando se llevara a cabo-, adjuntando detalles como el "elegante traje gris" que Armada llevaba, seg¨²n Tejero, en esa reuni¨®n. Tejero asegura que Armada le ofreci¨® dinero una vez llegado al Congreso. Este ¨²ltimo extremo fue negado expresamente por Armada en al careo.

El fiscal togado solicit¨® despu¨¦s que se diera lectura a dos p¨¢rrafos de la declaraci¨®n sumarial remitida por el capit¨¢n general de la IV Regi¨®n, teniente general Pascual Galmes, en la que ¨¦ste da cuenta de haber recibido una llamada de Milans del Bosch, a las tres de la madrugada "o m¨¢s tarde" pregunt¨¢ndole si ¨¦l estaba de acuerdo con la "soluci¨®n Armada" -entendida como nombrar a este ¨²ltimo presi dente del Gobierno- y asegur¨¢ndole que el Rey ordenaba esa soluci¨®n. Tras expresar a Milans su escepticismo respecto a dicha supuesta orden real, Pascual Galmes da cuenta de su llamada posterior a Armada, en la que ¨¦ste le dijo que la ¨²nica salida posible era nombrarle a ¨¦l presidente del Gobierno.

Las gestiones desde el Palacio de la Zarzuela

Terminada la lectura de los folios antes mencionados, a petici¨®n del fiscal se leyeron ¨ªntegramente las declaraciones certificadas remitidas por el general Fern¨¢ndez Campo, secretario general de la Casa del Rey; Francisco La¨ªna, director de la Seguridad del Estado; y el teniente general Gabeiras, jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito. Los tres exponen, desde sus respectivos puntos de vista, las actuaciones llevadas a cabo para desactivar el intento de golpe de Estado.

El general Fern¨¢ndez Campo confirma que el Rey habl¨® a las siete de la tarde del d¨ªa 23 con el general Armada, despu¨¦s de haberlo hecho con el general Gabeiras -jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito- cuando ambos militares se encontraban en el despacho de este ¨²ltimo. Ese fue el momento en que Armada se ofreci¨® para trasladarse al palacio de La Zarzuela y explicar al Rey lo que estaba ocurriendo, propuesta que don Juan Carlos no acept¨®, ordenando al general Armada que permaneciera en su puesto, "ya que al comunicarle yo a Su Majestad", dice Fern¨¢ndez Campo, "la conversaci¨®n con el general Juste, no parec¨ªa aconsejable la presencia del general Armada junto al Rey."

?rdenes del Rey: Armada no puede invocar su nombre

Menciona despu¨¦s el secretario general de la Casa Real otras muchas conversaciones telef¨®nicas, entre ellas aquella en que Armada se ofrece a trasladarse al Congreso para establecer conversaciones que condujeran a la liberaci¨®n del Gobierno y de los diputados, ofreci¨¦ndose, si era necesario, para ocupar la presidencia del Gobierno, a fin de terminar la tensi¨®n y evitar un final sangriento. Fern¨¢ndez Campo precisa cu¨¢l fue su respuesta a dicho planteamiento, transmitiendo la orden del Rey, que estaba presente: cualquier acci¨®n que Armada intentase ten¨ªa que ser con car¨¢cter personal, bajo su propia conciencia, y sin invocar el nombre del Rey.

A las diez y media de la noche, Fern¨¢ndez Campo habla con Milans, por orden del Rey, y el capit¨¢n general de Valencia contin¨²a insistiendo en la soluci¨®n Armada. A la 1.12 de la madrugada se emite el mensaje del Rey por RTVE; ocho minutos despu¨¦s, Su Majestad transmite a Milans que cualquier golpe de Estado es contra el Rey, afirma su rotunda decisi¨®n de mantener el orden constitucional y le ordena que retire sus unidades de Valencia y diga a Tejero que deponga inmediatamente su actitud. La declaraci¨®n del secretario general de la Casa Real finaliza con algunas consideraciones sobre Armada, de quien dice que tiene entendido que cumpli¨® el encargo, dado por ¨¦l, de que las gestiones que iba a intentar en el Congreso las har¨ªa a t¨ªtulo personal.

Gabeiras desmiente a Armada

En la declaraci¨®n sumarial del general Gabeiras, jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito en la ¨¦poca en que se produjeron los hechos, se relatan minuciosamente sus actuaciones durante aquel per¨ªodo. Menciona las 19,45 horas del d¨ªa 23 como el momento en que ordena a Milans que retire sus tropas de las calles, y le anuncia que va a tomar medidas para destituirle. Despu¨¦s pide al Rey que ratifique estas ¨®rdenes a Milans, y Su Majestad habla con Milans por tel¨¦fono y Gabeiras escucha lo que le dice.

Gabeiras destaca su ment¨ªs a Armada, en presencia de generales y jefes reunidos en su antedespacho, sobre la gravedad de la situaci¨®n y las noticias dadas por Armada sobre el apoyo ofrecido a Milans por varias Regiones militares. Gabeiras asevera que ¨¦l mantiene contacto con todas, y que la ¨²nica postura rebelde es la de Milans; dice que autoriz¨® a Armada para que acudiera al Congreso, para ofrecer facilidades a Tejero para una soluci¨®n sin derramamiento de sangre; y precisa las diferentes posiciones de Tejero y de Pardo Zancada durante la madrugada, seg¨²n Milans, quien califica de "m¨¢s inteligente" a Pardo por estar conforme con la soluci¨®n Armada, mientras Tejero no aceptaba nada.

La declaraci¨®n de Gabeiras termina con una escueta exposici¨®n de las ¨®rdenes para proceder al arresto de algunos de sus principales subordinados, presuntamente implicados en los hechos: a las 14,30 horas del d¨ªa 24 ordena a Milans que se presente en su Cuartel General, y all¨ª le comunica a las 20 horas de ese mismo d¨ªa que est¨¢ arrestado por haber desobedecido sus ¨®rdenes; a las 15 horas del d¨ªa 25 comunica lo propio al general Armada -a la saz¨®n, segundo jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito-; y el d¨ªa 26 ordena a los generales Torres Rojas y Le¨®n Pizarro que se trasladen a Madrid para cumplir su arresto.

La¨ªna precisa su actuaci¨®n

Finalmente, el relator dio lectura a la declaraci¨®n de Francisco La¨ªna, director de la Seguridad del Estado y presidente en funciones del gobierno de subsecretarios constituido por iniciativa del subsecretario de Interior, Luis S¨¢nchez Harguindey, con la conformidad del Rey y con conocimiento de la Junta de Jefes de Estado Mayor. El Monarca le dio personalmente instrucciones para resolver la situaci¨®n de forma que fuera respetada la Constituci¨®n.

La declaraci¨®n sumarial de La¨ªna confirma datos ya conocidos respecto a su intervenci¨®n en los hechos. Mantuvo una conversaci¨®n telef¨®nica con Milans, en que le pidi¨® que reconsidere su actitud de mantener tropas en las calles, y a?adi¨® que deb¨ªa conminar a Tejero para que depusiera su actitud. Habl¨® despu¨¦s La¨ªna con el Rey y con Fern¨¢ndez Campo, quienes le dijeron que Armada estaba desautorizado por don Juan Carlos.

Al salir del Congreso, Armada dijo a La¨ªna que el Rey se hab¨ªa equivocado, que no deb¨ªa haberse dirigido por televisi¨®n al pa¨ªs y que la soluci¨®n era proponer a los diputados "una junta militar", presidida por ¨¦l (Armada), volviendo al sistema democr¨¢tico al cabo de un tiempo. Siempre seg¨²n la declaraci¨®n sumarial, La¨ªna contest¨® a este planteamiento de Armada dici¨¦ndole que era anticonstitucional, y que adem¨¢s el Congreso estaba coaccionado por la fuerza de las metralletas. Asimismo pidi¨® a Armada que, como militar, acatase las ¨®rdenes del Rey, y como ciudadano respetara la Constituci¨®n. El texto de La¨ªna finaliza con una menci¨®n a la operaci¨®n de salida de los diputados del Congreso.

A las 17.58, el presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar dio por terminada la sesi¨®n, que se reanudar¨¢ a las diez de esta ma?ana.