El Gobierno brit¨¢nico autoriza una red telef¨®nica privada
El Gobierno brit¨¢nico ha dado luz verde al establecimiento de una red telef¨®nica privada -destinada principalmente a las empresas- que competir¨¢ con los servicios de la compa?¨ªa nacional British Telecommunications. Este es un l¨®gico nuevo paso en la pol¨ªtica del Gobierno de Margaret Thatcher de exponer los monopolios a la intemperie de la competencia, esperando as¨ª que mejorar¨¢n los servicios y sus costes para los usuarios.
La licencia ha sido otorgada a la empresa Mercury, formada con un capital inicial de 9.500 millones de pesetas, en manos de Cable and Wireless (40%), British Petroleum (40%) y Barclays Merchant Bank (20%). El ministro de Industria, Patrick Jenkins, ha logrado as¨ª romper, por primera vez en sesenta a?os, el monopolio estatal de la red telef¨®nica brit¨¢nica.Se espera que Mercury comience a prestar sus servicios en Londres a principios de 1983, y que poco despu¨¦s establezca su red de comunicaciones interurbanas entre siete centros del Reino Unido.
Conexiones internacionales
La red de cables de fibra ¨®ptica ser¨¢ tendida a lo largo de los railes del ferrocarril, y ser¨¢ capaz de transmitir la voz humana, datos y televisi¨®n. Cada uno de los fin¨ªsimos hilos que componen estos cables podr¨¢ llevar hasta 8.000 llamadas a un tiempo.Aunque a¨²n no ha completado las negociaciones finales con British Telecom, Mercury espera poder enganchar su red particular a los servicios interurbanos y de conexiones internacionales de la empresa nacional. La interconexi¨®n permitir¨ªa a los usuarios de Mercury enlazar con la red telef¨®nica nacional.
La conexi¨®n internacional, mayor fuente de ingresos de British Telecom plantea problemas internacionales y nacionales y el Gobierno no se ha decidido a¨²n a romper este monopolio. Con una estaci¨®n independiente en el Reino Unido, Mercury tendr¨¢, sin embargo, acceso directo a las conexiones v¨ªa sat¨¦lite.
British Telecom no se ha alegrado de la decisi¨®n del Gobierno. La empresa nacional, que pierde dinero en las llamadas urbanas compens¨¢ndolo con los ingresos de las conferencias interurbanas e internacionales, est¨¢ en un proceso de inversi¨®n de 400.000 millones de pesetas para modernizar las partes m¨¢s anticuadas de sus servicios.
El Parlamento brit¨¢nico aprob¨® el a?o pasado una nueva ley de telecomunicaciones, para permitir la liberalizaci¨®n del sistema.
La legalizaci¨®n del suministro privado de aparatos telef¨®nicos y el desarrollo de algunos servicios paralelos -como el correo telef¨®nico- utilizando las l¨ªneas nacionales, no preocuparon sobremanera a British Telecommunications, que, sin embargo, se resisti¨® cuanto pudo a la creaci¨®n de una red telef¨®nica competidora en manos privadas.
Liberalizaci¨®n del sistema
En el campo de las telecomunicaciones, el Gobierno brit¨¢nico viene as¨ª a situarse a medio camino entre el sistema m¨¢s liberal imperante en Estados Unidos y el de los monopolios nacionales que rigen en la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos. La licencia otorgada a Mercury tiene una duraci¨®n inicial de veinticinco a?os, y por ella, la empresa tendr¨¢ que pagar unos derechos al Gobierno brit¨¢nico.El Gobierno, firmemente lanzado en una pol¨ªtica de privatizaci¨®n del sector p¨²blico no acepta la existencia de los "monopolios naturales", apoy¨¢ndose para su argumentaci¨®n en el caso norteamericano.
En esta pol¨ªtica de desmonopolizaci¨®n de los servicios nacionales, el pr¨®ximo en la l¨ªnea de ataque del Gobierno conservador es la red de suministros de gas, con un proyecto de ley que pronto ser¨¢ aprobado en el Parlamento a pesar de la oposici¨®n que han anunciado los laboristas y la Corporaci¨®n Brit¨¢nica del Gas.
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